A principios del siglo XIX los españoles llevaban esclavos africanos a Cuba para tener mano de obra barata. En un congreso internacional que tuvo lugar en Viena, España e Inglaterra manifestaron finalizar con el comercio de esclavos en 1820.

Para seguir teniendo mano de obra barata en Cuba, los españoles se fueron a China y prometieron casa, ropa, trabajo y comida a los que los siguieran hasta la isla caribeña. El trabajo que prometían era duro pero… ,según los contratantes, bien remunerado. Muchos chinos aceptaron las condiciones firmando un contrato que estaba en español. Tal contrato, como ya podéis adivinar, tenía unas condiciones muy distintas a las que se imaginaban los ilusos viajeros chinos. Efectivamente, tenían casa, comida y ropa, pero todo se les descontaba de su sueldo, por lo que terminaban realmente endeudados antes de comenzar a trabajar, lo que, con los intereses, hacía que tuvieran que trabajar durante décadas para pagar su deuda. Del infortunio de estos pobres trabajadores sale la expresión “cuentos chinos”.

Otras fuentes afirman que el origen de esta frase hecha está en los viajes de Marco Polo, que al volver a Italia desde China contaba historia de animales mitológicos y fábulas increíbles. Por tanto, cuando se hablaba de un embuste, de algo exagerado o de una mentira disfrazada, se comenzó a hablar de “cuentos chinos”.

Quizá hayamos subestimado los efectos de la reapertura de China pero los desequilibrios son tan importantes que quizá esta temática sea mejor considerarla desde el ángulo de empresas globales de sectores como lujo, autos, distribución etc. De hecho, pensamos que el mercado aguanta gracias al tirón de los consumidores chinos. Lo raro es que el índice de precios en China está contenido. Vamos a tratar de explicarlo. La conclusión sería que un mercado tan poco desarrollado no es no barato ni caro sino incierto, unos datos estadísticos no confiables, unos desequilibrios crecientes y una volatilidad elevada hacen que sea mejor invertir en empresas europeas y americanas con exposición a China que en este mercado directamente.

La economía de la República Popular China, es la segunda economía más grande del mundo en términos de producto interior bruto nominal​ y la mayor economía del mundo en paridad de poder adquisitivo, según el Fondo Monetario Internacional. Su PIB nominal, estimado en 18.4 billones de dólares (2021) representa alrededor del 18% de PIB mundial. El PIB en paridad por poder adquisitivo representa casi el 19% del PIB PPA global. Es el país de más rápido crecimiento económico en el mundo desde la década de 1980, con un promedio de crecimiento anual de casi el 10% en los últimos 38 años si bien esta cifra se va ralentizando muy rápido, aunque sigue siendo la economía mundial que más crece.

La renta variable china obtuvo sólidas rentabilidades en 2020, pero luego cayeron bruscamente en 2021-2022 a causa de varias decisiones políticas y otros acontecimientos que avivaron la inquietud de los inversores extranjeros. Entre ellos, unas normativas más estrictas en determinados sectores, los problemas financieros del gigante inmobiliario Evergrande y las mayores exigencias en materia de transparencia para las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos. Por no hablar de la estricta política de COVID cero de Pekín y del temor a que China invadiese Taiwán tras la invasión rusa de Ucrania.

Las valoraciones de su mercado parecen atractivas como lo son los de Corea del Sur (economía realmente desarrollada y ejemplar) pero no es así. Cuando se trata de empresas estatales, conglomerados y de un mercado poco transparente el descuento está garantizado. Demos un poco de luz aquí.

La duda actualmente es si es mejor invertir en acciones chinas o en compañías expuestas a China. El mercado bursátil chino, incluidas las acciones de clase A, H, ADR y S, suma una capitalización superior a los 19 billones de dólares, sólo superada por la de EE.UU. Las empresas chinas sólo representan alrededor del 3,6% del índice MSCI All Country World, frente al 60,4% de las estadounidenses y el 5,6% de las japonesas. Esto indica el poco “free float” y la escasa seguridad jurídica.

Algo está pasando según los últimos datos que estamos viendo. Trataremos de explicarlo. Los datos de precio siguen cayendo tras la salida del Covid desalineados con la economía global. Hay varias razones por las que la inflación en China ha sido históricamente más baja que en Estados Unidos, entre ellas:

Política monetaria: El Banco Popular de China, el banco central del país, ha mantenido una política monetaria relativamente conservadora, con tasas de interés más bajas que las de Estados Unidos. Esto ha ayudado a controlar la inflación al reducir los costos de los préstamos.

Control de precios: El gobierno chino ha controlado los precios de ciertos bienes y servicios, como los servicios públicos y los combustibles, lo que ha contribuido a mantener la inflación baja.

Producción y oferta: China es uno de los principales fabricantes del mundo, y su capacidad de producción y oferta de bienes y servicios ha mantenido los precios relativamente estables. Además, la competencia entre las empresas en China ha mantenido los precios a niveles competitivos.

Demanda interna: China ha experimentado un rápido crecimiento económico en las últimas décadas, lo que ha creado una demanda interna sólida. Sin embargo, el gobierno ha controlado esta demanda para evitar que se descontrole y genere una inflación excesiva.

Tipo de cambio estable: El yuan, la moneda de China, está vinculada al dólar estadounidense. Esto significa que las variaciones en el tipo de cambio entre estas dos monedas pueden afectar el nivel de inflación en China.

En resumen, la inflación en China es más baja que en Estados Unidos debido a una combinación de factores, que incluyen una política monetaria prudente, control de precios, producción y oferta estables, demanda interna controlada y el tipo de cambio vinculado al dólar estadounidense. No obstante debemos ser cautos con la estadística china.

IPC de abril por debajo y en mínimos desde febrero 2021 (yoy +0,1% vs +0,3% Est).

PPI de abril por debajo y sigue en deflación por 7º mes consecutivo situándose en mínimos desde mayo 2020 (yoy -3,6% vs -3,3% Est).

La unión entre sector inmobiliario y financiero es muy fuerte en todas las economías y China no es una excepción. China es una economía basada en la inversión y el peso de esta en el PIB es insostenible pues está sustentada en un endeudamiento brutal.

El gasto de los hogares representa actualmente el 54,3% del PIB de China, un porcentaje relativamente bajo en comparación con otros principales países emergentes y con los países desarrollados (82,6% en Estados Unidos, por ejemplo), lo que indica un considerable margen de mejora. No obstante la transición será dura pues es imposible soplar y sorber a la vez. A medida que la inversión pierda peso repuntará la morosidad y habrá restricción del crédito.

En los últimos años, ha habido preocupaciones sobre una posible crisis inmobiliaria en China. Algunos expertos argumentan que la construcción excesiva de viviendas, junto con un aumento en los precios de la propiedad, ha creado una burbuja inmobiliaria que podría estallar y tener efectos negativos en la economía china y en los mercados financieros internacionales.

Entre las principales preocupaciones se encuentra el alto endeudamiento de los promotores inmobiliarios y el aumento de los préstamos hipotecarios. Además, el aumento de los precios de la propiedad ha llevado a una mayor desigualdad de ingresos y a un mayor costo de vida para los ciudadanos chinos, lo que podría tener efectos negativos en el consumo y en la economía en general.

El gobierno chino ha tomado medidas para abordar estos problemas, como restringir la compra de propiedades por parte de extranjeros, limitar el número de propiedades que una persona puede comprar y aumentar los requisitos de pago inicial para las hipotecas. Además, el gobierno ha estado trabajando para promover el desarrollo de viviendas asequibles para los ciudadanos de bajos ingresos.

En cuanto a las tensiones geopolíticas con Estados Unidos, los riesgos se mantienen dado que los dos países seguirán siendo grandes rivales. En cualquier caso, las relaciones han mejorado desde la reunión que mantuvieron el presidente Biden y el presidente Xi Jinping durante la cumbre del G20 celebrada en Bali en noviembre. Otra señal alentadora es la próxima visita a China del secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, y su delegación, que indica un mayor diálogo entre ambos países.

Pensamos que la inversión en semiconductores tiene todo el sentido.

Por lo tanto, las principales apuestas serían. Compañías expuestas a China de consumo discrecional, redes de electricidad, semiconductores, farma y compañías industriales.

A principios de año la mayoría de los analistas pronosticaban un tirón del petróleo. La reapertura de China unida a una economía mundial que parecía tener un crecimiento estable auguraba un petróleo más caro.

Llegados casi la mitad del año, parece que los analistas se equivocaban. Durante las últimas semanas el petróleo ha ido retrocediendo poco a poco (-15%) hasta llegar a mínimos que no se veían desde 2021 (con gran parte del mundo cerrado). Lo curioso de esta caída del crudo se ha producido después del reciente recorte de producción anunciado por la OPEP+ de 1 millón de barriles al día y las revisiones al alza de varios analistas del precio del petróleo. Otro factor que debería haber sostenido el precio, es el de los inventarios, que lleva bajando desde febrero.

¿A qué se debe esta caída del precio?

El mercado ha dejado de valorar el precio por la oferta y demanda y ha comenzado a poner en precio una recesión causada por los problemas financieros en Estados Unidos. Se empiezan a ver los primeros síntomas de debilidad en el mercado del petróleo, unos fletes menores y un margen de refino cayendo auguran una demanda de petróleo más baja.

Frente a estas señales bajistas en el crudo tenemos a los hedge funds, que han aprovechado la caída del precio para ponerse largos en el activo justo antes del verano que es el momento de mayor consumo y tensionamiento de la demanda esperando un rebote en el corto plazo.

Aunque hay señales contrarias en el sector, y es difícil predecir el precio del petróleo, lo que ha quedado atrás es el escenario de Goldilocks del que se hablaba a principio de año y nos enfrentamos a un escenario macroeconómico más complejo y menos boyante.

Les voy a confesar que a pesar de que existen muchos indicadores hay veces que simplificar es muy útil. Por mi parte suelo seguir: la expansión del crédito, la inversión de la curva,  la M2, los resultados empresariales , la evolución de los márgenes etc, pero lo importante es tener claro que todo este análisis debe ir encaminado a tomar decisiones de inversión. En la parte de conclusiones podrán verlo.

Los indicadores más destacados y con mayor impacto en los mercados financieros son aquellos que son publicados y están accesibles con un mínimo desfase temporal. Por tanto, es importante que los indicadores no se publiquen con mucho retardo, ya que para operar en los mercados financieros y tomar decisiones de inversión, necesitamos trabajar con la información lo más actualizada posible.

Dos grandes grupos de indicadores económicos:

A ) Indicadores cuantitativos o retrasados: se trata de la medición de las principales magnitudes económicas como el PBI la inflación (IPC) o el desempleo. A través de procedimientos contables o de registro se conoce con cierto grado de exactitud la evolución de estas variables haciendo mención a períodos anteriores Estos indicadores sólo nos permiten conocer qué ha ocurrido en el pasado en cuanto a los movimientos de la economía. Desempeñan la función de confirmar las previsiones.

B ) Indicadores cualitativos o adelantados: miden el estado de confianza de los agentes económicos. A través de cuestionarios se mide la diferente opinión sobre aspectos económicos tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda.. El conocimiento de estos indicadores es cada vez más importante porque anticipan meses antes los futuros movimientos de la economía. Desempeñan la función de indicadores de tendencia.

Entre los más importantes destacamos por el lado de la demanda los índices de confianza del consumidor como el de la Universidad de Michigan o el del Conference Board (con una base más amplia) en los EE.UU. que miden las probables decisiones futuras de los individuos y su percepción acerca de la situación macroeconómica y sus perspectivas personales. Por el lado de la oferta se encuentran el ISM estadounidense el IFO alemán o europeo o bien el Tankan japonés que son encuestas realizadas a empresarios acerca de la situación actual de sus negocios y de los próximos pasos a tomar además de su percepción de la economía a corto plazo.


Es natural que los especuladores u operadores en corto busquen indicios de lo que podría suceder en el futuro, por eso, están más interesados en los indicadores adelantados. Sin embargo, para poder batir consistentemente al mercado es preciso arbitrar el largo plazo.
 
Son ejemplos de adelantados los siguientes indicadores:
 
Inversión de la curva:

Márgenes empresariales:

Suministro de viviendas (mensual): un aumento acentuado de este indicador ha funcionado de forma muy precisa como señal de recesión en los Estados Unidos. Tal aumento acentuado está relacionado con la falta de demanda por la compra de inmuebles.
 
Capitalización del mercado de capitales vs. PIB: conocido como el indicador preferido de Warren Buffett, este indicador sugiere que, cuando se encuentra por encima del 100%, los inversores tengan especial cuidado, porque podrá venir una corrección. Con el surgimiento de las FAANG y de empresas globales tan grandes este ratio en EEUU se ha desvirtuado un poco.
 
Tobin’s Q, desarrollado por el premio Nobel, James Tobin, este indicador logra predecir desaceleraciones de la economía. Un valor superior a 1, indica que el valor de mercado de las empresas es mayor que el valor de sus activos, sugiriendo que el mercado podría estar alcanzando el pico. Compensa en lugar de crecimiento inorgánico, crecimiento orgánico.
 
PER: Ratio precio-resultados, price-earnings ratio, es un indicador muy utilizado por los inversores y debe ser tenido en cuenta cuando el crecimiento empieza a disminuir. El ratio PER es distinto para cada sector.  Por ejemplo, las cíclicas se compran caras y se venden baratas.

Pedidos de subsidio de desempleo, es un indicador de la economía real, nos muestra la fuerza del trabajo en el país. Las solicitudes de subsidios, normalmente, presentan un valor controlado, cuando ese valor de repente acelera podemos estar cerca de una crisis financiera.
 
Conclusión:
En función de los distintos indicadores parece indicar que hemos entrado en una fase de contracción de márgenes lo que desembocará en menores beneficios. Los márgenes siguen muy altos, han bajado algo desde máximos, pero siguen por encima de los niveles más altos de pre covid (16.1% vs 15.2%). Los márgenes se han visto beneficiados por los problemas de suministro del covid y las subidas de precios generalizadas, la vuelta a la normalidad podría causar presión tanto en precios como en beneficios. Con la mayoría de las curvas invertidas parece que la recesión no está lejana por lo que es mejor sobreponderar renta fija frente a renta variable, defensivas frente a cíclicas, value frente a growth hasta que se confirme la caída del PIB. Eso si cada vez quedan menos empresas quality pero las grandes franquicias con poder de fijación de precios son una buena alternativa. La habilidad de la calidad para diferenciarse y destacar ha estado muy limitada en los últimos tiempos: el claro protagonista del mercado en los pasados 15 meses ha sido el múltiplo, cayendo fuerte primero y subiendo después, unido al hecho de que apenas ha habido ningún cambio en lo que a beneficios se refiere. Porque el gran atributo de la calidad es, al fin y al cabo, la capacidad de crecer compuesta y consistentemente los beneficios incluso en malos tiempos.

Una de las historias que, como alumno, no suele olvidarse jamás es la «paradoja de la frugalidad» o del ahorro, que fue formulada por (John Maynard) Keynes.

Es frecuente pensar que lo que es bueno para el individuo lo es también para la sociedad como un todo(eso se recoge muy bien en la película  “ una mente maravillosa cuando en un bar descubre el premio nobel la dinámica rectora pero era aplicable en técnicas de negociación y teoría de juegos, no en temas macro) donde en muchas ocasiones ocurre lo contrario. En una conferencia retransmitida por la BBC en 1931, durante la Gran Depresión, Keynes explicó esta paradoja. Uno puede pensar que, en momentos difíciles, las familias deben ahorrar, como forma de protegerse ante la adversidad. Sin embargo, si durante una recesión todos hacemos lo mismo, acentuaremos aún más la recesión.

La paradoja del ahorro o paradoja de la frugalidad o paradoja de la austeridad sugiere, según la vertiente económica keynesiana, que si en una recesión todos los habitantes tratan de ahorrar más, es decir, dedicar al ahorro un porcentaje mayor de sus ingresos, la demanda agregada caerá, la producción caerá y el ahorro total de la población será igual o más bajo.

La mayoría de estos ahorros procede de la frugalidad. Lamentablemente, el ahorro se ha ido concentrando, durante las últimas décadas, entre los más ricos dentro de cada país. Como es lógico, los hogares más prósperos tienen mucha mayor propensión a ahorrar, de manera que en Estados Unidos entre 1983 y 2019, el porcentaje de renta de los 10% más ricos se habría elevado en 15 puntos porcentuales. También las grandes empresas han ido acumulando ahorro, a una tasa del 15% anual desde 1980. Una buena solución a esto sería gravar 0 el impuesto de donaciones y no igualarlo el de sucesiones pues con el incremento de la esperanza de vida se ahorra más y no se trasmite la riqueza hasta una edad en dónde el receptor no tiene ninguna propensión a emprender.

La noción de «exceso de ahorro» (savings glut) fue utilizada por primera vez por el ex presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en 2005. Sostuvo que economías como China, Japón y los países productores de petróleo habían acumulado grandes superávits en sus balanzas comerciales y esos “exceso de ahorro” habían inundado los EE.UU. para comprar bonos del gobierno, manteniendo las tasas de interés bajas.

A Martin Wolf (ver interesante artículo adjunto)  y otros keynesianos les ha gustado esta idea porque sugiere que el problema de la economía mundial es un exceso de ahorro, que provoca una «falta de demanda».

En una recesión la variable más volátil y afectada es la inversión empresarial. La baja en el consumo de las familias generada por el aumento de los ahorros en tal condición, se ve acompañada por una disminución de la inversión de las empresas motivada por las malas perspectivas económicas, que es, lo que en definitiva, impide que los mayores ahorros de las familias puedan pasar a la corriente del gasto a través del sistema financiero convirtiéndose en inversión en el corto plazo, compensando la baja del consumo en dicha corriente

Cuando el problema no es el ahorro sino la falta de inversión

Wolf concluye que la causa de la Gran Recesión «fue un exceso de ahorro (o más bien de escasez de inversión); desequilibrios mundiales; aumento de la desigualdad y crecimiento débil del consumo que le acompaña; bajas tasas de interés real en activos seguros; búsqueda de rentabilidad; y el diseño de activos financieros teóricamente seguros, pero de relativo alto rendimiento».

La inversión es de lejos la parte más importante de la dinámica de una economía capitalista. Como dice Wolf: «Las empresas generan una enorme parte de la inversión. En las seis grandes economías de ingresos más altos (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia), las empresas aportaron entre la mitad y poco más de dos tercios de la inversión bruta en el año 2013 (el porcentaje más bajo en Italia y el más alto en Japón)». Hay que cuidar la empresa y darle incentivos a la inversión. Se han creado incentivos perversos y problemas de agencia.

Así que la conclusión es clara: no ha habido un exceso de ahorro (o beneficios) en general de las empresas, sino escasez de inversión. No ha habido demasiados beneficios, sino muy poca inversión. Con la subida de tipos todo cambia.

Momento de invertir en países industriales y en compañías ligadas a la inversión

Es el momento de invertir en Korea del Sur, Taiwan, Alemania, Japón, Brasil etc. En semiconductores, en baterías, en materias primas industriales.

Se nos ocurren varias explicaciones de la débil inversión empresarial: como indicábamos, el envejecimiento de las sociedades, que ha frenado el potencial crecimiento; la globalización, que ha alentado la reubicación de las inversiones de los países de altos ingresos; la innovación tecnológica, que reduce la necesidad de capital; o unos directivos, que no son recompensado por invertir sino por mantener el precio de las acciones. La famosa recompra de acciones que tanto daño ha hecho.

Las consecuencias son claras, valor lo hará mejor que crecimiento. La inversión real  mejor que la financiera:

LA subida de tipos ayudará a canalizar el ahorro a inversiones productivas , a evitar buscar Tires de proyectos apalancadas, a que las empresas industriales lo hagan bien, a que se genere más empleo. Nos encontramos con que la contrapartida de la disminución de los recursos destinados a la inversión han sido aumentos de los pagos a los inversores en forma de dividendos y recompras de acciones debido a una mayor acumulación neta de activos financieros.

Como resultado, las empresas han utilizado sus «ahorros» no para invertir en activos productivos como fábricas, equipos o nuevas tecnologías que hubieran podido impulsar el crecimiento de la productividad (que se ha reducido al mínimo), sino para pagar más dividendos a los accionistas, subir los salarios de los altos ejecutivos y recomprar acciones para aumentar su valor en bolsa. Y las multinacionales han hecho gran parte de esto endeudándose con créditos con tasas cercanas a cero. Una subida de tipos como la del año pasado era normal y su daño es mucho mayor cuando suben del 1% al 4% que del 4% al 7%.

No hay un «exceso de ahorro», sino una «falta de inversión». Al caer la rentabilidad, la inversión disminuyó y el crecimiento tuvo que ser impulsado por una expansión del capital ficticio (crédito o deuda) para mantener el consumo, que a su vez alimento la especulación financiera e inmobiliaria improductiva. La razón de la Gran Recesión y la posterior débil recuperación no ha sido una falta de consumo (el consumo como porcentaje del PIB en los EE.UU. se ha mantenido cerca del 70%), sino un colapso de la inversión.

Con tipos 0 todo voló y la gestión no aportó valor. El que estaba invertido en las FANG era el mejor Gurú del mundo.

Invertir en infraestructuras, redes y telecomunicaciones

Dentro de la renta variable para nosotros estos serán los proxys de bono y los sectores clave a medio plazo.

Pero esto ha terminado con la subida de tipos. Las infraestructuras se acometerán por empresas sólidas. Es buen momento de invertir en infraestructuras pues surgirán proyectos con mejores TIRes.

En Europa, tanto la Unión Europea como el Reino Unido posterior al brexit están revisando las normas de Solvencia II que rigen sus sectores de aseguradoras, y ambos pretenden animar a estas a realizar más inversiones a largo plazo en activos reales nacionales.

En su declaración de otoño del año pasado, el canciller de la Hacienda del Reino Unido, Jeremy Hunt, fue explícito al afirmar que se estaban reescribiendo las normas para liberar «decenas de miles de millones de libras esterlinas» para su inversión en infraestructuras.

Todo ello debería respaldar un crecimiento económico más amplio y también crear oportunidades en la inversión en infraestructuras y otras áreas. Apoyará a muchos sectores de la economía, pero quizá recompense a diferentes partes del mercado bursátil que los líderes recientes. Se está produciendo una gran transformación. No es normal que la volatilidad de la renta variable sea tan baja. Es buen momento para cubrir carteras sobre volatilidades de índice. También debe caer la correlación entre acciones y bonos.

Con la publicación de resultados momento de cubrir carteras. La publicación de resultados confirmará que Europa haga un mejor relativo que USA y que el Nasdaq bata el S&P

Según Bernstein, las estimaciones de beneficios del consenso para Europa por fin están retrocediendo. En EEUU llevan tiempo haciéndolo. El consenso espera ahora que los beneficios no crezcan en Europa ni en EEUU en 2023 pero que crezcan con fuerza en 2024.

El mercado estadounidense se encuentra más avanzado que el europeo en el ciclo de rebaja de estimaciones.

Las previsiones de crecimiento de los beneficios en 2023 han descendido un 12% desde su máximo en EEUU. Frente al 8% en Europa.

El consenso ahora espera que los beneficios no crezcan en 2023 ni en Europa ni en EEUU.

Consenso espera BPA -0,4% yoy en Europa y +0,3% yoy en EEUU.

Pero espera que el BPA repunte con fuerza en 2024

Consenso espera BPA +10% yoy en Europa y +14% yoy en EEUU

No obstante, el consenso suele errar más que un 50% de las veces.

Las rápidas y fuertes subidas de tipos de interés han desencadenado una crisis bancaria, provocando reacciones tanto de los bancos centrales, encargados de realizar las políticas monetarias, como de políticos, e inversores. La rápida aparición de inestabilidad financiera es motivo de preocupación para los inversores. Empeora las perspectivas de crecimiento y debemos tender a favorecer los posicionamientos defensivos.

El impacto retrasado de unas políticas más restrictiva está elevando el riesgo de accidentes y rupturas en el sistema. Sin embargo, los peores temores que se apoderaron de los mercados el viernes pasado han disminuido. La única señal que permanece atascada en niveles angustiados son los CDS bancarios a 1 año, un instrumento ciertamente ilíquido con pocas operaciones que mueven materialmente los mercados. La avalancha de informes financieros que refuerzan la estabilidad financiera de los bancos europeos, la expansión de las facilidades crediticias en los EE. UU. y la actividad de fusiones y adquisiciones entre los bancos estadounidenses, han relajado la situación. La liquidez que ofrece la Fed ha vuelto a ser sustancial. Los reguladores han aprendido mucho en los últimos años sobre cómo gestionar una crisis de confianza en el sistema.

No hacemos varias preguntas, ¿hasta qué punto lo sucedido en las últimas semanas en el sector financiero cambia las perspectivas y condiciones de la economía? ¿En qué medida debería cambiar la política económica y particularmente la monetaria? La respuesta es compleja, y posiblemente a día de hoy nadie lo sepa. Valoremos lo que si sabemos. Primero hablemos de las cifras que se están escuchando en prensa continuamente sobre la fuga de depósitos, y segundo de la importancia de los bancos pequeños en USA.

Es una realidad que se están transfiriendo fondos de los bancos pequeños y medianos, a bancos grandes, y en parte a fondos del mercado monetario. Este ultimo actor, vuelve al escenario después de años de ausencia. Cascabel al gato.

Los bancos pequeños en USA perdieron $120bn. Son datos semanales, publicados el viernes. De esa cantidad, unos $50bn los perdió Signature Bank. Es sólo un 2% de los depósitos de los bancos pequeños. Los bancos grandes ganaron cuota en depósitos. Se calcula que tuvieron inflows de unos $200bn, procedentes de bancos pequeños y de bancos extranjeros, pero en neto solo ganaron $67bn de depósitos porque también tuvieron entradas a otros productos como fondos monetarios.

En absoluto, son cantidades que impresionan, pero pongámoslo en perspectiva para mejorar el enfoque.

Source: Goldman Sachs, Haver Analytics, December 2022

En los EE. UU., los últimos años se han visto crecimientos masivos en los depósitos bancarios. Esto se aceleró durante la pandemia debido al nuevo impulso monetario aportado por la Reserva Federal, y el apoyo fiscal que se ofreció. Los depósitos crecieron más rápidamente que la capacidad de los bancos para otorgar préstamos, y, por lo tanto, ese exceso se invirtió en activos financieros. Eso no tiene nada de malo desde el punto de vista crediticio, ya que los valores en cuestión eran bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas. Sin embargo, esto también significó asumir un gran riesgo de tipos de interés. Como podemos observar, el crecimiento de los depósitos en USA en llegó a alcanzar los 18 trn$. Por lo tanto, las últimas salidas, siendo elevadas, no podemos afirmar que señalen a riesgos sistémico, y posiblemente nos ayude a entender a Yellen cuando trata de calmar, pese a no garantizar los depósitos en USA por encima de los 250.000$, como se hizo en SVB.

Durante años, los bancos no han pagado remuneración a los clientes por mantener sus depósitos, especialmente porque en los últimos años no ha habido una competencia real (tasas de interés bajas, abundante oferta de efectivo doméstico y corporativo). Ahora, sin embargo, los tipos son más altos y existe la oportunidad de invertir en fondos del mercado monetario o letras del Tesoro y obtener más rendimiento. En teoría, eso abre la puerta a la fuga de depósitos fuera del sistema bancario. El riesgo es probablemente exagerado para el sistema, pero los bancos más pequeños podrían ser vulnerables, ya sea por la caída de la confianza (los depósitos se trasladaron a los bancos más grandes que se perciben como más seguros) o por la disponibilidad de tipos más atractivos en otros activos.

Los depósitos en el sector bancario han disminuido en casi 600 mil millones$ desde que la Fed comenzó a aumentar los tipos de interés, la mayor salida de depósitos del sector bancario registrada.

Que, en gran medida, han ido a fondos del mercado de monetario, cuyos tipos, vuelven a ser competitivos.

En segundo lugar, hablemos de la importancia de los bancos pequeños y medianos en la economía americana.

Un informe de Goldman Sachs pone de relevancia la importancia de los bancos medianos y pequeños en la generación de oferta de crédito en Estados Unidos. De acuerdo con este documento, estos bancos son responsables de aproximadamente el 50% de los préstamos comerciales e industriales de EE.UU., el 60% de los inmobiliarios residenciales, y el 45% de los préstamos al consumo. Adicionalmente, los bancos pequeños USA representan el 67% del total de préstamos a CRE (Commercial Real Estate) por lo que se entiende la preocupación de un escenario tensionamiento, y restricción de acceso al crédito.

Pero es probable que las restricciones al crédito afecten no solo a los bancos pequeños. Los grandes bancos están sometidos a una regulación más estricta que los pequeños, ya que se les exige que dispongan de más capital y de más liquidez. Si añadimos la probabilidad de que incluso los bancos que no han sufrido una retirada masiva de depósitos, se vuelvan mucho más cautelosos, es probable que nos encontremos ante una importante reducción del crédito.

Como se deriva del análisis de Goldman, con un 40% de los depósitos en bancos medianos y pequeños superando el límite de 250.000 dólares asegurados por la FDIC, la liquidez va a ser su prioridad más importante. Dado que son precisamente estas instituciones las que tienen una mayor propensión a conceder préstamos, parece casi inevitable que se cierre una importante fuente de crédito para el sector privado.

Las instituciones bancarias estadounidenses y europeas se han visto afectadas por una ola de angustia durante este mes de marzo. Los responsables políticos de ambos lados del Atlántico reaccionaron con una serie de intervenciones, algunas dirigidas a instituciones individuales, otras diseñadas para apuntalar el sector bancario en su conjunto.  Hay un informe del NBER (National Baureau of Ecomic Research) que está generando interés. Se analizan 2000 intervenciones de los reguladores en el sector bancario. Adjuntamos link, por si alguien quiere profundizar, y destacamos algunos puntos, por ejemplo, la combinación de garantizar depósitos y garantías de emergencia a préstamos apenas se ve en un 6.5% de los casos y cuando se produce en el 80% de los casos está relacionado con una crisis sistémica.

https://www.nber.org/papers/w31066?utm_campaign=ntwh&utm_medium=email&utm_source=ntwg13

Las secuelas del colapso de Silicon Valley Bank (SVB) en los EE. UU. y la compra de Credit Suisse por parte de UBS, son aún más inciertas sobre las perspectivas económicas y de mercado a corto plazo. En cuanto a Estados Unidos, nos descartamos que en los próximos meses se reduzcan las previsiones para el PIB estadounidense por los efectos de la volatilidad reciente en el sector bancario.

La repentina erupción de incertidumbre en el sistema bancario es una señal de que la política monetaria ha endurecido significativamente las condiciones financieras. La incertidumbre sigue elevada y coincidimos con el presidente de la FED, en que intentar predecir el impacto del endurecimiento del crédito tras los acontecimientos recientes, es hacer conjeturas. A medida que seguimos analizando las consecuencias de la reciente crisis de confianza en el sector bancario, conviene seguir muy de cerca la situación de Europa, donde el crédito bancario al sector privado roza el 115% del PIB de la eurozona, frente al 66% del PIB en Estados Unidos.

En este sentido, nos centramos en identificar las áreas del mercado que, en nuestra opinión, se verán más afectadas, por las últimas turbulencias.

Primero, tradicionalmente, las small caps dependen más de la financiación bancaria que las grandes. Nuestra expectativa es que los bancos pequeños restrinjan el crédito más que los grandes, lo que afectará principalmente a las pequeñas compañías. Ya se está notando en mercado. En el mes de marzo, el Nasdaq bate al Russell 2000 en más de 10%. Aunque una parte de este comportamiento puede deberse al rally en duración, los inversores se decantan por empresas grandes ante un incierto entorno macro y de mercado. Mientras que vemos como grandes beneficiados a los bancos americanos de mayor dimensión (por ejemplo JP Morgan, Citi), a los que se dirigirá una parte de los hoy clientes preocupados de los bancos regionales, y las compañías tecnológicas consolidadas (por ejemplo Amazon, Alphabet, Microsoft).

Un último dato. Hoy cerramos mes de marzo y trimestre, y será la primera vez en 20 años que el MSCI World suba a pesar de una caída de más del -10% en el sector financiero. De cara al futuro, esperamos que los mercados se vean presionados cuando las tendencias macroeconómicas y de beneficios comiencen a debilitarse. Si bien esto aún no está sucediendo, la historia sugiere que las condiciones y los estándares crediticios más restrictivos arrastrarán tanto el crecimiento económico como el de los beneficios a futuro.

Esta mañana tomando un café con un cliente y su banquero hacían mención del excepcional comienzo de año de los mercados bursátiles. Y la verdad es que es espectacular. El índice MSCI World tuvo el tercer comienzo de año más fuerte en los últimos 50 años. Sin embargo, y por si alguien se pregunta por la representatividad de estas primeras semanas para el conjunto del año, en los últimos 50 años no hay una correlación estadísticamente significativa entre el comportamiento en las dos primeras semanas de enero y el desempeño anual. Y hay un factor adicional que llevamos mucho tiempo sin ver. Desde principios de año, el Stoxx 600 ha ganado casi el doble que el S&P 500, con un rendimiento superior que comenzó a finales de septiembre de 2022.

La primera pregunta que nos hemos hecho es preguntarnos el porqué de este buen comienzo de año. Detectamos varios aspectos: La inflación se está relajando, los bancos centrales parecen dispuestos a reducir las subidas de tipos, y los datos macro están sorprendiendo al alza.

Empecemos por la inflación. La caída de la inflación está en marcha. En EE. UU., tanto la inflación general como la subyacente de los precios de consumo alcanzaron su punto máximo en junio y septiembre, respectivamente. En la Eurozona, el pico parece haber llegado más tarde, en octubre, para la tasa general de precios al consumidor, aunque con la tasa subyacente aun aumentando. Las previsiones de consenso para la inflación para la mayoría de las principales economías para 2023 son de descensos en relación con las tasas de inflación promedio de 2022. Una realidad, pero no olvidemos que como vemos en las tasas subyacentes, resultara más pegajosa de lo esperado. Centrándonos en Europa, gracias a los esfuerzos de ahorro energético, los combustibles alternativos y el clima templado, los precios del gas natural cayeron a la mitad solo en diciembre, ayudando a esa relajación en las tasas de inflación. Si añadimos la debilidad del dólar, encontramos otro factor a favor. Como hemos visto, a los mercados les va mejor cuando la tasa de inflación general está cayendo. Nuevas caídas en las tasas de inflación en los próximos meses deberían ser un factor positivo de rendimiento tanto en bonos como en acciones.

Respecto a los bancos centrales, nos encontramos con un dilema. La dialéctica tan agresiva de los principales responsables de los bancos centrales no se la creen los mercados, lo que está llevando a que se descuenten incluso rebajas de tipos de interés durante el segundo semestre, tal y como se puede ver en el gráfico adjunto para la FED.

Algo que nosotros no contemplamos. Sin embargo, los mercados si lo han comprado, y las curvas de renta fija han ajustado rápidamente, y en general los inversores han añadido riesgo de forma continua.

En el frente macro, y principalmente en Europa, los datos macro están sorprendiendo al alza. Una imagen vale más que mil palabras. En el gráfico adjunto vemos el “decoupling” importante entre los índices de sorpresas macro Europa vs USA.

En este aspecto la reapertura de China es especialmente relevantes para Europa. Ver gráfico adjunto. China representa entre el 15 % y el 20 % del PIB mundial, por lo que duplicar su tasa de crecimiento este año, lo que no es imposible dada la experiencia de las economías occidentales que salen de la pandemia, podría contribuir significativamente al crecimiento económico mundial. Aunque estas son buenas noticias para el crecimiento, podrían ser malas para la inflación. Una China más fuerte probablemente dificultará mucho más el trabajo de los banqueros centrales.

Una vez analizados los motivos del buen desempeño en apenas un mes, la segunda pregunta que nos hemos hecho, es si es sostenible en el tiempo. Veamos que descuenta hoy el mercado en términos de beneficios ahora que comienza la temporada de resultados. Según FactSet se espera que los beneficios del índice S&P 500 se reduzca un 3,9%. Sin embargo, la significativa dispersión sectorial, los beneficios de la energía se estiman en +60%, podría estar haciendo que la foto agregada sea mejor de lo que realmente es. La previsión de consenso para los beneficios del S&P 500 en 2023 se mantiene por encima de los 225 $ por acción. Creemos que esto es optimista y que probablemente bajará. En Europa, los analistas esperan que los beneficios del cuarto trimestre del índice Stoxx 600 suban aproximadamente un +4%.

Hasta dónde llegarán la desaceleración y la contracción de beneficios sigue siendo tremendamente incierto. La política monetaria tarda en hacer efecto y los bancos centrales aún no han terminado con las subidas de tipos, por lo que tendremos que esperar para saber dónde acaban situándose los tipos y cuánto sufrirán los beneficios corporativos. Por eso nuestra recomendación sigue siendo ser prudentes en renta variable, y seguir los consejos de Baillie Gifford. De las 3.000 compañías que han tenido caídas en el precio de la acción de más del 50% desde 1999, como ha sucedió en muchas compañías el año pasado, sólo 1.000 recuperaron sus pérdidas en un período inferior a 5 años. De media esas compañías tuvieron crecimientos de beneficios del +10.5% y de ingresos del +6.1% versus -0.5% y -1.9% respectivamente de las otras 2.000 compañías que no recuperaron sus pérdidas.  Conclusión, a medio plazo, los precios de las acciones de una compañía siguen a los beneficios de esta. Es decir, las compañías que más crecen sus beneficios son las que más se aprecian en bolsa. Por lo que identificar esas compañías con crecimientos extraordinarios es fundamental para conseguir rentabilidades por encima de la media.

Invertir con miedo

Invertir es ir contra consenso y acertar. Creemos que hemos pasado de dudas sobre el sistema a especulación por parte de los hedge funds. Repuntes tan virulentos de CDS así lo apuntan. Los futuros de dividendo de la banca y de los índices no ceden en esa proporción. En un momento en el que el tipo de interés libre de riesgo registra tanta volatilidad, valorar activos de mayor riesgo resulta extremadamente complejo a corto plazo y por eso sus precios fluctúan de manera brutal sin guardar relación con el valor intrínseco. Aflora la volatilidad como valor en sí mismo.

La incertidumbre en torno a una posible fuga de depósitos llevará a los bancos más pequeños a ofrecer tipos de interés más altos sobre el ahorro, lo que reducirá los beneficios y encarecerá el crédito más adelante. Todos son vasos comunicantes. La recesión se vuelve un estabilizador automático.

La deuda subordinada financiera y corporativa se vuelve una oportunidad. Puede haber riesgo extensión a estos tipos, pero las Tires son muy atractivas. Es curioso ver como los bancos no suelen morir por su solvencia sino por la liquidez.

Los Bancos Centrales se enfrentan a la difícil tarea de mantener la estabilidad financiera sin perder su credibilidad en la lucha contra la inflación. La Reserva Federal ha endurecido las condiciones financieras a su ritmo más rápido de la historia durante los últimos doce meses y estos esfuerzos tardan entre 12 y 18 meses en sentirse plenamente en la economía.

Seguimos teniendo una economía mundial con 300 billones de dólares de deuda que es increíblemente sensible a las subidas de los tipos de interés a largo plazo. No hay duda de que el riesgo de extensión ha saltado tras CS y tras el repricing del mercado. Una vez se normalice el mercado si algún Tier1 extiende , será llamado en trimestres cercanos. No cabe duda de que las tensiones del mercado financiero contribuirán a unas condiciones algo más restrictivas y añadirán presión deflacionista y con ello tipos más bajos.

Aparcar el dinero

La inflación si no fuera por la guerra que tensiona los alimentos se está conteniendo con la caída de la energía. Los inversores buscan aparcar su dinero. Veamos dos ejemplos. Por un lado, las acciones de Mega Cap Tech como AAPL, MSFT y NVDA han sido uno de los pocos focos de fortaleza este mes, mientras que la mayoría de las acciones han bajado.  Algo ha tenido que ver la caída de los tipos a largo y el mejor comportamiento del growth. Es casi como si Mega Cap Tech estuviera actuando como un refugio seguro. El SPX equiponderado va camino de su segundo peor mes en relación con el SPX ponderado por capitalización en las últimas dos décadas.

En cierto sentido, los mercados están interpretando la expansión del balance de la Fed como una medida análoga a una expansión cuantitativa (QE) en lugar de una función de prestador de último recurso o un Quantitative Rescue.  Las bolsas están mostrando un patrón similar al de la pandemia en el que los valores tecnológicos están superando con fuerza al resto del mercado, mientras que los tipos de interés de los principales países, el petróleo, el oro y la tasa de inflación implícita (breakeven) registran movimientos más coherentes con un entorno de recesión.

El segundo ejemplo serían los flujos. Esta semana han entrado en fondos monetarios US 117 bln$ hasta 5,13 tln$, nuevo máximo histórico (las entradas en 2 semanas se elevan a 238 bln$).Los fondos de bonos del gobierno US tuvieron entradas la semana del 22 de marzo de 132 bln$ hasta 4,26 tln$.

La volatilidad del mercado de renta variable sigue muy desconectada de la del mercado de renta fija, con el VIX cómodamente por debajo de 30, lo que indica que los inversores de renta variable no están muy preocupados.

Los problemas de confianza vuelven a la banca justo cuando los líderes europeos están celebrando una cumbre que pretendía enviar un mensaje de tranquilidad a los mercados financieros. Pero en una decisión poco habitual sobre la que aún no han trascendido explicaciones, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el del Consejo Europeo, Charles Michel, han decidido no intervenir en rueda de prensa al término del encuentro. A la entrada de la reunión del Consejo Europeo sí hubo declaraciones del presidente del Eurogrupo, el irlandés Paschal Donohoe. En ellas insistió a los líderes de la UE en que avancen en la Unión Bancaria, y a la Comisión Europea que presente las propuestas legislativas para ajustar los procedimientos de resolución de crisis bancarias. Donohoe también ha reclamado que se ratifique la reforma pendiente del fondo de rescate del euro, bloqueada por Italia. de tranquilizar.

La buena noticia de la última semana para los inversores en bonos ha sido la clara reafirmación de la correlación negativa entre los tipos de la deuda pública y los diferenciales de la deuda corporativa de los mercados desarrollados. Si la coyuntura macroeconómica sigue deteriorándose, la deuda pública puede brindar diversificación frente a la deuda corporativa.

Vamos a tratar de dar algo de luz sobre la situación de la banca europea. La situación en ratios de solvencia y liquidez es buena, nada comparable con los ratios de 2008. Los bancos son un negocio apalancado en sí mismo. No obstante, ese apalancamiento se ha reducido considerablemente y por eso la caída de los retornos de la banca. La calidad del activo ha mejorado considerablemente. El “ratio” de morosidad está en un nivel muy bueno aunque empeorará. Frente a los bancos americanos, los bancos europeos suelen tener deuda soberana en su balance, que en caso de crisis suele ser respaldada por los Bancos Centrales. Aunque la Deuda Pública es muy elevada en la mayoría de los países europeos el PIB nominal está diluyéndola y el no deflactar por la inflación la escala impositiva hace que el servicio de la deuda vía recaudación impositiva haya mejorado. Recuerden que la deuda no se paga con el PIB sino con los ingresos tributarios.

La quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el contagio a otras entidades es un recordatorio de la fragilidad de la banca y del sistema financiero. Un banco no solamente puede quebrar cuando es insolvente, sino también por problemas de liquidez. Como todo, en economía y en finanzas existen vasos comunicantes. Al ejercer la deuda soberana como activo refugio, cuando hay pánico, el activo de los bancos mejora al margen de que sobre la mayoría no se hace mark to market.  Este activo además puede ser colateral en líneas de crédito futura a disponer por el Banco Central. Además, hay que tener en cuenta que esta exposición de los bancos a deuda pública en España y Europa es un complemento para las entidades (en el caso de Silicon Valley Bank, por ejemplo, la renta fija suponía el 55% de sus activos). Y su uso, en caso de ser de forma controlada, tiene ventajas. Se emplean bonos soberanos por varias razones, en primer lugar, por ser instrumentos de muy alta calidad crediticia que además no tienen consumo de capital regulatorio por riesgo de crédito y dependiendo de su contabilización tampoco de mercado.

Como ven, titulizaciones, prestamos a promotores, hipotecas subprime etc no tiene nada que ver con activos soberanos. Los bancos están monitorizados con mucha periodicidad. La contabilidad de los bancos refleja la imagen fiel. Con los acontecimientos recientes se ha visto la importancia que tiene la liquidez. En la UE se sitúan en el 165%, los bancos españoles tienen el 184% y en Estados Unidos, donde se analiza solo a los grandes, están en el 118%.  Respecto a la deuda pública en su balance en el caso de los bancos españoles, la cifra cerró 2022 en los 168.617 millones, según la estadística del Tesoro, tras un avance de 28.510 millones en el año. Pese a ello, si se compara con hace una década, solo tienen aún un 13,64% del total de la deuda del Estado, un punto y medio más que en diciembre de 2021, pero muy lejos del tercio que poseían antes de la Gran Recesión.

En la medida en que la subida de tipos no se ha trasladado al pago de depósitos los fondos monetarios y de renta fija han ido ganando suscripciones desde los depósitos. Es posible que comiencen los bancos a retribuir mejor los depósitos.

Nos gustaría hacer mención a la situación de la banca española en concreto. La EBA cifra la exposición total de las entidades españolas a renta fija en unos 500.000 millones el pasado junio sobre casi 3,8 billones de activos.

Ayer la comparecencia de Lagarde dio confort. Dio cifras de inflación cediendo y un mensaje no rígido. Lagarde ayer intentaba zanjar el asunto relacionado con la estabilidad financiera recordando que hay distintas herramientas para distintos problemas.

Lo que más importaba este jueves en Fráncfort era el mensaje, tanto el escrito en el comunicado oficial como el que Christine Lagarde transmitiría en la rueda de prensa.

Aunque también mezclaba este anuncio “hawkish” de subir 50pb con un tono quizás más dovish en el que se lleva por delante el foward guidance explícito y otorga mucha más importancia al canal de crédito en la trasmisión de política monetaria. Con todo, el BCE deja claro que la nueva aproximación es la dato-dependencia a partir de ahora, con un ojo en los datos económicos y otro en la situación del sector financiero. Los programas de liquidez LTRO (siglas en inglés de operaciones de refinanciación a largo plazo) están listos para ser activados en cualquier momento y ha sugerido que también pueden recurrir a los TPI (siglas en inglés de instrumento de protección de transmisión), una herramienta que permite a Fráncfort comprar deuda de un país si el diferencial de los costes de financiación se dispara.

Eso por el lado del Banco Central Europeo. Veámos qué manifestó el Banco Central de Suiza.

El SNB (Banco Central de Suiza) y la FINMA (autoridad suiza supervisora del mercado financiero) indicaban que CS cumple los requisitos de solvencia y liquidez impuestos a los bancos de importancia sistémica y que, si fuera necesario, el SNB proporcionará liquidez a CS. CS emitió un comunicado de prensa en el que el banco afirmaba que está tomando medidas decisivas para reforzar de forma preventiva su liquidez con la intención de ejercer su opción de pedir prestado al SNB hasta CHF 50mm en virtud de una línea de préstamo cubierto y de otra de liquidez a corto plazo, que están totalmente garantizadas por activos de alta calidad utilizados como colaterales. Asimismo, Credit Suisse anunció ofertas de Credit Suisse International para recomprar ciertos títulos de deuda senior de OpCo por un importe en efectivo de hasta aproximadamente CHF 3mm. El comunicado del banco también indicaba que, «a finales de 2022, Credit Suisse tenía un ratio CET1 del 14,1% y un ratio de cobertura de liquidez medio del 144%, que desde entonces ha mejorado hasta aproximadamente el 150% (a 14 de marzo de 2023). La utilización de la línea de préstamo cubierto de CHF 39mm reforzará aún más el ratio de cobertura de liquidez con efecto inmediato.

Respecto a la Fed nos gustaría hacer un comentario positivo acerca de porque pensamos que la inflación se puede ir conteniendo. La oferta monetaria US ha caído un 1,7% en los últimos 12 meses, la mayor caída interanual registrada (nota: los datos de M2 se remontan a 1959). Esta fue una de las principales causas del repunte inflacionario en ascenso y probablemente conducirá a nuevas caídas en la tasa de inflación en los meses venideros.

Buenos días, vamos a tratar de interpretar como están afectando los últimos episodios de inestabilidad financiera a los mercados

En los mercados de renta fija estamos asistiendo a comportamientos dispares. Por un lado, los mercados de tipos y gobiernos, y por otro, los mercados de crédito.

En la parte de tipos hemos visto todas las curvas de gobierno reducir rentabilidades llegando el bono a 10 años USA a estar por debajo del 3.30% y el alemán por debajo del 2%. Posteriormente, a medida que se recuperaban los mercados, han vuelto las rentabilidades a niveles claramente por encima.

Ello se debe en gran parte a que están descontando próximas bajadas de tipos. Como pueden ver en el gráfico de debajo, se espera por parte de la Reserva Federal de EE.UU. una subida de 0.25 pb este miércoles, y luego tres bajadas posteriores:

En este punto, no estamos de acuerdo con lo que descuenta el mercado. Los bancos centrales van a hacer hincapié en diferenciar la política de tipos de la de liquidez. Con esta ultima, mediante el establecimiento de ventanillas dotarían de liquidez al sistema. Con la primera seguirían combatiendo la inflación. En ese sentido creemos que los recientes episodios de inestabilidad financiera reducirán las futuras subidas de tipos, pero no compartimos en absoluto las futuras bajadas de tipos que está descontando el mercado. Todo ello debería llevar a un cierto repunte de los tipos en los plazos largos.

Respecto a la renta fija privada, se ha producido ampliación de diferenciales. Muy especialmente en la deuda financiera, y específicamente en el caso de la deuda subordinada. Evidentemente, de mantenerse este incremento de diferenciales, perjudicaría a las entidades financieras en el futuro por un incremento de los costes de financiación.

Todo ello viene incentivado por el acuerdo de compra de Credit Suisse por parte de UBS. En él se establece que se producirá una perdida total en los $16.000 mm de CoCos AT1 emitidos por el banco. En nuestra opinión, ante esta resolución va a haber una montaña de demandas por parte de los tenedores de CoCos AT1, ya que se está saltando el orden de prelación al pagar 3.000 mm de CHF por el equity e intentar no pagar nada por los AT1. En este sentido, ya han salido miembros del BCE y del Banco de Inglaterra a señalar que en la Unión Europea y el Reino Unido el orden de prelación es claro, y que el primero en absorber las pérdidas debe ser el equity, y luego por orden AT1s, T2s……

Derivado del acuerdo hemos visto como los diferenciales de la deuda subordinada financiera ampliaban de manera importante en la apertura y aun manteniéndose diferenciales amplísimos, algo han ido mejorando. En este primer gráfico vemos como se han comportado los diferenciales de crédito de la deuda subordinada desde 2011:

Y en este otro gráfico, el comportamiento de las ultimas diez sesiones. En él se ve como se incrementan los diferenciales durante la semana pasada, y como hoy abren arriba los diferenciales y relajan un poco durante la mañana.

Pensamos que estos diferenciales deberían estrechar y por tanto puede ser ocasión de compra en buenas entidades.

Gran parte de las consecuencias de lo que estamos viendo se han ido descontando estas últimas jornadas. Es esa falta de confianza la que ha llevado a la compra de CS por parte de UBS. Sin embargo, el efecto contagio se puede cortar. Si vemos el comportamiento del sector en bolsa, la evolución del dólar, los futuros del dividendo del sector financiero, el oro, el franco suizo etc podemos ver como la reacción negativa está concentrada en la deuda. No hay efecto Lehman. La misma volatilidad, no está en niveles de otras veces ni de lejos.

Lo que no cabe duda es que el coste de financiación de las empresas y el coste del pasivo de los bancos va a aumentar. Hemos vivido una década en un espejismo que lo prolongó el Covid.

La tasa libre de riesgo ha aumentado y ahora lo hace la prima de riesgo. Ello ocasiona un “derating” de múltiplo y ahora habrá que ver hasta dónde lastran los márgenes a los beneficios. Como vemos arriba esto tiene consecuencias en la valoración del S&P.

EL mercado pone en precio tipos de interés reales negativos que favorece a la renta variable. La inversión y el consumo en países desarrollados están cediendo. La recesión es el estabilizador automático de la inflación. Esta también cederá, pero más lentamente. La subida virulenta y rápida de tipos la está neutralizando, pero lentamente.

Es cierto que indicadores retardados como el paro presenta cifras muy buenas pero los grandes despidos de multinacionales se harán notar y hay vacantes sin cubrir por efecto demográfico y de trabajos que en expansión nadie quiere pero que en recesión se cubren bien. Las tendencias a largo plazo en la macro son deflacionarias ya que es complicado desligarse de las dinámicas del efecto demográfico y de una productividad que puede ser mejor pero que la digitalización hace que el factor trabajo vea presionado su salario. Todo esto lleva generando una trampa de deuda de la que ya es complicado escapar con lo que una vez la inflación se modere los tipos tendenciales serán muy bajos siendo la renta fija la opción prioritaria.

La inflación generada en este ciclo ha venido por escasez de oferta materias primas y una demanda inusual derivada de la pandemia, ahora solo esperar a que las bases temporales actúen de forma positiva. La secuencia de la caída suele ser siempre igual con la caída inicial de la M2, luego los duraderos, luego no duraderos y por último servicios, que ahora está costando más. El mundo occidental no puede aguantar tipos como los de ahora sin provocar recesiones.

Creemos que la renta fija tras un año excepcional como el 2022 presenta un ratio sharpe mucho mejor que la renta variable. Continuamos sobre ponderando la misma:

Los Bancos Centrales de los dos grandes bloques, Estados Unidos y Europa han dado liquidez a los bancos y la FED implicó a los grandes también. Los países aislados son más vulnerables.

Se dan los vasos comunicantes ya que con el tirón de la deuda soberana el activo de los bancos mejora. Los bancos van a comenzar a retribuir los depósitos. Tienen que competir con la deuda soberana. Según la Autoridad Bancaria Europea, los bancos europeos tienen en su balance un total de 3,1 billones de euros en bonos y obligaciones públicos, casi el 60% contabilizados a precios de amortización, es decir sin descontar las pérdidas latentes ,en el caso de España las cifras son proporcionalmente similares.

El fuerte comienzo de año del equity europeo ha estado en gran parte impulsado por un buen comportamiento tanto de Financieras como de Cíclicas. Sin embargo, el panorama macro claramente se ha deteriorado. Hoy los proxys de bono tiran con fuerza. Utilities y Telecoms pueden ser un buen refugio. Sectores como consumo estable y farma lo harán bien y las compañías poco endeudadas cotizarán con prima.

El incremento de balance por parte de la Fed ha sido generalmente positivo para la renta variable. Pero ojo un quantitative rescue con colateral no es lo mismo que un QE.

Más del 40% de todos los dólares jamás creados se hicieron en 2020 – 2021.

Reserva Federal Estados Unidos Oferta Monetaria M2. Dic 2021: 21,8 tln$. Enero de 2020: 15,4 tln$. 6,4 tln$/15,4 tln$ = 41 %”.

Habrá que analizar con cuidado los entresijos de la compra de Credit Suisse por parte de UBS.

El presidente de Suiza, Alain Berset, explicó en la misma rueda de prensa que esta operación “es una solución avalada por el Estado, que garantiza las condiciones marco para su éxito”.Berset recordó que Credit Suisse es uno de los treinta bancos considerado de “riesgo sistémico” en el sistema financiero mundial y recalcó que su destino es “decisivo” para Suiza y para su economía. La ministra de Finanzas, Karin Keller-Sutter, recalcó que no se trata de un “rescate” porque esta figura solo aplica en el caso de que los bancos no puedan asumir sus obligaciones por insolvencia y este no era el caso. “Aquí había una crisis de confianza”, señaló la ministra.

Conclusión

Despedimos el escrito con gráficos semejantes a con los que comenzábamos.

Estructuralmente estas serian nuestras apuestas:

  • Renta fija mejor que renta variable
  • Value mejor que growth
  • Dividendos
  • Compañías poco endeudadas
  • Emergentes
  • Países industriales
  • Dentro de tecnología semiconductores.

El que avisa no es traidor…. la historia no se repite, pero rima!!!

Esta semana, en una reunión con un gestor de renta fija, uno de los invitados le preguntaba, que si este era el año de la renta fija, como es que estaba en negativo en el año.

Y es que un índice global agregado de gobiernos y crédito, a primeros de febrero se revalorizaba hasta alcanzar aproximadamente un 4% desde comienzo de año, y esta semana perdía un -0.6% YTD. ¿Qué ha pasado en los mercados de renta fija?

Llevamos tiempo comentando que los principales banqueros centrales están siendo muy claros en sus mensajes, afirmando que subirán los tipos donde sea oportuno para atajar la inflación, e incluso que los mantendrían altos el tiempo que fuera necesario. Sin embargo, los mercados financieros, no se lo creían y descontaban hace apenas unas semanas, que los bancos centrales se verían obligados a bajar tipos, una vez los datos de inflación se relajen, y el impacto de las tensiones en las condiciones financieras, hicieran mella en el crecimiento. Nosotros no lo veíamos, y no vemos a corto plazo esas bajadas de tipos.

El que avisa no es traidor…. Esta semana la intervención de J. Powell ante el Senado ha sido contundente. Reconoce que las presiones inflacionarias son más fuertes hoy que en la última reunión de la FED. No hay indicios de desinflación en el sector de servicios excepto en el alquiler. El mercado laboral sigue siendo extremadamente ajustado.

Por lo tanto, J. Powell advierte: el objetivo final sobre los Fed Funds debería elevarse en el próximo comité. Sobre todo, “si todos los datos” confirman que las presiones inflacionistas no han bajado, la Fed se prepara para acelerar el ritmo de la próxima subida monetaria.

Así pues, la decepción de los últimos datos de inflación, bajando menos de los esperado, tanto en la tasa general como en la subyacente, la resistencia de la economía, y el nuevo aviso de Powell, han provocado una revaluación de los tipos de interés. Los inversores se preparan ahora para un escenario de tipos más altos por más tiempo. En USA, el bono a 2 años cotiza por encima del 5%. Estamos hablando ya de “cuponazos”.

Adicionalmente asistimos a una inversión de la curva (10yr-2yr) no vista en los últimos 40 años.

Ante esta situación, nosotros sí esperamos que el bono americano a 10 años se mueva por encima del 4,20% de nuevo una vez que el mercado asuma que no se van a producir bajadas de tipos de interés, y en ese momento aprovecharíamos para alargar duraciones, pero en la parte de tipos de interés. Hay que tener en cuenta que la oportunidad en renta fija viene por la parte de tipos de interés, los spreads de crédito apenas han sufrido en este entorno.

Este escenario tendría que haber producido caídas en renta variable y demás activos de riesgo y este movimiento aún no se ha producido. Tal y como podemos ver en el gráfico adjunto, cortesía de Bank of America, todos los periodos donde hemos asistido a tensionamientos de las condiciones financieras y subidas de tipos de interés han generado problemas.

Como decía el escritor Mark Twain : `La Historia no se repite, pero rima´.

Nuestra observación es que las condiciones financieras por lo general se han endurecido rápidamente y que estos ajustes rara vez se producen sin que haya accidentes o dislocaciones. Por todo esto, en nuestra opinión, es momento de tomar las posiciones de duración más corta, construiríamos una cartera barbell para este año comprando ahora la parte más conservadora de la cartera o aquella de duración más corta, y aprovechando para tomar posiciones largas en el momento que el mercado descuente que no vamos a ver bajadas de tipos en el corto plazo.  Los tipos han subido rápidamente tras más de una década de caídas a mínimos históricos. Eso hace que la renta fija sea mucho más competitiva y atractiva en términos de rentabilidad y volatilidad esperadas y también, potencialmente, de correlación. No dejemos pasar esa oportunidad.

Hay demasiada complacencia en un aterrizaje suave de la economía.  Las condiciones financieras se han endurecido mucho durante 2022 y eso normalmente lleva un retraso con la economía real. Históricamente 12-18 meses. Esto, no solo afecta a inmobiliario y construcción, también ha ocurrido en producción industrial. Por eso esta vez estamos tardando aún más en ver ese efecto.  Es cierto que mucha gente se empeña en justificar la resistencia de la economía por la fortaleza del empleo, pero no olvidemos que el empleo es un indicador retrasado.

Warren Buffett dijo que se paga un alto precio por un consenso alegre. Las mejores rentabilidades suelen encontrarse donde nadie más está mirando. Del mismo modo, las inversiones más peligrosas son las que gozan de gran consenso. Evidentemente, esto no significa que el mercado se equivoque siempre, o que aprendamos a cambia de opinión, pero sí significa que debemos tener cuidado de no dejarnos influir por lo que digan o hagan otros inversores.

Con esta idea en mente, y sorprendidos por el buen desempeño de comienzos de año, hemos optado por la prudencia, y hemos reducido nuestros niveles de renta variable.

La rebaja de renta variable la destinamos a dos estrategias diferentes: Por un lado, damos entrada en carteras a un fondo de convertibles, y también a un fondo de bonos híbridos. De esta forma reducimos exposición direccional en renta variable, para asumir la opcionalidad y asimetría de los convertibles, y ayudarnos del carry que nos proporcionan los híbridos. Recordemos que los bonos corporativos híbridos son deuda subordinada, amortizable, de cupón flexible, a largo plazo o con vencimiento perpetuo, emitida por empresas con grado de inversión.

Ante un entorno incierto, con riesgos a la baja, invertir en un activo como los convertibles, que implican una opción con potencial de pérdida limitada es especialmente valioso.

Los convertibles ex-USA ofrecen, en términos generales, la vía más barata para acceder a esa opcionalidad. Buscamos máxima asimetría a través de opciones con prima baja y sobre valores con potencial significativo de revaloración. El mercado de convertibles se ha incrementado más de un 50% respecto a hace dos años, pasando de unos 400bn en los últimos años a 600bn,

con emisiones récord entre 2020 y 2021, unido todo ello a pocos vencimientos.

Este entorno es claramente un catalizador para que la clase de activo, también por la vía de aumentar la dispersión de precios. En momento de desaceleración macro y endurecimiento monetario, pensamos que los híbridos corporativos son una solución que puede encajar en las carteras de los inversores. El perfil de alta calidad de los emisores, el income elevado que ofrecen los bonos, la diversificación que aportan frente a la deuda financiera, las duraciones cortas y el sesgo sectorial (utilities y telecos) defensivo de esta clase de activo que le hace menos sensible al ciclo. Pensamos que las rentabilidades implícitas actuales son muy atractivas.  El actual spread que ofrecen los bonos corporativos híbridos se mantiene por encima de su media histórica a largo plazo. Si excluimos híbridos ligados al real estate, el diferencial sobre el Crédito Corporativo IG EUR es actualmente de 270pb (datos a cierre de enero 2023). Del mismo modo los híbridos corporativos (excluyendo real estate) ofrecen 80pb más de rendimiento que el Índice HY Euro BB con dos noches de rating superior (datos a cierre de enero 2023).

GRÁFICOS DE LA SEMANA