¿Y si todo hay una escalada en las tensiones geopolíticas? ¿Y si el escenario menos probable pasa a ser una realidad, cual sería entonces el activo ganador? Aunque este no sea ni mucho menos nuestro escenario principal, creemos interesante analizar cuáles serían los activos ganadores o aquellos en cartera que actuarían de cobertura:

  • Petróleo y Gas Natural Licuado

En primer lugar, el más sonado, el repunte del petróleo. El mayor riesgo ante una escalada de las tensiones sería el bloqueo del Estrecho de Ormuz, una franja de agua de apenas 21 millas de ancho que separa Irán de Emiratos Árabes Unidos y Omán. Por este canal pasa a diario un 30% del suministro mundial del petróleo, 20 millones de barriles al día. Irán ya ha amenazado en anteriores ocasiones con un cierre de este canal, pero creemos que el fuerte repunte que provocaría en los precios del crudo debería ser temporal, ya que vendría acompañado de una caída de actividad económica provocando un descenso de la demanda o de un aumento de la producción por parte de la OPEP.

El siguiente gran afectado, sería el Gas Natural Licuado (GNL), ya que por esta ruta de tránsito circula el 22% del GNL mundial.

Ante este escenario, qué duda cabe que estas materias primas deberían repuntar al menos inicialmente, actuando como activo refugio. Las principales características de un “safe haven” siempre debe pasar por ser líquidos, funcionales, con oferta limitada, no reemplazables y perdurables en el tiempo, y ambas MMPP cumplen estos requisitos.

Esta imagen de arriba es de diciembre de 1987 en el Estrecho de Ormuz, en medio de la guerra entre Irán e Irak. En estos años surgió la “guerra de los petroleros” entre Teherán y Washington que llevó a que los barcos petroleros tuviesen que ser escoltados, convirtiéndose en la operación naval más grande tras la II Guerra Mundial:

En nuestra opinión, el principal riesgo es que esta escalada se traslade a dicho canal y veamos situaciones similares a las ocurridas durante el mandato de Reagan en los años 80.

El problema del petróleo es que es difícilmente invertible, la manera más sencilla es a través de empresas petrolíferas pero el comportamiento de las empresas del sector es muy distinto al del crudo. Sin embargo, las probables revisiones en beneficios unidas a sus bajas valoraciones nos hacen pensar que pueda cerrarse esta gap durante los próximos meses:

Fuente: Morgan Stanley

  • Divisas refugio

El dólar estadounidense, el franco suizo o el yen son divisas de países con alta estabilidad económica y política que actúan como refugio ante situaciones de volatilidad en los mercados.

El dólar tiene un apoyo importante por su correlación con el diferencial de tipos entre Europa y Estados Unidos dándole un fuerte soporte. Por este motivo, nos mantenemos positivos en la divisa, con un nuevo rango amplio entre el 1,05 y el 1,13 y un rango estrecho en el que empezaríamos a reducir o ampliar posición entre el 1,07-1,11. En el caso de los últimos días, ha sido junto al oro el único activo refugio.

  • Bonos de gobierno a 2 años.

Si seguimos la teoría de activo refugio, deberíamos hablar del bono americano o alemán a largo plazo, pero en un caso como el actual, en el que todavía se descuentan 3 bajadas de tipos de interés en Estados Unidos, cualquier escalada sería inflacionista lo que inevitablemente lleva a pensar en retrasos de bajadas de tipos de interés. En este entorno, con el foco del inversor muy centrado en bajadas de tipos de interés parece que podría pesar más un entorno de NO bajadas de tipos de interés e incluso subidas de tipos que el refugio del bono. Ante esta situación, nos sentimos más cómodos invirtiendo en la parte corta de la curva, confiando en un aplanamiento de esta. En concreto, el bono a 2 años alemán rozando el 3%, y el 2 años americano al 5% creemos que son claras oportunidades de inversión, no solo por la TIR más alta que tienen los tramos cortos versus los largos por la inversión de la curva, sino que además es la manera de tener “la escopeta cargada” por si llegan oportunidades de inversión en el mercado de crédito mientras te vas llevando un alto carry. Si los riesgos geopolíticos se acrecentasen, para nosotros este sería el activo a tener.

Desde Welcome AM creemos que alargar duración de tipos (que no de crédito…) según vayan repuntando podría ser razonable a ciertos niveles, pero en las carteras de renta fija no nos compensa en cuanto a rentabilidad riesgo, por la inversión de la curva y porque podría llegar a ser otro riesgo a añadir a la cartera, ya que en lugar de actuar como activo refugio en caso de que se produjese una escalada entre Irán e Israel podría ceder como el resto de activos de riesgo. Aquí la gran pregunta sería, ante un entorno hostil, ¿Qué ganaría, el efecto refugio o el potencial repunte de inflación que produciría?

No debemos olvidar que, debido a la inversión de la curva, estas sacrificando 37pbs en TIR si inviertes en 10 años en lugar de 2 años en Estados Unidos y 50pbs en Europa.

En todo caso, en nuestra opinión, vamos a ver un aplanamiento de las curvas de gobierno pero por la parte corta, no vemos motivos para un rally en la parte larga. En la parte corta en momentos de aumento de la volatilidad estos bonos se deberían revalorizar en precio, por lo que te llevarías no solo el alto carry que tienen actualmente si no además el refugio que estaríamos buscando ante un riesgo de cola.

Lo que parece claro, es que el mercado sigue atento al movimiento de tipos, y estos últimos días seguimos viendo unos datos de actividad en máximos, el desempleo que pese a tímidos aumentos sigue en mínimos de décadas, altas vacantes sin cubrir y tensiones salariales tanto en Europa como en Estados Unidos. Esta semana salía el dato de ventas minoristas americanas altísimas, anticipando un fuerte Consumo Privado en el PIB del primer trimestre y arrastrando al alza los tipos.

Todo esto ha provocado que, si hasta hace poco se barajaban 7 bajadas de tipos de interés, ahora se barajan apenas dos. Desde Welcome AM, creemos que las bajadas se pueden retrasar hasta las elecciones americanas. La potencial llegada de Trump al gobierno es proteccionista, lo que hace que sea inflacionista.

A todo esto, se le suma un tema de flujos: el Banco de Japón ha abandonado al fin la política de tipos negativos y su bono a 10 años se ha movido a niveles superiores al 0,84%; si tenemos en cuenta que si el inversor japonés (principalmente aseguradoras japonesas y fondos de pensiones) compra el bono americano y cubre la divisa le sale a una TIR neta negativa parece claro que preferirá comprar antes su propio bono en positivo y estos flujos que tradicionalmente suponían cerca de un 20% irán decreciendo. Todo esto unido a que la relación con China no está en su mejor momento, creemos los flujos no van a ayudar a que el bono americano tenga un rally en duración.

Respecto a Europa, Christine Lagarde se va a adelantar y bajará 25pbs en junio principalmente por tres motivos: la situación económica en Europa es distinta a la americana, al BCE siempre se le ha echado en cara ir por detrás de la Reserva Federal y con este movimiento gana autonomía y en tercer lugar porque se precipitó al decirlo y ya es difícil dar marcha atrás. Sin embargo, en nuestra opinión esta bajada es simbólica y no creemos que el ritmo de bajadas vaya a ser rápido, el desempleo en Europa sigue en mínimos y los incrementos salariales siguen altos. La renta disponible en Europa está creciendo gracias a que los aumentos salariales son ahora superiores a la inflación, caso muy distinto al de Estados Unidos.

  • Bonos flotantes

Los bonos flotantes tienen un carry muy alto actualmente, ya que el cupón medio de los bonos flotantes Investment Grade se ha ido del 1% en 2021 al 5% actual. Las tensiones inflacionistas producirían un definitivo “Higher for Longer” de los tipos de interés que harían que el alto carry de estos bonos se mantuviera, y que el comportamiento continuase siendo positivo.

En nuestra opinión, no es momento de tomar duración de crédito, el Itraxx Main (índice que muestra cuanto les cuesta a las empresas Investment Grade europeas financiarse a 5 años ha ampliado de 53pb a 60pb estos últimos días, pero estos repuntes aun están muy lejos de los niveles de 90pbs que hemos visto en situaciones de ruptura de crédito.

  • Metales como el oro

La demanda de oro suele aumentar en periodos de incertidumbre, y en el caso de estos últimos días en efecto ha actuado como buen refugio repuntado el precio, llevando una revalorización en precio en dos meses del 20% y estando en máximos históricos, pese al repunte de la deuda de gobierno.

Los Bancos Centrales, especialmente Rusia y China, están incrementando sus reservas de oro mientras que los ETFs del metal sufren continuos reembolsos desde 2020. Sin embargo, los ETFs apenas son el 2% de las reservas totales de oro por lo que estas salidas apenas afectan y parece que el metal sigue siendo refugio, protegido además por las continuas compras de Bancos Centrales y por la demanda física en Asia. Para invertir en el activo, podríamos mirar a las mineras pero de nuevo estas se quedan atrás contra la materia prima.

El oro representa el 70% de las reservas de divisas de EEUU, en comparación con el 4% de las reservas chinas pese a su esfuerzo de compra los últimos años, por lo que el potencial de que las compras por parte del país asiático continúen es alta. Además, no debemos olvidar que el metal suele comportarse bien en periodos de inflación inesperada.

Otros odia como el cobre o el aluminio también han repuntado en precio los últimos días.

Además de los mencionados anteriormente, a la hora de protegernos de riesgos geopolíticos no debemos olvidar activos alternativos o odia de renta variable de sectores defensivos como las eléctricas o infraestructuras que descorrelacionarían la cartera en caso de que se elevase el tono del odia.

También nos gustaría destacar como hay activos que han empezado a considerarse refugio por ciertos inversores, como es el caso del Bitcoin, pero que en casos como el actual se ha demostrado que no lo son realmente por la liquidez y el alto nivel especulativo que tienen. En concreto el Bitcoin llegó a caer el sábado odia casi un 9% por ser el único odia que odia tradearse en sábado.

Una vez vistos los activos a tener en caso de que este viento de cola se convirtiese en escenario principal, podemos ver por descarte cuales en todo caso no serían activos a tener. En el caso de la renta fija:

  • Evitaríamos la duración de crédito ante un entorno de no bajadas de tipos por más tiempo derivado de tensiones inflacionistas unido a los spreads de crédito tan ajustados
  • No invertiríamos en High Yield, porque en un entorno de tipos altos por un largo plazo los riesgos en el activo que hasta ahora han sido idiosincráticos (veíamos estas últimas semanas casos señalados como el holding de Thames Water o Altice en Francia) convertirse en un riesgo de liquidez que se contagie a las empresas High Yield de manera general. Por este motivo, y pese a que el volumen se ha reducido enormemente con los muros de vencimientos, nos mantenemos cautos en el activo. En este sentido, hemos visto la divergencia de comportamiento en los bonos HY más vulnerables contra el resto del mercado, pero creemos que es algo a vigilar si tenemos en cuenta como en 2002 un movimiento similar terminó convirtiéndose en caídas generalizadas en crédito que se alargaron durante más de medio año, tal y como vemos en el gráfico de la izquierda:

Hace apenas una década los ministros de economía y finanzas estaban marcados por un entorno de “austeridad”. Los gobiernos hacían todo lo posible por recudir deficits, aun teniendo el desempleo en máximos y un crecimiento débil. Hoy en día, nos encontramos en la situación opuesta, el desempleo está mínimos históricos, el crecimiento de las grandes corporaciones todavía permanece fuerte y los gobiernos siguen gastando más de lo que recaudan. El déficit presupuestario de los 35 países más ricos fue del 2,5% del PIB en 2023 y por ejemplo, el déficit estimado para EE.UU. en 2024 se sitúa en un 7% del PIB.

Las grandes economías siguen teniendo un gasto elevado, todavía activas una parte de las ayudas recibidas a causa de la Pandemia Covid-19. Los gobiernos cada vez están más dispuestos a intervenir en momentos de incertidumbre, como pasó tras la invasión de Rusia a Ucrania, asignando las economías europeas un 4% de PIB a proteger a los particulares y empresas se subidas de precios. Juntando todos los hechos anteriores con una deuda elevada, un desempleo en mínimos históricos y un crecimiento estable, no nos sorprenden los últimos datos de inflación. Esta semana se esperaba en EE.UU. una inflación subyacente del 0,3% y salió del 0,4%, sorprendiendo al alza por tercer mes consecutivo. Puede parecer una diferencia reducida, pero si anualizamos el dato de 0,4%, la inflación año a año estaría en un 4%, 2% por encima de objetivo de la Fed.

Como hemos comentado en anteriores escritos, el mercado descontaba para 2024 hasta 7 bajadas de tipos por parte de la Fed.  A medida que la economía ha seguido creciendo y la inflación ha sorprendido al alza, estas expectativas de bajadas se han ido disipando. Actualmente el mercado descuenta 2 bajadas en el año y no antes de las elecciones presidenciales de noviembre.

Expectativas de bajadas de tipos de interés FED

31/12/2023

12/04/2024

Mientras que a finales del año pasado se esperaban mayores bajadas de tipos de interés en 2024 para EE.UU. que en Europa (5,5 bajadas), esta situación ha cambiado. El mercado ahora espera que las bajadas vendrán primero en Europa (2,5 bajadas), en parte, porque la inflación subyacente en esta región sigue una buena senda de contracción y las economías, como la alemana, empiezan a ver datos de crecimiento débiles.

Expectativas de bajadas de tipos de interés BCE

31/12/2023

12/04/2024

La Reserva Federal además de observar minuciosamente los datos de la economía que se van publicando, está muy atento a las señales de liquidez en el mercado. En concreto, mide esta liquidez a través del Reverse Repo, si la financiación overnight se estresa y ofrece tipos superiores a las reservas de su balance, es una señal de que el mercado se tensiona y la liquidez escasea. Será importante observar este dato para predecir los movimientos de la Fed.

¿Y cuáles son las consecuencias de unos tipos de interés más altos durante más tiempo?

La dificultad de financiación o elevados tipos de financiación de las personas y compañías.

¿Y quiénes son los que más sufren?

Los que están altamente endeudados y dependen de la refinanciación para subsistir. Como son algunas empresas High Yield.

Aunque el mercado de bonos HY haya tenido un muy buen comportamiento a lo largo de 2023 y en lo que llevamos de año, las expectativas de unos tipos de interés elevados más tiempo han hecho que en los últimos días hayamos visto una ligera ampliación de spreads. Los diferenciales de HY todavía siguen estrechos, si los comparamos con datos históricos. En los últimos meses estamos empezando a observar ciertas compañías como pueden ser Thames Water, Atos, Altice y Grifolls, con problemas o con grandes problemas, en sus balances o con impagos de su deuda (como el caso de Thames Water) o con dificultades de refinanciación (Altice). En el gráfico a continuación podemos observar un aumento de los defaults en Europa en lo que llevamos de año.

El mercado de HY tiende a tener un muro de vencimientos anterior a lo que es la deuda Investment Grade. Por esta razón la deuda de las empresas HY son más sensibles a los cambios en las expectativas de tipos que las IG. La deuda HY comienza a tener un muro de vencimiento relativamente importante en 2025 y la refinanciación de esta será a unos tipos muchos más altos a los que hemos visto en la última década, pudiendo debilitar a algunas de las compañías más inestables.

El mercado de compañías HY podría recordarnos actualmente a ese momento en el que estamos a punto de ponernos enfermos y empezamos a estornudar, ¿acabará en gripe o será un pequeño resfriado? No sabemos si va a producirse un tensionamiento en todo lo que son las empresas HY, pero desde Welcome, seguimos muy cautos en todas las compañías de sectores cíclicos y altamente endeudadas.

La última subida de tipos de los principales bancos centrales en este ciclo de subidas fue en septiembre de 2023. Desde entonces los mercados llevan descontando excesivas bajas de tipos. A finales del año pasado, el mercado descontaba en Estados Unidos y Europa 6 bajadas de tipos durante 2024 y a día de hoy el mercado descuenta 4 en Europa y 3 en Estados Unidos.

Desde Welcome AM, llevamos defendiendo todo este tiempo, que los tipos se mantendrían más alto de lo que el mercado descontaba, y por ahora el tiempo nos está dando la razón. Creemos que la inflación va a ser más persistente de lo que descuenta el mercado, y los bancos centrales no van a querer adelantarse, bajar los tipos de manera anticipada y arriesgarse a un nuevo shock de inflación.

Mientras la economía mundial continue con un comportamiento correcto, sin grandes crecimientos ni recesiones vemos varios motivos por los que la inflación no va a ceder tan rápido como descuenta el mercado:

Empleo en máximos y crecimiento salarial por encima de la inflación:

Estados Unidos se encuentra en una situación de pleno empleo. Europa, aunque no se encuentra en una situación de pleno empleo, tiene la tasa de desempleo más baja de la historia. Este factor da confianza a los trabajadores para que consuman más en vez de ahorrar, y les da poder de negociación en la negociación salarial. Tanto en Europa como en Estado Unidos los trabajadores están negociando salarios por encima de la inflación, y recuperando poder adquisitivo perdido durante los dos últimos años. Al tener mayor renta disponible los trabajadores pueden consumir más, y las empresas van a intentar subir los precios para no deteriorar sus márgenes por la subida de los salarios.

Salarios vs inflación en la Eurozona

Salarios vs Inflación en EEUU

Relocalización de la producción:

La relocalización de la producción en los países donde se consume o cerca de ellos en vez del sudeste asiático tiene un efecto inflacionista. Producir en mercados desarrollados es más caro, y las empresas lo repercuten en los precios de sus productos.

Materias primas:

Las empresas de materiales han destinado menos capital a nuevos proyectos, ya que los inversores no consideran que estas compañías cumplan los criterios ESG, y les han penalizado a la hora de asignarles capital. Esta falta de inversión ha provocado que la producción de materias primas sea menor y más sensible a la escasez por una mayor demanda. Aunque actualmente el desarrollo de China ya no necesita tantas materias primas, hay otras tendencias que necesitan muchas materias primas, y pueden sustituir al desarrollo de China como drivers de la demanda. Estas temáticas son: las energías limpias, el coche eléctrico, la relocalización de la producción, o el desarrollo de la India.

Las principales materias primas llevan un buen rally durante este inicio de 2024 y nada hace prever que pueda darse la vuelta.

Como dato curioso, el Cacao es la materia prima que más ha subido en lo que llevamos de año, y ha subido más que el Bitcoin o NVDIA. Así que este año, va a tocar mojar los churros en café en vez de en chocolate.

Energía:

El petróleo está un 8% más caro que hace un año. La OPEP continúa con sus recortes de producción, y tenemos tensiones geopolíticas en Rusia y en Oriente Medio, por lo que nada hace prever que el petróleo pueda caer en el corto plazo. El aumento del precio del crudo respecto al año pasado tendrá un efecto al alza en la inflación de los próximos meses.

Por estos factores creemos que la inflación se va a mantener por encima del objetivo del 2% de los bancos centrales, y les va a obligar a mantener los tipos más altos de lo que descuentan los mercados actualmente.

EL valor de la Inteligencia artificial se lo llevará el cliente, no el programador, se beneficiará el que tenga los datos y el algoritmo que lo pueda monitorizar a través de la publicidad, los anuncios, el software etc. Siempre ha sido así. El impacto de Gemini en el mercado de la IA será significativo. El modelo tiene el potencial de transformar una amplia gama de industrias, incluyendo el marketing, la atención médica, la educación y el entretenimiento. Explicaremos el acuerdo entre Google y Apple por la transcendencia de este, ya que el móvil es la principal vía de acceso a los datos y a todas las utilidades. Hablaremos con los móviles y quizá las aplicaciones se vayan perdiendo.

Ya no nos sabemos teléfonos de nadie, mandamos Whatts Ap incluso para felicitar, no somos capaces de llegar a ningún sitio sin aplicación, no hacemos cálculos mentales. Hablamos de Inteligencia artificial porque la natural la hemos perdido. No leemos, no escuchamos. La inmediatez manda. Nada nos emociona, nada nos satisface. La inteligencia de IA se diferencia de la inteligencia humana en que se basa en algoritmos y programación preestablecida, mientras que la inteligencia humana se basa en procesos cognitivos que incluyen el aprendizaje, la comprensión, la resolución de problemas, la percepción y la emoción.

Al igual que en el ajedrez la máquina gana al hombre, pero queremos ver de lo que es capaz la persona, en el deporte sabemos las estadísticas pero queremos vivir el momento porque somos personas lo mismo ocurrirá con la inteligencia artificial. Nos ayudará en la toma de decisiones pero no la tomará en la mayoría de las veces.

Los despachos de abogados tendrán muchos casos sobre derechos de autor, plagios, etc, también transformará su negcio al tener acceso a todos los casos y sentencias. El desarrollo genera sus propias necesidades. En términos de desempeño, la IA y la inteligencia humana sobresalen en diferentes áreas. Por ejemplo, la IA es mucho mejor que los humanos para realizar tareas repetitivas y analizar grandes conjuntos de datos. Sin embargo, los humanos siguen siendo mejores en tareas que requieren creatividad, intuición e inteligencia emocional, como escribir poesía o entender un chiste.

La clase media ve como su renta disponible disminuye. En una sociedad de coste marginal 0 y del conocimiento, es muy difícil generar rentas crecientes. La inteligencia artificial es el parámetro que hace que sólo esté considerándose el quality growth, pero hay mundo más allá.

El posible acuerdo que nunca se anunciará de Google y Apple

Según un informe de Bloomberg por parte de uno de los filtradores con mejor reputación de Apple, Mark Gurman, Apple estaría trabajando en una doble dirección para todo lo relativo con la Inteligencia Artificial en sus dispositivos. A nivel de sistema operativo, sería la propia compañía de Cupertino la que se estaría encargando del desarrollo de su modelo. Sin embargo, en todo lo que tiene que ver con la vertiente generativa de la Inteligencia Artificial, parece que desde Apple se ha tomado la decisión de conseguir una licencia de Gemini para poder impulsar las posibilidades de su dispositivo a partir de iOS 18 y acortar al máximo los tiempos necesarios.

Esta se utilizaría para una gran variedad de tareas, desde la creación de imágenes hasta la redacción de texto y la traducción. Todo esto con el objetivo de ofrecer una experiencia más fluida y completa a los usuarios de iOS.

Mientras que los recursos internos de la compañía se enfocarían en integrar su propio modelo de IA para poder mejorar las posibilidades que se ofrecen en iOS 18, con la posibilidad de proporcionar información de manera proactiva a medida que nuestro dispositivo vaya aprendiendo sobre nuestros patrones de uso, así como la realización de tareas en segundo plano que simplifiquen los esfuerzos de sus usuarios.

“Live as if the light is within yourself; there is no other light” ~Gautam Buddha

Quizá en el futuro próximo ya no usemos buscadores ni aplicaciones, sino que estarán todas en streamming dispuestas a activarse corriendo bajo parámetros de IA. Google dispone de los datos y está en abierto por lo que no se va a ceñir a los 2000 millones de terminales de Apple. Lo vemos más como una estrategia defensiva de Apple.

Sin embargo, este posible acuerdo entre Apple y Google genera grandes preguntas sobre la estrategia de colaboración de Apple. La compañía siempre mantuvo un enfoque más cerrado que sus competidores y esto estaría por cambiar. A diferencia de otras alianzas en la industria de la tecnología, como la reciente asociación entre Samsung y Google para integrar tecnologías de IA en los Galaxy S24, es poco probable que un acuerdo entre Google y Apple se anuncie públicamente.

Actualmente, Google paga una considerable suma a Apple para ser el motor de búsqueda predeterminado en Safari. Sin embargo, este nuevo acuerdo podría llevar la colaboración entre ambas compañías a otro nivel. Se dice que la implementación de Gemini en iOS 18 podría revolucionar por completo la industria de la inteligencia artificial.

Gemini es un modelo de lenguaje autorregresivo entrenado en un conjunto de datos masivo de texto e imágenes. Esto le permite generar texto, traducir idiomas, escribir diferentes tipos de contenido creativo y responder a preguntas de forma informativa. Además, Gemini es capaz de aprender y adaptarse a nuevas situaciones, lo que lo convierte en una herramienta versátil y poderosa.

A pesar de su potencial, Gemini también tiene algunos desafíos que superar. Uno de los principales desafíos es la fiabilidad. Gemini aún está en desarrollo, y es posible que no sea tan fiable como ChatGPT en algunos casos. Otro desafío es la diversidad. Gemini fue entrenado en un conjunto de datos de texto e imágenes que es predominantemente en inglés. Esto podría limitar su capacidad para comprender y generar texto en otros idiomas. Google está trabajando para superar estos desafíos, pero es probable que Gemini no sea perfecto cuando se lance. El modelo continuará desarrollándose con el tiempo, y es probable que mejore su fiabilidad y diversidad a medida que pase el tiempo.

Apple acaba de publicar un nuevo artículo sobre su modelo de IA multimodal más grande con 30.000 millones de parámetros, la empresa estaría lejos de la calidad alcanzada por otras empresas. Incluso trabajan en un chatbot denominado Apple GPT. Pero todo apunta a que Apple llega tarde a esta fiesta y mientras se pone al día para poder generar contenido al mismo nivel que las herramientas de Google u OpenAI, busca socios en los que apoyarse.

Por su parte, OpenAI se ha asociado con Microsoft en el primer gran acuerdo de colaboración para ofrecer las capacidades de su IA en los servicios digitales de Microsoft. Este fue el gran acuerdo que obligó al resto de agentes como Google a moverse más rápido el año pasado. El uso de Gemini por parte de Apple sería un nuevo ajuste en el esquema de este mercado en ciernes.

Los reguladores de tanto EEUU como los de la Unión Europea tendrían que dar también el visto bueno. Por un lado, las autoridades estadounidenses ya tienen una demanda contra ambas compañías debido a que las acusan operan como si fueran una misma empresa para acaparar el mercado de los navegadores en dispositivos móviles.

Desarrollar una IA que sea tan poderosa como la inteligencia humana es una tarea compleja y desafiante que involucra una variedad de consideraciones técnicas y éticas. Si bien se han logrado avances en los últimos años, aún existen varios desafíos que deben superarse para lograr este objetivo. Al trabajar juntos en todas las disciplinas y tener en cuenta las consideraciones éticas, podemos desarrollar una IA que sea capaz de mejorar la inteligencia humana y mejorar nuestro mundo.

La IA ya ha mostrado un gran potencial en varios sectores, como la atención médica, las finanzas y el transporte. A medida que la tecnología continúa desarrollándose y mejorando, es probable que la IA sea cada vez más sofisticada y capaz. Sin embargo, la cuestión de si la IA puede alguna vez replicar realmente la inteligencia humana está abierta a debate.

Asentado que el mayor reto de la IA no será la destrucción de empleo, sino la subordinación de las personas trabajadoras a las decisiones tomadas por la IA, mejores salvaguardas son necesarias. Cuestiones como las auditorías de la IA, así como dotar de recursos a organismos especializados en condiciones de trabajo e IA para que supervisen y auditen el funcionamiento de las IA con objeto de evitar que estas dañen a un ser humano quedan todavía pendientes. La regulación europea debe verse solamente como el primer paso de un largo camino para adaptar los derechos de las personas trabajadoras al mundo del S. XXI.

¿Corrección Inminente?

Nosotros extremaríamos la prudencia. Les dejo unos gráficos de Alberto Espelosín que me han perecido interesantes.

En nuestra opinión el próximo movimiento de la Reserva Federal de EE.UU. no va a estar centrado en la bajada de tipos, como están descontando los mercados, va a consistir en parar o moderar la reducción de su balance. El célebre QT o “Quantitative Tightening”.

Lo que más preocuparía a la FED, y por tanto están observando sus miembros, es que se produjera una tormenta que afectará a la estabilidad de su sistema financiero, y en consecuencia, a su economía y a los mercados financieros globales. La chispa que podría provocar esa tormenta sería el tensionamiento de los mercados monetarios en USA.

Como todos sabemos, la crisis de los bancos regionales del año pasado fue controlada de manera rápida y brillante por parte de la FED, evitando su contagio al resto del sector financiero. La controló dando, de manera ágil, financiación a estas entidades a través de ventanilla, y propiciando el reparto y compra de las que estaban en peor situación en esos momentos.

Lo cierto es que el problema está controlado, pero persiste. No es otro, que la gran diferencia de plazo entre el pasivo (depósitos) y el activo (bonos del tesoro americano). Durante la pandemia los bancos americanos recibieron más de 5 trillones de dólares en depósitos. De ellos emplearon 2,4 trillones en compras de deuda pública americana a muy bajos tipos. Con las subidas de tipos, el precio de esos bonos ha bajado. Por ello, si tuvieran que venderlos a mercado, tendrían perdidas que irían contra su capital, poniendo en riesgo la solvencia de algunos bancos.

Como inciso, hay que mencionar que en Europa este problema no puede ocurrir por motivos regulatorios. La regulación impide tener esa diferencia de duración tan grande entre el activo y el pasivo, y además obliga a que la base de depósitos sea mucho más diversificada.

Es el típico caso en el que un problema de liquidez se convierte en un problema de capital. Y la única manera de solucionar el problema es el paso del tiempo (con el vencimiento de esos bonos) o dotar a los bancos de mucho más capital.

Por ese motivo, lo último que quiere la Reserva Federal es un tensionamiento de los mercados monetarios que pudiera estresar la financiación de estas entidades. Y estos mercados podrían tensionarse si sigue procediendo con la reducción de su balance.

Si observamos el balance de la FED (línea azul claro del gráfico de la izquierda) vemos como el balance va creciendo con las distintas crisis hasta 2018. En ese momento, pensando que todo estaba controlado, lo redujeron en $500.000 mm. (primer círculo rojo), La consecuencia de ello fue la caída masiva de todos los activos financieros en el último trimestre de 2018, como se puede observar en la tabla de la derecha. Al ver las turbulencias, y ante la ausencia de inflación, decidieron parar la reducción del balance.

Con la pandemia el balance alcanzó los $9 trn, y tras ella, con la inflación que padecimos (por las políticas monetarias y fiscales derivadas de la pandemia, más la ralentización de la globalización, y el corte de las cadenas de suministros) no le quedó más remedio que proceder a la reducción de su balance de manera progresiva.

El único motivo por el que este drenaje de dinero no ha producido caídas de los activos de riesgo (bolsas y diferenciales de crédito) es porque no se ha transmitido al haber un exceso de liquidez en los bancos, que dejaban en el banco central mediante un repo inverso. Es decir, la retirada de dinero de la FED iba contra el exceso de liquidez de los bancos.

El problema es que ese repo inverso no es infinito y sólo quedan $600.000 mm vivos. Además, hay que tener en cuenta que son en todo el sistema, por lo que habrá entidades que estarán mucho más justas de liquidez.  Si la FED sigue reduciendo su balance y se sigue consumiendo ese exceso de liquidez, los mercados monetarios podrían tensionarse poniendo en riesgo distintas entidades financieras como hemos comentado anteriormente. Además, habría que tener en cuenta como afectaría a todos los activos de riesgo.

Por todo ello, creemos que la Reserva Federal va a centrar su política monetaria en su balance, y la moderación o parada en la reducción de éste. Dejando para más adelante, cuando tenga más claro que la inflación está alcanzando las cotas deseadas, las bajadas de tipos, ya que ese menor drenaje futuro de base monetaria generaría riesgo inflacionista.

La complacencia en los mercados financieros es un sentimiento de que todo va a salir bien, pese a los riesgos latentes, combinando la autosatisfacción con una falta de conciencia sobre un problema o controversia.

En nuestra opinión, hay que ser muy inconsciente, tanto como lo somos en la juventud, para no darnos cuenta de la cantidad de frentes abiertos que tenemos en la actualidad.

Seguramente esta excesiva complacencia se pueda explicar con el “Behavioural Finance”, corriente de ciencia social que trata de explicar todas aquellas anomalías que generan las variaciones en los mercados, por el proceso emocional en la toma de decisiones. Los gestores no son tan racionales como supone la teoría financiera tradicional. En el caso que nos atañe, en este exceso de confianza que genera tanta complacencia, seguramente influya que la mayor parte de los inversores jóvenes que han comenzado a invertir tras la crisis financiera nunca han conocido un mercado bajista.

En nuestra opinión, el inversor debe ser disciplinado y racional analizando todas las variables para no dejarse llevar por el sentimiento del mercado. Para empezar, tenemos a los Bancos Centrales decidiendo cómo implementar bajadas de tipos de interés sin poner en riesgo la inflación, con unos niveles de desempleo en mínimos históricos tanto en Europa como en Estados Unidos.

Europa tiene que vigilar de cerca la inflación teniendo en cuenta factores tan diversos como la fuerte presión en los costes salariales o unos costes de transporte globales al alza por el tensionamiento en el Mar Rojo, o la Guerra en Ucrania.

Además, no debemos olvidar el poso histórico de los Bancos Centrales. Qué duda cabe el peso en toma de decisión que tiene el Bundesbank sobre el Banco Central Europeo, y esta institución todavía recuerda como la hiperinflación durante la República de Weimar llevó al país al absoluto caos, llegando a producir el abandono de la moneda como unidad de cambio.

Pero no solo vemos esta memoria histórica en Europa, si ponemos los ojos en Estados Unidos recordamos como la Reserva Federal en los años 70 subió 750pbs en 18 meses, para luego bajarlos en los siguientes 9 meses, lo que provocó la debacle posterior llevándose la inflación por encima del 12% y obligándoles a realizar una fuerte subida de 1500pbs y una crisis económica que padecimos durante más de una década.

La Reserva Federal, también tiene otro momento histórico del que aprender si pone la vista en los años 90, cuando la FED subió los tipos 300pbs en 1994 para frenar la economía tras la crisis de las cajas de ahorros de finales de los 80. Tras aquella subida, Estados Unidos seguía económicamente fuerte arropado por la revolución de internet que hacía volar las bolsas y mantenía los spreads de crédito. Por este motivo, la FED se veía obligada a mantener los tipos arriba, por encima del 5%, tras unas tímidas bajadas iniciales durante más de 3 años (1995-1998), llegando incluso a realizar algunas subidas entre medias. Si comparamos entre caso con el actual, con la Inteligencia Artificial en sustitución de la revolución de Internet, vemos un caso muy similar que nos puede inclinar a pensar que las bajadas de tipos se retrasarán todavía más y que el “higher for longer” ha llegado para quedarse.

Si observamos cuales fueron las consecuencias en aquella época, vemos como unos tipos de interés altos en EEUU provocaron la apreciación del dólar y afectaron al resto de economías. Respecto a la renta fija, se dispararon las tasas de default hasta el 10% en 2002 y finalmente se produjeron unas tardías pero fuertes ampliaciones en los spreads de crédito que duraron hasta 1999.

En nuestra opinión, todas las instituciones tienen su memoria histórica y estudiarán bien acontecimientos pasados para tratar de tomar la mejor decisión basándose en este aprendizaje.

Hace poco hablando de cómo aprender de errores pasados, conocí el caso de la empresa inventora del anticorrosivo WD-40, llamado así porque se probó la fórmula hasta 40 veces hasta que lograron al fin dar con el producto idóneo para evitar la corrosión y el resultado fue espectacular, de manera que no se ha modificado ni un ápice en los últimos 70 años.

Por nuestro lado como inversores, para nosotros también es clave aprender de errores pasados para mejorar nuestra manera de invertir y la rentabilidad que podemos aportar a nuestros clientes. Tu histórico de inversiones te deja una huella de la que aprender. En la actualidad por ejemplo, un exceso de complacencia como el actual, indicando el mejor de los mundos en el que la bajada de tipos se va a producir sin mayores repercusiones y con una inflación no tan pegajosa, nos hace pecar de incrédulos y nos mantiene defensivos en todos los activos.

Cabe resaltar que las caídas en renta fija este año, que sitúan a los índices YTD en negativo entre -1,5% y -2,5% han sido por tipos y no por diferenciales. Si vemos los diferenciales de crédito están muy muy estrechos y han producido un efecto de “Búsqueda de Yield” que ha convertido a la Bestia en Príncipe o al Patito Feo en un precioso cisne.

En esta línea, hemos visto como compañías altamente apalancadas que tradicionalmente pagaban un alto spread como se ha comprimido de manera brutal, pasando de TIRes medias del 8%/9% históricas a medias del 5%.

Otro claro ejemplo es el caso del Real Estate, los bonos del sector en Europa habían sido repudiados los últimos dos años por todas las grandes gestoras, excluyéndolas incluso de los índices globales de renta fija, han recuperado la atención de los inversores en esta búsqueda de TIR, volviendo el papel al mercado y recuperando fuertemente en precio los últimos tres meses.

Ante esta situación, y tirando de nuevo de lo aprendido, creemos que nos toca ser pacientes esperando a la chispa que dispare la volatilidad, esperar con la munición lista, teniendo un elevado peso en mercados monetarios, esperando el motivo que produzca una ruptura del mercado para tomar posiciones y no asumiendo riesgos innecesarios por precipitarnos. Esta chispa no debemos olvidar que siempre ocurre, aunque puede ser por muy diversos motivos o simplemente el conjunto de varios que desborde el vaso. Este tipo de chispas ya ocurrieron en 2016, 2018, caso extremo en 2020 y muy focalizado en los AT1 el pasado año.

Tal y como vemos pintado abajo, 2024 se afronta con muy diversos riesgos que pueden ser en solitario o en conjunto los que provoquen una ruptura de mercado, aunque en nuestra humilde opinión no sepamos cuál de ellos será o si estará aquí reflejado:

Eso sí, si llega una ampliación de diferenciales y el mercado se rompe, invertiremos en bonos de alta beta a largo plazo, subordinados en los que tenemos muy mirados los emisores y los folletos, pero invirtiendo en aquellos con fecha call más lejana, de manera que nos garanticemos una buena TIR por un largo periodo. En el pasado, en momentos de volatilidad anteriores optábamos por tomar el riesgo por la parte de crédito pero con fechas de call a corto plazo por miedo a la duración, pero a partir de ahora alargaremos duraciones en casos de ruptura del mercado, tomando tanto riesgo de crédito como riesgo de tipos y garantizándonos una buena TIR por mayor tiempo.

Febrero ha destacado por ser un mes positivo para la renta variable pero negativo para la renta fija, en el cual la inversión en mercado monetario ha sido el activo estrella. El mercado de renta fija ha corregido por tipos, no por crédito (el Itraxx Main se mantiene en niveles de 56pb) y una duración muy baja en nuestras carteras nos ha permitido lograr una rentabilidad positiva versus los índices de referencia. Por otro lado, no debemos olvidar que la inversión de la curva provoca que un aumento en la duración de las carteras te lastre la TIR en torno a 80pbs.

Sin embargo, si este entorno continúa con spreads estrechos y el movimiento de los gobiernos continua al alza, a niveles del 4,75% de bono americano y del 2,75% de bono alemán, nos planteamos empezar a alargar duración de tipos de interés.

En definitiva, este año creemos que se puede lograr una buena rentabilidad en renta fija como de hecho ya estamos logrando en nuestras carteras, pero siendo disciplinado en la toma de decisiones, sin ponerse nervioso ni poniendo el ojo en el convertido Príncipe asumiendo mayores riesgos por un pequeño extra de rentabilidad y por supuesto con una gestión activa. No debemos olvidar que estar con la liquidez lista para invertir ahora tiene la ventaja de que te remunera al menos un 3,80%.

Fue el papa de Roma Gregorio Magno quien, a finales del siglo VI, fijó para siempre los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, gula, lujuria, ira, envidia y pereza. Los enumeró de la siguiente manera: orgullo, codicia, lujuria, envidia, glotonería, ira y pereza. El santo Papa unió estos vicios con las virtudes correspondientes. Estas virtudes son la humildad, la caridad, la castidad, la gratitud, la templanza, la paciencia y la diligencia.

Los siete pecados capitales, también conocidos como los pecados cardinales o vicios capitales, es una agrupación y categorización de las faltas humanas que, además de ser contrarias a las enseñanzas cristianas en función del objeto elegido, del fin que se busca o la intención y de las circunstancias de la acción u omisión, se cometen de modo reiterado, repetitivo o habitual oscureciendo la conciencia y distorsionando la valoración concreta de los actos humanos (conforme al Catecismo de la Iglesia Católica, 1865, 1866 y 1750).

Ellos son: la ira, la gula, la soberbia, la lujuria, la pereza, la envidia y la avaricia

El término «capital» (de caput, capitis, «cabeza», en latín) no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados, de acuerdo con Santo Tomás de Aquino (II-II:153:4).

Los Padres de la Iglesia se centraron especialmente en el orgullo, considerado el pecado que separa el alma de la «gracia santificante» y que es la esencia misma del mal, así como la codicia, con estos dos pecados subyacentes a todos los demás pecados. Los siete pecados capitales fueron discutidos en tratados y representados en pinturas y decoraciones de esculturas en iglesias católicas, así como en innumerables rollos y códices manuscritos dados como enseñanza.

Hoy vamos a hablar de la Nvidia y de la diligencia.

Hace ya años un gran gestor y una gran persona, Eusebio Vidal Ribas me habló de esta compañía. El detectó esta tendencia antes que el común de los mortales. Esto es lo más difícil entre los gestores.

Nvidia Corporation es una empresa de software y fabless que diseña unidades de procesamiento de gráficos (GPU), interfaz de programación de aplicaciones (API) para ciencia de datos y computación de alto rendimiento, así como unidades de sistema en chip (SoC) para la computación móvil y el mercado automotriz. Nvidia es líder mundial en hardware y software de inteligencia artificial.

Su línea profesional de GPU se utiliza en estaciones de trabajo para aplicaciones en campos como arquitectura, ingeniería y construcción, medios y entretenimiento, automoción, investigación científica y diseño de fabricación.

La empresa fue fundada el 5 de abril de 1993 por Jensen Huang (CEO a partir de 2022),un ingeniero eléctrico taiwanés que anteriormente fue director de CoreWare en LSI Logic y diseñador de microprocesadores en AMD; Chris Malachowsky, ingeniero que trabajó en Sun Microsystems; y Curtis Priem, quien anteriormente fue ingeniero senior y diseñador de chips gráficos en IBM y Sun Microsystems.

Rentabilidad  ayer y este año

Nvidia +16% ayer tras publicar batiendo y dar perspectivas para el primer trimestre por encima de consenso. Batió un 9% en ingresos del 4T2024 hasta $22,1bn, se triplican yoy y +22% qoq. También batió 12% en BPA, que se multiplica por 8x yoy y +33% qoq Las guías para el 1Q 2025 un 10% por encima de consenso hasta $24bn. Guidance de BPA un 10% por encima de consenso. Cotiza a PER 2025 de 28x, EV/Ebit 24x y ofrece FCFY sobre EV del 3%.

Si hablamos de pecados. Ojo con la manzana:

Sin embargo, nos centraremos hoy en una de las virtudes: La Diligencia

Ojo que cuando hay mucho apetito por el riesgo este asoma:

En los dos últimos meses de 2023 el tipo a 10 años en Estados Unidos pasó del 5,30% al 3,85% y todos los activos de riesgo volaron y la renta fija con duración también. ¿Por qué si desde comienzos de año los tipos a largo han repuntado ha continuado la reducción de spreads y la subida de la renta variable? Seguimos viviendo en un mundo nominal, con inflaciones medias que hace que los beneficios empresariales sean la mejor defensa. El mercado discrimina cuando ve caída en unidades frente a subidas en precio.

El motivo de la subida del mercado junto con la de los tipos a largo es que tras trimestres de caída los beneficios a nivel mundial están creciendo en agregado.

Pero el consenso está bajando las perspectivas de crecimiento y de margen:

La bajada del 10 años americano permitió que la cartera de bonos del Tesoro de los Bancos americanos se recuperara. A octubre las pérdidas representaban el 30% de los recursos propios. En dos meses esa pérdida se recuperó en 2/3. Powell debe lograr el equilibrio entre las dudas del sistema y la lucha contra la inflación.

Incluso el BCE ha perdido dinero con la subida de tipos. Por primera vez desde 2004, la institución que preside Christine Lagarde registra números rojos, a los que ha llegado a causa de la abrupta subida de los tipos de interés después de casi una década de dinero ultrabarato. El Eurobanco todavía espera incurrir en pérdidas en los próximos años, pero espera irlas drenando a medida que siga reduciendo el tamaño de su balance y rebajando los tipos de interés.

Las cuentas del BCE recogen también la reducción del balance que ha ido haciendo la entidad desde que empezara la crisis inflacionista. Ya en 2022 lo rebajó de 8,56 a 7,95 billones de euros. El año pasado lo podó un billón más, dejándolo en 6,9 billones de euros. El grueso de ese drenaje se debe la disminución de las operación de préstamos del Eurosistema, de 1,3 billones 410.000 millones de euros gracias a los vencimientos y reembolsos anticipados de las líneas de liquidez barata que el Eurobanco concedía a la banca, las llamadas TLRTO. A esa reducción también contribuyeron el fin de las compras y reinversiones vinculadas al programa de compra de bonos lanzado por Mario Draghi, conocido como APP (por sus siglas en inglés), que hizo que esas tenencias cayeran en 228.000 millones, hasta los 3 billones de euros. La ralentización del otro plan, vinculado a la pandemia (llamado PEPP) también redujo esa cartera en 15.000 millones, hasta los 1,6 billones. Las reinversiones de ese plan seguirán vivas este año, pero irán ralentizándose hasta acabar a finales de 2024.

Pero la clave de la subida de las bolsas por los resultados es la política fiscal. Los Estados mantienen déficits estructurales con incremento de deuda que produce crecimientos de PIB decrecientes. Un déficit cuando la economía crecía es una aberración. Los países salvo Alemania se están quedando sin capacidad de política fiscal como estabilizador automático. Un déficit presupuestario no es más que adelantar crecimiento futuro. Esto no es Keynes sino Quien es el que se le ocurre semejante despropósito.

Desde 2010, el ratio deuda-PIB ha aumentado en TODOS los países del G7, excepto Alemania. En US, la relación deuda/PIB ha pasado del 95% al ​​123% desde 2010. Además, Japón ahora tiene una deuda equivalente a un asombroso 255% de su PIB. Mientras tanto, la relación deuda/PIB en Alemania ha caído del 82% al 66% durante el mismo período.

¿Qué está haciendo Alemania que los demás no hacen? ¿Y por qué?

La actividad económica global, excluyendo EE.UU., ha sido decepcionante. Reino Unido y Japón publicaron datos del cuarto trimestre peores de lo esperado que los sitúan en recesión técnica en la segunda mitad de 2023. La economía británica se contrajo anualizadamente un 1,4% en el 4T (crecimiento anual desestacionalizado intertrimestral o qoq, saar) tras crecer un -0,5% anualizado en el tercer trimestre. Japón se contrajo 0,4% (qoq, saar) anualizado en el 4T tras crecer un -3,3% en el 3T y perdió el tercer puesto en la economía mundial, que ahora ocupa Alemania. Europa no lo hace mucho mejor: aunque evita la recesión en la segunda mitad de año, la Comisión Europea revisa a la baja su previsión de crecimiento eurozona en 2024 hasta un mísero 0,8% vs. 1,2% anterior, lo que prácticamente no acelerará desde el 0,5% de 2023. Australia también muestra deterioro, pero con un mercado de trabajo con desempleo en máximo de dos años (4,1% vs. 3,9% anterior.

Como señala PIMCO, los datos de EE.UU. podrían estar sufriendo efectos puntuales de enero y turbulentos ajustes estacionales que aún colean de la pandemia. Está claro que un dato no hace tendencia, pero hay datos mixtos que apuntan a una significativa deceleración del consumo (-0,8% intermensual), mientras que la inflación podría persistir (+0,85% intermensual para la supersubyacente o super core, su mayor repunte desde abril de 2022 y acelera hasta 4,3% interanual vs. 3,9% anterior). Esto supone un quebradero de cabeza para la Fed. Los tipos a corto de la curva se han movido de forma agresiva últimamente y ahora descuentan que la Fed solo rebajará 90 puntos básicos en 2024, a partir de junio/julio, frente a los 150 p. b. a partir de marzo que descontaban hace unas semanas.

Identificar los datos económicos que podrían predecir una recesión es crucial para los formuladores de políticas, analistas financieros y empresas que buscan anticiparse a los cambios en la actividad económica.

Las actas de la Fed reflejan cómo “los participantes juzgaron que parte de las recientes mejoras en la inflación reflejan movimientos idiosincrásicos en algunas series”. Desde ese FOMC, la Fed se ha encontrado con unos payrolls excepcionales, un fuerte rebote del ISM (y de los precios pagados) y una notable aceleración en la inflación “core”.

Un aspecto importante a vigilar será si la inflación repunta de manera sostenida o si, por el contrario, sus persistentes niveles actuales se prolongan.

Además, los datos de inflación general de la vivienda en Estados Unidos revelan otra tendencia interesante: mientras que el alquiler equivalente del propietario (REA) experimentó una fuerte subida en enero, el alquiler de vivienda principal prosiguió con su trayectoria a la baja del año previo.

Sin embargo, el REA se determina a partir de una encuesta en la que los propietarios calculan cuánto les costaría alquilar su casa, es decir, que en realidad nadie soporta ese coste. En el mejor de los casos, puede interpretarse como un efecto riqueza en los propietarios con rentas medias. Estos datos más bien subjetivos de las encuestas ya fueron por detrás de la inflación general cuando subía y, por tanto, podrían volver a hacerlo cuando baje.

Wrong is wrong, even if everyone is doing it.

Dejemos de lado los siete magníficos y centrémonos en los grandes temas de esta década: la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la nube. Todos estos están relacionados con los semiconductores, los datos y el sofware para sistemas de información. En una sociedad del conocimiento, con mucho peso en los intangibles la transformación es de tal magnitud que su coste corre a cargo del Estado. Estos se tienen que endeudar para mantener un Estado del Bienestar que no se puede autofinanciar.

Las empresas tratan de ser cada vez menos intensivas en capital para mejorar los retornos y los Estados más intensivas a través de inversiones financiadas con deuda y con retornos muy bajos.

Las grandes empresas de tecnología americana generan tal nivel de caja que pueden crecer en negocios como el “gaming”, la nube, la ciberseguridad, los sistemas de información, la inteligencia artificial etc. La propia magnitud de la inversión se ha convertido en una gran barrera de entrada.

Muchas de las principales economías del mundo están en recesión menos la americana y sin embargo los mercados están en máximos históricos.

La discrepancia entre los mercados de valores alcanzando máximos y las economías experimentando recesión puede parecer contradictoria a primera vista, pero se puede entender.

Los resultados corporativos pintan un panorama coherente con estos débiles indicadores de crecimiento. Aproximadamente 2/3 de empresas ya han presentado resultados en Europa y no solo no hay sorpresas positivas, sino que el crecimiento de beneficios del Eurostoxx 600 se sitúa en torno al 2% y podría caer aún más, según evolucione la temporada.

Entretanto, las empresas estadounidenses continúan batiendo expectativas y más del 70% ha presentado resultados que superan en un 7,5% las expectativas de consenso S&P 500. Esto podría elevar el crecimiento de BPA hasta el 7-8% interanual. Sin embargo, si la analizamos más detenidamente, esa cifra es la media de un club bastante asimétrico: previsiblemente, el crecimiento de beneficios de las 7 magníficas alcanzará el 70%, mientras que las otras 493 empresas publicarán un número negativo, en torno al -3% interanual. Así que quizás las empresas estadounidenses no sean tan diferentes después de todo: si excluimos esas siete, afrontan dificultades muy parecidas a las de las empresas europeas.

LA clave está en la inflación de segunda vuelta. Habrá que estar muy atentos:

Conclusión: Sean cautos. Si consideramos los indicadores de riesgo, las perspectivas de las empresas, la curva de tipos, los riesgos geopolíticos y las valoraciones es posible que la corrección sea inmediata en marzo.

Si miramos en la RAE la definición de moda nos indica “Uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o en determinado país.” También los temas de conversación pueden estar de “moda”, como puede ser a lo largo de la Crisis Periférica hablar acerca de la Prima de Riesgo de Italia, Grecia o España o en la pandemia discutir sobre los nuevos métodos de vacunas para combatir el covid-19. Podríamos decir que en los últimos dos años la palabra inflación ha ganado un gran protagonismo y las intervenciones de los banqueros centrales son la “moda”.

Hemos pasado de un periodo, desde la Crisis Financiera, con una inflación prácticamente inexistente en los países desarrollados, a vernos envueltos en una inflación más “pegajosa” de lo esperado. Para combatir esta inflación persistente existe un gran debate sobre cuál es el Tipo de Interés Neutral. ¿y qué es el Tipo de Interés Neutral? Y ¿por qué es tan importante? Este tipo es la tasa de préstamos que hace que la economía crezca de manera constante, con pleno empleo e inflación cercana al 2%. Esta tasa no la establecen los bancos centrales y tampoco tienen una forma clara de medir cuál su nivel idóneo. Existen diversas opiniones por parte de economistas de cómo ha de calcularse este ratio y no hay un consenso claro.  Lo que sí que podemos saber es que este ratio ha ascendido desde los niveles previos a la pandemia Covid-19. Si el tipo de interés oficial establecido por los bancos centrales se sitúa por encima de la tasa neutral, se considera que los banqueros centrales están restringiendo la economía y si se encuentra por debajo, están expandiendo la economía.

Desde la Crisis Financiera el Tipo de Interés Neutral estuvo marcado por una serie de factores que le hicieron estar en los niveles más bajos de los últimos 40 años. Los factores que provocaron estos niveles fueron: un crecimiento productividad casi nulo, un aumento considerado en ahorros sin invertir (solo un 13% de los europeos tienen sus ahorros invertidos en fondos de inversión), y una población envejecida, caracterizada por tener un nivel de gasto controlado.

ECB Tipo de Interés Neutral

Fuente: FT

Una forma interesante de interpretar el Tipo de Interés Neutral es observar el R-Star, es decir, ajustar el tipo de interés neutral a la inflación. Si miramos la tendencia pre-pandemia en EE.UU. de las estimaciones de la tasa neutral a largo plazo, oscilaban entre 2,4-2,8% implicando que el R-Star estaba en niveles de 0,4-0,8%. Pero según las últimas estimaciones la tasa neutral a largo plazo es 2,5-3% y por lo tanto el R-Star es 0,5-1% (manteniendo el objetivo de inflación del 2%). En cambio, en Europa la última estimación de R-Star se encontraba en niveles de -0,7%.

El mercado descuenta, según nuestra opinión, excesivas bajadas de tipos de interés para este año, tanto en Europa como en EE.UU. En los gráficos a continuación se ve en EE.UU. y Europa lo que descuenta el mercado que van a bajar los tipos de interés los bancos centrales, por un lado, sale el número de bajadas que se esperan y por otro, hasta que nivel descenderán. Creemos que la Tasa de Intereses Neutral ha ascendido desde niveles pre-pandemia, sin embargo, el mercado cree que volveremos a los niveles que vivimos desde la Crisis Financiera y por eso el mercado de crédito se encuentra muy estrecho en cuanto a diferenciales. El incremento de la Tasa Neutral se debe a que actualmente las economías están altamente endeudadas, la inversión en la transición energética ha crecido considerablemente, también ha ascendido la inversión en defensa, y, por último, la fragmentación de la globalización.

Lo que descuenta en tipos de interés el mercado

EE.UU. 

Fuente: Bloomberg

EUROPA

Fuente: Bloomberg

Una vez hemos entendido qué es la Tasa de Interés Neutral y por qué se habla constantemente en el mercado acerca de ella, la realidad es que no tiene mucha utilidad en cuanto a toma de decisiones a futuro. Los banqueros centrales no se apoyan en ella para tomar decisiones acerca de la política monetaria, ya que generalmente es un dato que se sabe con exactitud a pasado. La principal preocupación de los bancos centrales, a día de hoy es la inflación y el empleo y el crecimiento de salarial. Los salarios importan.

Actualmente, los salarios de EE.UU., la Euro Zona y R.U. suponen un 60% del GDP de estos países. Un incremento pronunciado de estos supondrá un efecto directamente proporcional con los precios.

Un concepto básico acerca de la inflación y los salarios es que cuando no hay shocks o ajustes en las economías, la inflación será estable y en el objetivo de los bancos centrales, cuando los salarios crecen al nivel de la inflación más el crecimiento de la productividad. Si el crecimiento salarial está por debajo de este nivel, como ha sido el caso de Japón durante un largo periodo y Alemania antes de la pandemia, pone presión deflacionista sobre la economía. Sin embargo, en los 70 pasó lo contrario, las economías entraron en un bucle inflacionista con subidas salariales. El problema que hemos experimentado recientemente es que la inflación se disparó en 2022 y 2023 pero las subidas de salarios no se hicieron efectivas con la misma velocidad. Ahora se esperan subidas salariales que podrían prolongar aún más el ciclo inflacionista.

Actualmente, el mercado salarial en EE.UU. y en Europa siguen altamente tensionados. Por un lado, EE.UU. sigue en niveles de desempleo mínimos, en torno al 4%, las vacantes por cubrir están en 9 millones, es decir, 1,4 empleos por cada ciudadano buscando empleo y los últimos datos de creación de empleo siguen sorprendiendo al alza. En Europa, como podemos ver en el gráfico a continuación, aunque las características del mercado laboral son distintas, se encuentra en niveles de desempleo más bajos de este siglo.

Desempleo Zona Euro

Fuente: Bloomberg

El problema que tienen los banqueros centrales es que el crecimiento salarial es difícil de medir. Esta información tiende a ser información tardía, especialmente en la Zona Euro; puede estar distorsionada por cambios en la composición del mercado laboral, un incremento de trabajos poco remunerados puede reducir el crecimiento salarial sin ser real; y las estadísticas pueden ser de baja calidad al ser de una de muestra de la población.

Creemos que todavía no se ha combatido la inflación en su totalidad. Los mercados se asegurarán de que esta está controlada antes de tomar decisiones de bajadas de tipos de interés. Para asegurarse, aunque los datos salariales sean indicadores tardíos, las presiones de crecimiento salarial tendrán que desaparecer.

Divisas.

Fuente: Bloomberg/Elaboración propia

Las divisas a lo largo del 2023 han estado muy influenciadas por los movimientos de los Bancos Centrales sobre los tipos de interés. La volatilidad de las divisas del G10 han experimentado una volatilidad inferior a la de 2022, ya que, aunque existía ciertos riesgos, las actuaciones de los Bancos Centrales, de subidas de tipos de interés en su mayoría, ya estaban descontadas. 

En cuanto al tipo de cambio EUR/USD, como hemos mencionado anteriormente, creemos que tanto en Europa como en EE.UU. se descuentan excesivas bajadas de tipos para este año. Creemos que se van a efectuar bajadas de tipos, pero cerca de final de año y en menores cantidades de las que descuenta el mercado. En cuanto a la fortaleza del mercado laboral, la economía de EE.UU. viene más fuerte que la europea y por esta razón podemos esperar que la FED sea más cauto en bajadas de tipos y por consiguiente una apreciación de USD. No obstante, creemos que los movimientos de este tipo de cambio van a estar dentro del rango 1,05-1,11. Aprovecharíamos, para tomar posiciones en USD en niveles cercanos al 1,11 y deshacer posiciones en niveles 1,05.

Diferencial 2 año EE.UU. Vs Alemán y USD/EUR

Fuente: Bloomberg/Elaboración propia

Como hemos comentado anteriormente, el BoJ y el BCE han implementado políticas monetarias contrarias, provocando una depreciación del Yen hasta niveles de 158. Ahora han pasado ambos bancos a los polos opuestos, BoJ abandonando la política de tipos cero y BCE empezando a plantear bajadas de tipos. Con todo esto podemos esperar que el tipo de cambio del YEN frente a las principales divisas (USD Y EUR) se aprecie a lo largo del 2024. Una apreciación del YEN frente al EUR será muy beneficioso para las exportaciones europeas.

EUR YEN

Fuente: Bloomberg/Elaboración propia

Volatilidad Divisas Emergentes

Fuente: Bloomberg/Elaboración propia

A excepción de China y México, esperamos una apreciación de las principales divisas emergentes. Estos países han llevado a cabo un buen saneamiento de sus economías y han controlado sus niveles de deuda. Además, como hemos mencionado anteriormente se espera un crecimiento por encima de la media de las economías desarrolladas. Y, por lo tanto, esperamos que atraigan nuevas inversiones y una apreciación de sus divisas. 

China es un caso aparte con mucha incertidumbre. La economía China se encuentra en una situación muy delicada, el crecimiento post pandemia ha sido inferior al esperado y la inestabilidad del sector inmobiliario acentúa la inestabilidad. A lo largo del 2023 el gobierno de China ha realizado numerosos cambios internos, entre ellos, han limitado enormemente la publicación de datos económicos. Debido a la falta de información de datos va a ser cada vez más complicado acertar en lo que se espera que haga el yuan y por consiguiente no tenemos una opinión clara y creemos que existen muchos riesgos incontrolables.

Finalmente, creemos que el peso mexicano va a experimentar una fuerte depreciación frente al USD. Desde mediados del 2021 el país ha sufrido altos niveles de inflación y su banco central fue uno de los pioneros en subir fuertemente los tipos de interés. Con estas subidas de tipos se produjo un gran flujo inversor hacia México y provocó una gran apreciación del Peso. De cara a 2024 no consideramos que esta situación se vaya a mantener, la tasa de inflación ha descendido hasta el 4%, pero los tipos de interés siguen en niveles del 11%. La economía mexicana está empezando a sufrir debido a los altos niveles de tipos y no vemos que se vayan a mantener arriba mucho tiempo y por consiguiente el atractivo de invertir en México se verá perjudicado. Esperamos ver el cambio MXNUSD en niveles cercanos a 20$. Además, en junio de 2024 se celebrarán elecciones generales y aumentaran las incertidumbres políticas, creemos que los inversores querrán deshacer sus posiciones y tomar ganancia de la apreciación antes de que esto ocurra.

Fuente: Bloomberg/Elaboración propia

Renta variable.

No hay nada más ineficiente que hacer algo que no debería hacerse.”PETER DRUCKER

En estos tiempos imaginar el futuro se hace tanto más difícil. Los seres humanos tenemos la tendencia natural de pensar sobre el futuro basándonos en el pasado reciente. Anticipar lo que viene con base a variaciones de lo que ya ha pasado es la norma. Pero cuando tanto de lo que nos pasa es completamente nuevo, el instinto de ver el futuro como una extensión del presente conduce a graves errores.

No debemos dejar de lado nunca el sentido común. Si el año 2023 fue un gran año de mercado se debió a que la subida de los tipos de interés se interpretó como una reacción a una economía fuerte y un crecimiento nominal muy alto. Los beneficios empresariales pueden combatir la inflación. Las empresas grandes suelen tener poder de fijación de precios, lo que unido a la selección natural de la Inteligencia Artificial y la Nube disparó los índices a máximos. Fue el año de los siete magníficos que en realidad si sumamos a las empresas de semiconductores fueron más.

“Personalmente, soy escéptico ante el bombo que se le ha dado a la inteligencia artificial. Creo que la inteligencia a la antigua funciona bastante bien” Charlie Munger

Fuente MSCI

La tecnología estadounidense destaca en múltiples aspectos, pero su liderazgo en el mercado no es eterno; es posible que los inversores busquen rendimientos en otros lugares.

Pero hay cierta fragilidad bajo la superficie. Los márgenes se han reducido durante siete trimestres consecutivos. El porcentaje de sociedades que superan las estimaciones de ventas está en su nivel más bajo desde 2015, y tanto las ventas como las previsiones de ganancias se están deteriorando. Dado el enfoque en las valoraciones completas, el castigo del mercado por no cumplir las estimaciones es cada vez más severo.

Por tanto, creemos que los inversores deberían buscar grandes capitalizaciones que puedan igualar a los «Siete Magníficos» en calidad, pero con valoraciones más atractivas. En nuestra opinión, la concentración de liquidez en gigantes tecnológicos ha dejado muchas oportunidades disponibles.

Fuente: Factshet,MSCI, CRSP y Bernstein

El ajuste en la tasa de descuento vía tipos de interés y prima de riesgo no se produjo y es quizá ahora cuando se dé, justo cuando se confirma la ralentización. El crecimiento se valora en el numerador en el incremento de los flujos en un modelo de descuento, pero dónde verdaderamente impacta es en el denominador, pues resta a perpetuidad sobre el coste medio ponderado del capital.

One of my favorite philosophical tenets is that people will agree with you only if they already agree with you. You do not change people’s minds.Frank Zappa

Estos días facilitan la reflexión de lo acontecido en materia económica el pasado año y cuáles son las perspectivas para el recién iniciado. 2023 estuvo caracterizado por algunas sorpresas, en general positivas. Algunas fueron de naturaleza macroeconómica, sin recesión generalizada y con moderación de la inflación, y otras de mercados, donde se vivió un entorno alcista algo inesperado para una coyuntura monetaria de elevados tipos de interés.

El auge de la inteligencia artificial, del comercio electrónico y del cloud ha generado una gran disparidad entre el comportamiento de Estados Unidos y el resto del mundo que se mantendrá pero tras corregir excesos.

Es muy pronto para ver qué sucederá en 2024. La probable disminución de tipos puede ayudar, pero la magnitud del impacto dependerá mucho de cómo evoluciona la macroeconomía y la actividad empresarial. Sin olvidar que parte de los efectos positivos pueden haberse descontado en el último trimestre.

Fuente: Charlie Bilello

En el mercado las sorpresas y cisnes negros no se suelen predecir y por eso lo son. Nadie previó en agosto de 2007 el problema con las subprime ni en febrero de 2023 los problemas del SVB, ni las consecuencias del techo de deuda en verano de 2011. Los episodios de crisis sean estructurales o coyunturales no se vislumbran y nunca son iguales. La reducción de Balance de la Fed de finales de 2018 lastró al mercado y quizá las sucesivas siendo más grandes no lo hagan tanto porque surjan nuevos instrumentos para minimizarlo.

Fuente: Haver Analytics. Federal Reserve y Rosenberg Research

Los cambios internacionales que nos afectan a todos se han hecho más frecuentes. Algunos nos tocan directamente y otros tienen efectos más remotos. Pero las noticias cotidianas nos dejan con la sensación de que estamos en una época de grandes cambios.

Uno de los grandes problemas es que se ha hecho política fiscal cuando no tocaba. Esto supone adelantar años de crecimiento sin necesidad, cuando la economía crecía gracias a tipos bajos y liquidez brutal.

 No debemos olvidar que el crecimiento del PIB son personas trabajando más mejoras de productividad. Una de las áreas más directamente afectadas por el cambio demográfico será la situación fiscal: quién paga impuestos, a qué tasa y en qué gastará el Gobierno los impuestos que cobra. La tolerancia hacia los altos niveles de desigualdad económica que existen en Estados Unidos se ha reducido significativamente y Joe Biden tiene como meta disminuir las brechas económicas. Para ello, se va a valer de la capacidad del Estado para cobrar impuestos y a usar el gasto público para catalizar cambios sociales. Un ejemplo de esto es su decisión de aumentar el monto mínimo de impuestos que pagan las grandes empresas multinacionales. Además, decidió no hacerlo unilateralmente, sino creando una amplia coalición de países que actuaran coordinadamente en este campo.

El objetivo de hacer de esta una iniciativa internacional es evitar que las empresas muevan sus operaciones al lugar donde pagan menos impuestos.

Por lo tanto, asistiremos a diferentes palancas que debilitarán el margen de las empresas: efectos de la subida de tipos, subida de impuestos y subida de costes laborables. Los retornos de las grandes empresas se basan en los márgenes, la rotación y el apalancamiento. No parece que ninguno de estos factores sea positivo.

Fuente: Facsheet

El 5 de noviembre de 2024 se celebrarán las elecciones presidenciales estadounidenses. Sin duda será el centro de atención del mercado este año. Un nuevo duelo Biden-Trump parece ahora lo más probable. Sin embargo, otros escenarios son posibles. Sobre todo, aunque se repitiera el duelo Biden-Trump, los efectos en los mercados financieros podrían ser muy diferentes esta vez. El sentimiento de muchos hogares estadounidenses probablemente no sea tan favorable como sugieren los indicadores: Aunque la inflación ha bajado, los precios son bastante más altos que antes de la pandemia (+25% para los alimentos, +20% para los coches nuevos e incluso +35% para los usados)

El déficit estructural americano hay que combatirlo gane quien gane.

Respecto al mercado, los índices están cerca de máximos históricos con fuerte concentración en pocas empresas. Quizá estos corrijan con un número de empresas subiendo superior a las que cedan. Será un año de gestión activa y de profesionales.

Las tres claves básicas continúan siendo inflación/tipos, crecimiento económico y expectativas.

Ninguno de los principales cuatro bancos centrales (Fed, BCE, BoE y BoJ) movió tipos en el 4T 2023, a pesar de la esperanzadora suavización de la inflación, haciendo que las expectativas con respecto a las futuras bajadas de tipos sean la clave. En esta coyuntura la renta fija aguanta bien. Ha adelantado esta bajada, pero los spreads se ensancharán y este efecto fruto del incremento de la morosidad y menor crecimiento no lo hemos visto todavía. Sin embargo, la renta variable sufrirá una gran dispersión en el comportamiento de los índices. Cuando se confirme la recesión de ciclo será cuando las cíclicas comiencen a darse la vuelta pues se venden baratas y se compran caras.

Fuente: ASR Asset Allocation

Cuando cae la probabilidad de recesión es cuando se suele dar. El desempleo es un indicador retardado que suele subir rápidamente.

Hay dos temas resumidos en estos dos gráficos que no podemos dejar de lado:

Fuente: Apollo

Uno hace mención a la dificultad de generar beneficios en la última línea lo que corrobora que había muchas empresas zombi que se mantenían gracias a tipos cero y otra a que la subida de tipos generó pérdidas en la cartera de los bancos que aunque en diciembre se mitigaron todavía hay que ir gestionando.

La mayoría de los balances bancarios se componen en gran medida de préstamos. Por lo general, las entidades mantienen estos activos al valor de cuando concedieron el crédito, menos los reembolsos o las provisiones por deudas incobrables. Pero cuando un banco compra un bono u otro valor, tiene tres opciones generales desde el punto de vista contable.

La opción más sencilla es clasificar los títulos a su valor de mercado. Este es el caso de los activos de trading, que es más probable que se vendan a corto plazo. Pero los bancos también pueden clasificar como mantenidos hasta el vencimiento (MHV, o HTM por sus siglas en inglés) los que no tienen previsto vender. Estos se mantienen en el balance al precio de compra, más cualquier ajuste menor.

Según el FMI, en torno a un décimo de los activos bancarios mundiales están en esta segunda categoría. Los bancos ignoran en gran medida las pérdidas y ganancias no realizadas en estos valores derivadas de las fluctuaciones del mercado, y solo las mencionan en notas contables a pie de página. Estas pérdidas sobre el papel han aumentado considerablemente. En los bancos de EE UU, alcanzaron la cifra récord de 390.000 millones de dólares en el tercer trimestre, según la Corporación Federal de Seguro de Depósitos.

Estamos ante un aterrizaje suave que, acompañado de desinflación, permitirá a los bancos centrales un ajuste fino en los tipos de interés compensando parte de las fuertes subidas de los últimos dos años (525 puntos básicos (pb) de la Fed y 450 pb el BCE). Ahora, dejamos el tipo de interés terminal atrás y debemos pensar en recortes del orden de 150 pb en los próximos 12/18 meses que deberían favorecer una reactivación económica en 2025, hacia cotas en línea con el potencial. Pero de forma simultánea, los bancos centrales deben intensificar el proceso de reducción del tamaño de sus balances. En el caso del BCE es relevante que lo haya hecho en dos billones de euros desde junio de 2022, pero en su mayoría de la liquidez prestada a los bancos. Aún le quedaría por reducir su balance en 4,7 billones, cuatro de ellos de deuda pública (el resto, covered y renta fija privada). Este 2024 recortará unos 500.000 millones. Veremos cómo impacta en los tipos y por ende en la evolución de la economía y los mercados.

 Con suerte, la Fed podría adelantarse al resto de bancos centrales y aplicar una primera bajada en septiembre, aunque es arriesgado porque las elecciones son el 5 de noviembre y podría interpretarse en clave política. Ese evento lo complica todo. Creemos que los datos de inflación en USA ya dan una señal de clara corrección salvo la inflación de servicios que es dónde se engloba la vivienda. Veremos este apartado cediendo pronto.

El BCE podría realizar su primer recorte en septiembre/ octubre si previamente la inflación europea se estabilizase entorno al +2,5% y la Subyacente próxima al +3 %, puesto que el crecimiento económico se debilitará significativamente. Pero todo esto dependerá del alcance de los efectos de segunda ronda sobre la inflación (traslación de las subidas de precios a salarios), que ya son un hecho y que estimamos forzarán que ésta repunte durante el primer semestre. Por eso defendemos que las bajadas de tipos tardarán más de lo que se cree y serán menos profundas de lo que se descuenta.

Conclusión: ¿Qué variables seguir?

Por todo ello seguiríamos como variables clave, la evolución de los beneficios, la marcha de la M3 y la expansión o contracción del crédito. La velocidad de circulación del dinero también es relevante.

Distribución sectorial

Creemos que Europa presenta una distribución sectorial más acorde al momento del ciclo en que nos encontramos y pensamos que lo podrá hacer mejor que USA, Japón y emergentes.

Sectorialmente estamos positivos con los sectores más defensivos. Los sectores proxys de bono como el inmobiliario y las utilities, especialmente en redes de transporte y distribución de electricidad, en telecoms y en infraestructuras en empresas con liquidez para licitar en concesiones con retornos más altos. Finalmente estamos positivos en consumo no discrecional. En el sector farmacéutico, nos atraen las farmas integradas, pero no nos animamos a ponernos positivos por la cercanía de las elecciones americanas, y el miedo a que el recorte de precios de los medicamentos vuelva a marcar la campaña electoral. Creemos que el sector financiero puede, contando dividendos y recompra de acciones, tener un buen comportamiento si bien al mantener un peso elevado en Tier 2 y AT1 preferimos invertirlo vía subordinadas.

Tampoco hay que despreciar lo que supondría una escalada bélica en Oriente Medio, que podría provocar una caída del suministro mundial de petróleo y desatar nuevas inquietudes sobre las perspectivas de crecimiento por lo que tener exposición a petroleras integradas puede ser una cobertura natural en un momento en que las valoraciones son muy atractivas con los niveles actuales del crudo.

Después de años complicados, merece la pena revisar en detalle las compañías pequeñas y medianas. La excesiva concentración del mercado en la gestión pasiva e indexada, que favorece aquellas empresas de mayor capitalización, ha creado un diferencial de valoración que consideramos lo suficientemente extremo y atractivo como para destinar parte del asset allocation a este segmento del mercado.

Hay que respetar el reloj de la inversión. Tras un 2022 criminal en renta fija (y en todos los activos), 2003 un año de consolidación, creemos que 2024 será el año de la recuperación del activo. Las tensiones en la oferta que fueron el origen de este ciclo inflacionario están más que superadas y ahora nos enfrentamos a un escenario donde, en la medida en que los salarios se vayan estabilizando, debemos avanzar hacia escenario de inflaciones ajustadas a los objetivos de los Bancos Centrales que permitan volver a relajar la política monetaria. En la Eurozona ya se ve algunos países con inflaciones 0%. Los Países Bajos. De momento parece impensable pero ya se ha corregido el lado de la oferta y el de la demanda está en curso. A la luz de la desaceleración, el BCE ha sugerido claramente que no volverá a subir tipos, a menos que se produzca un shock inesperado. En el BCE, desde Lagarde a Villeroy, han lanzado el mismo mensaje: confían en que, si los tipos se mantienen en los niveles actuales durante el tiempo suficiente, la inflación volverá al objetivo del 2%

Los efectos de la globalización en las inversiones. De la macro a la micro

Aunque la globalización se ha ralentizado desde el punto de vista de comercio de mercancías y servicios, recordemos también que la globalización va mucho más allá del comercio. La globalización se basa en la difusión global de ideas, actitudes, filosofías y personas tanto como en el comercio de mercancías. Y en este sentido más amplio, la globalización parece acelerarse, no ralentizarse.

Generalmente cuando los restaurantes están llenos y el taxista habla de bolsa sabemos lo que suele seguir después. Huyan de términos que incitan a la duda. Hoy en día, la “innovación disruptiva” es un término que no puede faltar en cualquier presentación que busque promover una inversión, reformar una organización, adoptar una nueva tecnología, despedir personal o lanzar un nuevo producto, que claro, ya no se llama producto sino “solución”.

No creemos que estemos ante una corrección sino ante un cambio de tendencia, si bien los ciclos de caída son mucho más cortos y virulentos:

Fuente: JP Morgan

En un plano más inmediato y elemental, la recolección de datos hoy está más amenazada que nunca. La información procedente de China siempre demandó una interpretación cuidadosa, pero ahora puede decirse lo mismo de la India, que está publicando cifras oficiales de crecimiento inverosímiles y probablemente manipuladas, y donde se ha suprimido el sistema de seguimiento de la pobreza. En Estados Unidos, la polarización política ha producido medidas de pobreza divergentes, lindantes en algunos casos con la negación de su existencia.

Otro de los cambios importantes en la política mundial ocurrió el pasado 23 de octubre, cuando Xi Jinping, el líder chino, logró romper con la norma que lo hubiese obligado a dejar el poder al término de su periodo, tal como lo habían hecho sus predecesores desde Mao. Ese día, Xi fue reelegido presidente de China y secretario general del Partido Comunista por tercera vez, despejando todos los obstáculos para convertirse en el primer dictador vitalicio de China desde la muerte de Mao.

China debe acometer reformas de gran calado. Está en una travesía del desierto que ya afrontó Japón en los años 90 y comienzos de siglo. El peso de la inversión en su economía es muy elevado y precisa de mantener inversiones cada vez menos productivas cuando necesitaría ir pasando a un modelo de mayor consumo interno y fomentar las exportaciones. En ello está sobre todo en bienes de mayor valor añadido y con más peso en servicios pero esa transformación lleva tiempo. La robotización y la inteligencia artificial permiten a la industria producir con mucho menos empleo y los salarios chinos han subido significativamente por lo que han perdido buena parte de sus ventajas competitivas. Los aranceles de Trump se han mantenido con Biden y han desviado mucho comercio y producción industrial de China a Europa, México y Canadá. Y Europa amenaza ahora con imponer aranceles y medidas de protección a los productos chinos, especialmente en el coche eléctrico, donde China tiene el 80% de la cuota de producción mundial y 40% de la cuota de exportaciones totales. El modelo exitoso ya no funciona y China necesita reinventarse.

En 1980, cuando China abandona el sistema comunista de planificación económica, tenía 1.000 millones de habitantes, una renta por habitante en paridad de compra actual de 650 dólares y suponía el 2% del PIB mundial. Hoy son 1.400 millones de chinos, su renta por habitante se ha multiplicado 30 veces hasta 20.000 dólares y ya son la mayor economía con el 20% del PIB mundial.

La lista de áreas en las cuales EEUU y China se verán obligados a coordinarse es larga e importante. La lucha contra la proliferación nuclear, en especial la de Irán o Corea del Norte, y contra la proliferación de armas químicas y biológicas; el terrorismo islamista; los ataques cibernéticos; la inestabilidad del sistema financiero mundial; la piratería; la anarquía de los flujos migratorios; el narcotráfico y el tráfico de personas y armas, o la regulación de las gigantes empresas tecnológicas son solo algunos ejemplos.

Xi Jinping, el líder chino, se planteó la que calificó como una pregunta fundamental para este siglo: “¿Podrán China y Estados Unidos manejar adecuadamente su relación? Esta pregunta concierne al destino del mundo, y ambos países deben responderla”. Tiene razón

EE UU prefiere hablar de los esfuerzos para reducir su dependencia de China en un lenguaje positivo. Las autoridades estadounidenses usan términos como de-risking (reducción de riesgos), friendshoring (relocalización en países amigos) y salvaguarda de la “seguridad nacional”. Sus homólogos chinos ven todas estas referencias como una forma de describir una disociación entre ambas economías, algo que consideran un intento inaceptable de Washington de obstaculizar el ascenso de la República Popular. Las tensiones en torno a Taiwán marcan la pauta de toda la relación: aumentan el riesgo de una desvinculación potencialmente repentina y severa.

Los inversores occidentales han reducido drásticamente su exposición a la segunda mayor economía del planeta.

La asignación media de los fondos de renta variable mundial a activos chinos alcanzó un máximo del 3,13% en abril de 2015. En septiembre de 2023, era del 1,75%, según EPFR. Esto refleja en parte una retirada más general de los emergentes después de que la Fed subiera los tipos. Pero parece poco probable que las asignaciones se recuperen totalmente, incluso si los inversores redescubren su apetito por el riesgo.

El volumen del comercio internacional creció mucho durante el periodo de hiperglobalización (1985-2008), pasando de alrededor del 18% al 31% del valor total de la economía mundial. Con la crisis de 2008, esa cifra cayó situándose cerca del 28%. Y ahí es donde más o menos ha estado desde entonces: manteniéndose estable a pesar de todos los shocks económicos y convulsiones políticas de los últimos años.

Mercados emergentes

Estamos positivos en emergentes principalmente en un escenario de bajada de tipos y debilitación del dólar al ser economías que crecen más, tienen menos deuda, van avanzando en transparencia sus mercados y tienen una valoración relativa frente a desarrollados cerca de mínimos.

Por lo que se refiere a las divisas de los mercados emergentes, las que mejor rendimiento han tenido han sido las latinoamericanas, en particular el peso colombiano (+21,4%), el peso mexicano (+12,2%) y el real brasileño (+8,8%). Los altos tipos de interés reales de la región, y su relativo aislamiento de las crisis geopolíticas, entre otros factores, han sido el principal acicate. Todo lo contrario a lo ocurrido con la moneda china, cuya cotización frente al dólar se ha visto lastrada por la frágil situación económica del país y los problemas del sector inmobiliario.

Los países emergentes cuentan con una ventaja respecto a los ricos: que sus Gobiernos no están sometidos a la esclavitud del Estado del bienestar, que fuerza a los políticos a mantener o incrementar partidas como las pensiones para garantizarse los votos en las siguientes elecciones. También han empezado antes a bajar los tipos de interés, y su futuro puede ser también atractivo si se debilita el dólar, lo cual favorecería a las emisiones de bonos en monedas locales.

Japón: La sorpresa de 2023 que podría seguir en 2024

No es raro que la renta variable ofrezca rentabilidades reales negativas durante periodos de diez años. La Bolsa de EE UU ha experimentado cuatro de estos periodos desde 1900. Pero los inversores estadounidenses nunca han sufrido lo que sus homólogos japoneses. Entre 1990 y 2023, la renta variable del país nipón registró una tasa de crecimiento anual del -0,3%, según el anuario Credit Suisse Global Investment Returns. El Nikkei 225 se mantiene muy por debajo de su máximo de 1989.

La explicación obvia de estos míseros rendimientos es que en 1990 las acciones japonesas estaban excesivamente sobrevaloradas, cotizando a casi 80 veces los beneficios ajustados cíclicamente y tres desviaciones típicas por encima de su tendencia a largo plazo.

Los inversores extranjeros siguen infraponderados pese a que las valoraciones son atractivas, la divisa está barata y está despegando un mercado de control corporativo

“El sistema general de gestión de las finanzas requiere que haya gente que haga ver que puede hacer cosas que no puede hacer y que haga ver que les gusta cuando en realidad no les gusta. Es una forma terrible de pasar la vida, pero está muy bien pagada”. Charlie Munger

Gestión activa frente a Gestión Pasiva

A lo largo de la década pasada asistimos a una intervención de los Bancos Centrales brutal que ha desvirtuado los términos de la inversión. Hoy vamos a tratar de dar algo de luz. Al descontar a tasas muy bajas los flujos en una década el “growth” dobló en rentabilidad al “value” y aquellos que asumieron más riesgo fueron extremadamente recompensados, no tanto por el crecimiento sino por la tasa de descuento. Se confundió acertar con adivinar. Al comenzar la subida de tipos esta circunstancia se dio la vuelta y el año 2022 el “value” lo hizo mejor en un 22%. Y llegó 2023 y nada cuadró. Esto se debe a que lo que ha subido se concentra en muy pocos valores que descuentan un crecimiento desmesurado basado en el nuevo paradigma de la inteligencia artificial. Por lo tanto, ¿de verás este debate tiene sentido?. ¿Considerar el “value” sin el “growth” tiene lógica?.

A truly great business must have an enduring “moat” that protects excellent returns on invested capital. The dynamics of capitalism guarantee that competitors will repeatedly assault any business “castle” that is earning high returns.

Therefore a formidable barrier such as a company’s being the low-cost producer (GEICO, Costco) or possessing a powerful world-wide brand (Coca-Cola, Gillette, American Express) is essential for sustained success. Business history is filled with “Roman Candles,” companies whose moats proved illusory and were soon crossed. Warren Buffet

Comprar a un ratio bajo en veces valor en libros no es “value”. El valor en libros en una economía industrial puede tener sentido, en una sociedad del conocimiento, tecnológica o de servicios mucho menos. Por ello nosotros nos hemos centrado en el “quality” que tiene en cuenta retornos y márgenes más que crecimiento. Apple ya no crece, pero tiene unos márgenes y unos retornos excelentes. ¿Ha pasado de ser “quality growth” a “quality value”? Pues no lo sabemos, ¿pero es eso relevante?

Para nosotros es fundamental descomponer el ROE en margen, rotación y apalancamiento. Inditex tiene un gran retorno por margen y rotación. Su ventaja competitiva está en la flexibilidad y rapidez en el cambio de moda que genera rotación y en control del margen bruto.

Muchas empresas con ventajas competitivas sostenibles pasan al estado de “compounders”. No hay que venderlas nunca: ¿de verdad? Apple no estuvo a punto de desaparecer, Microsoft no estuvo 20 años enrrangada, qué es de General Electric… etc Cuando una empresa buena está muy cara se justifica por el crecimiento, pero ¿estamos cuestionando nuestras asunciones lo suficiente? Si una persona come dos corderos y otra ninguna no significa que los dos comen uno. El problema de las medias de las carteras nos lleva a decisiones erróneas. Las compañías europeas y americanas pequeñas están muchas de ellas aberrantemente baratas. Nadie las quiere. Es increíble el auge del “private equity” y la demolición que han tenido las pequeñas compañías. ¿Es esto lógico?

Si tuviéramos que elegir en qué nos fijamos en una empresa, tras los márgenes y retornos sin duda sería la caja generada. Esta podrá revertir en forma de dividendos, recompra de acciones o inversiones que garanticen el crecimiento o defiendan la ventaja competitiva haciéndola sostenible.

También es muy importante la estructura de capital. Huyan de empresas muy endeudadas. EL mejor analista de equity es el de crédito. Huyan de empresas dónde hay un trasvase de valor del accionista al bonista. Eso pasó con los bancos desde 2008.

Implicaciones de las elecciones en la renta variable

Una circunstancia que se repite en el tiempo es que la renta variable estadounidense tiene un comportamiento ligeramente menos favorable y se sitúa, de media, por debajo de la tendencia a largo plazo en los años en los que sus votantes son llamados a las urnas. En estos periodos, la diversificación y las posiciones defensivas suelen funcionar bien para las carteras.

Por lo general, a los inversores no parece importarles quién gane o pierda las elecciones, pero se sienten incómodos con la incertidumbre y prefieren quitárselas del medio cuanto antes. En particular, los escrutinios ajustados en los que resulta difícil declarar al vencedor tienden a ir seguidos de fuertes repuntes una vez que la inseguridad desaparece, una consideración que quizá deberíamos tener presente de cara a meses posteriores del año.