Mucho se ha hablado de la decepción que ha causado la salida de China de las restricciones por la Pandemia Covid-19. Después del largo confinamiento que sufrieron los ciudadanos de este país, se esperaba una euforia consumidora desmesurada, que no ha ocurrido. El consumo en China supone un 53% del PIB, comparado con EE.UU. que supone cerca de 2/3 de su economía. En esta medida China es el país 156 de 168 en ranking de consumo sobre PIB.

Como comentamos en uno de los anteriores escritos “el consumidor estadounidense representa un peso económico mayor que el de China y tiene aproximadamente el mismo tamaño que las economías de Alemania, Japón, India, Reino Unido y Francia juntas.” Las contribuciones de China a la economía mundial son dispares. Por un lado, contribuye a un 32% de la inversión global y un 18% del PIB global. Por otro lado, únicamente supone un 13% del consumo mundial. Incluso si comparamos estas cifras con países emergentes, China consume un 7% menos que Brasil, aun produciendo más del 40%.

El consumo lo es todo para las economías y los gobiernos lo saben, por esta razón China está comprometida, aunque sin éxito, a aumentar el consumo interno desde hace 20 años. La demografía decreciente de China no ha ayudado a un aumento del consumo. Entre los economistas asiáticos se comenta que “en China se han hecho viejos antes que ricos”.

Analizando EE.UU. Desde que empezaron las subidas de inflación y por consiguiente de tipos de interés en EE.UU.  la gran pregunta era ¿cuánto podría aguantar el consumidor estas subidas? La gran sorpresa ha sido la resiliencia de este mismo. Desde que empezaron las subidas, los consumidores que más han sufrido han sido los más jóvenes, teniendo unos ingresos menores, más deuda y por consiguiente menores puntuaciones de calidad crediticia.

La delincuencia en tarjetas de crédito en los más jóvenes ha experimentado subidas no vistas desde la Crisis Financiera. Lo mismo ha sucedido en la delincuencia de créditos por automóviles. Además, se ha experimentado un gran aumento en las suscripciones a plataformas de pagos a plazos. La gran preocupación es los niveles actuales de delincuencia con un desempleo (4,1% actualmente) en mínimos de la media a largo plazo (5,7%). Y nos preguntamos ¿qué pasará si el desempleo aumenta considerablemente?

Además, cuando analizamos los ahorros de las familias desde antes de la Pandemia, los percentiles más bajos de ingresos han consumido los ahorros y están en niveles inferiores a pre Pandemia. No obstante, en EE.UU. el percentil 20 de más ricos supone un 39% del consumo. Este grupo todavía sigue en euforia consumidora, con gastos elevados en experiencias (conciertos, viajes, partidos de futbol…).  El consumidor americano está llevando una tendencia muy curiosa y drástica no vista desde hace tiempo, este está prefiriendo dejar de pagar sus deudas en tarjetas de crédito y automóviles, pero siendo muy diligentes a la hora de pagar sus hipotecas. Esto se debe a que el 95% de las hipotecas están a tipos fijos a 30 años y los consumidores saben que refinanciar las mismas serían rotos para sus economías familiares. Por otro lado, el precio de los activos que tienen las familias han subido en valoración, tanto el precio de los hogares, como la valoración de los activos en bolsa (el mercado de acciones americano ha subido 12,5tr desde noviembre de 2023).

Otra preocupación del mercado frente a las subidas de tipos de interés era la sostenibilidad en este nuevo entorno de las empresas altamente endeudadas y con baja calidad crediticia. Sin embargo, también ha habido enormes sorpresas por este lado, no habiendo visto numerosos defaults o liquidaciones, descendiendo estos mismos hasta menos del 30%. Como alternativa las empresas con estas características han acudido a reestructuraciones, un 70% de las empresas se encuentran en restructuración. Todo esto ha ayudado a mantener la tasa de paro controlada.

Y aquí es donde a comparamos a China con EE.UU. . Mientras que el primero experimenta deflación, un aumento de defaults en real estate y por consiguiente una confianza del consumidor por los suelos, el segundo esta todavía en un periodo de inflación, inferior a la de los últimos meses, y pleno empleo, con una confianza fuerte, aunque ligeramente inferior a la del último año y medio. El sentimiento es esencial para las economías, un aumento de tasa de paro no solo reduce el consumo de las personas que se ha quedado sin empleo, también afecta enormemente a sus familiares, amigos y vecinos. Y por esta razón China y EE.UU. llevan caminos opuestos actualmente.

La renta variable europea lleva unos años estando mucho más barata que la americana. Es una de las conversaciones junto con las posibles bajadas de tipos más frecuentes en la industria. Menos comentado, pero no por ello menos anómalo, es el descuento que presentan la pequeñas y medianas empresas, pero fundamentalmente las pequeñas frente a las grandes compañías. Este descuento está presente tanto en el viejo continente, como al otro lado del Atlántico.

El descuento ha llegado a ser tan aberrante, que muchos inversores están analizando el activo para entenderlo y para ver si está justificado, o si por el contrario deben invertir en el activo.

Las small caps históricamente han cotizado con prima sobre las large caps, por su perfil de mayor crecimiento. En estos momentos, con la economía creciendo moderadamente en Estados Unidos y razonablemente en Europa, los mercados americano y europeos en sus máximos de 15 años, las small caps, no solo no cotizan con prima, sino que cotizan por debajo de su media histórica.

Creemos que no hay un único factor que explica el descuento de las small caps, sino que es la suma de varios:

Los índices cada vez están más concentrados, y las mega caps, como los 7 magníficos son las que impulsan el mercado y aumentan su valoración. En Estados Unidos si excluimos las mayores compañías, los índices de grandes compañías no estarían tan caros y estarían más en línea con las small caps.

Inversión pasiva. Con la popularización de la inversión pasiva, los inversores invierten mayoritariamente en los mismos índices, lo que concentra la inversión en los mismos valores y aumenta su valoración dejando al resto de lado.

Las small caps europeas, donde no existe un mercado de high yield muy profundo, dependen más de la financiación bancaria que las grandes compañías. Tienen la mayor parte de su deuda a tipos variables, y la subida de tipos les ha afectado en márgenes sustancialmente más que a las empresas grandes, que aprovecharon el entorno de tipos bajos de los últimos años para financiarse a tipos fijos muy bajos a largo plazo en el mercado de capitales. En Estados Unidos, los bancos regionales tienen un peso importante en el índice de small caps, y han lastrado su comportamiento. Esto se debe a la subida tan abrupta que han tenido los tipos, que les ha afectado de dos maneras. Por un lado, por las dudas de su liquidez al tener gran parte de sus activos en bonos de largo plazo con minusvalías latentes, por otro lado, porque al subir los tipos la Reserva Federal tan rápido, los consumidores no están solicitando créditos, y los bancos no están consiguiendo colocar créditos a los tipos actuales.

Las pequeñas compañías tienen menos poder de fijación de precios. En un entorno de inflación alta como el que hemos vivido las pequeñas compañías tienen mayor dificultad para trasladar las subidas de costes a los clientes que las grandes empresas.

Falta de M&A. Tradicionalmente el M&A ha sido un catalizador de las small caps, pero con el aumento de los costes de la deuda, las empresas grandes no han querido apalancarse, y no han comprado pequeñas. Los fondos de Private Equity tampoco están comprando nada, ya que les está costando levantar capital, y con la subida de tipos su negocio de comprar compañías y apalancarlas al máximo se ha vuelto inviable.

Falta de liquidez. Los fondos de inversión cada vez compran menos smalls caps. Los reguladores han puesto el foco en la liquidez de los fondos, y la negociación en los mercados de muchas small caps es irrisoria. Los fondos tienen que estar varias semanas, sino meses para liquidar posiciones. Otro factor que afecta a la liquidez es que las small caps cada vez tienen menos cobertura de analistas, por lo que menos inversores invierten en ellas.

Estos motivos explican por qué están más baratas las small caps frente a las grandes compañías. Lo que creemos que es más complicado es prever cuando esta situación se va a dar la vuelta. Las small caps llevan estando baratas varios años, y pueden continuar estándolo varios trimestres más. Algunos de los factores explicados creemos que son irremediables a corto plazo, como la inversión pasiva o la falta de liquidez.

Nosotros en el corto plazo no creemos que la situación cambie. Para ponernos positivos en el activo tendríamos que ver bajadas de tipos, que favorecería un aumento del M&A y una reactivación industrial. De ponernos positivos en small caps, lo más probable es que fuera en Europa, ya que consideramos que la valoración es más aberrante y nos ofrece un mayor perfil de seguridad.

Hoy vamos a exponer como conviven un capitalismo de Estado con un ecosistema de tecnología disruptiva con grandes firmas con repercusiones más relevantes que naciones poderosas y como debemos invertir en este escenario. Por un lado, tenemos el efecto de la sociedad de coste marginal cero y por otros oligopolios que son más fuertes que potencias mundiales. Esto genera el miedo a perderse algo (FOMO) y la cautela a invertir en “value traps” y empresas zombis. También a ver la deuda como una alternativa mejor al capital en algunos casos.

Aunque las actuales ganancias bursátiles parecen concentrarse en la tecnología, muchos otros sectores están adoptando de manera creciente la innovación digital, liderada por la IA. Grupos manufactureros e industriales incorporan robótica, impresión 3D, mantenimiento predictivo y optimización logística en sus procesos, además de utilizar la IA para gestionar y monitorizar mejor sus cadenas de suministro. Por su parte, el sector financiero utiliza tecnología de pagos digitales, prevención de fraude y “blockchain” para reforzar y optimizar sus sistemas. Asimismo, la IA influye en casi todos los aspectos del sector médico, desde el desarrollo de fármacos hasta el tratamiento de pacientes.

La tecnología también presenta oportunidades considerables en temas sociales, como un mejor acceso a telecomunicaciones y una mayor igualdad educativa, con enfoques de aprendizaje más personalizados. Por otra parte, puede incluso ayudar a propiciar las eficiencias energéticas y de recursos necesarias para abordar el cambio climático.

“Es duro fracasar, pero es peor aún nunca haberlo intentado“

Theodore Roosevelt

Con tipos de interés ceo la industria se convirtió en un crucero. Obligaba al rentista a invertir y al inversor a especular. Los cruceros no son caros, pero luego vienen los cocktails, el casino, las copas etc. El coste del crucero fue la liquidez. Ahora con el precio del dinero, que son los tipos de interés, todo vuelve. Mejor inversión liquida. En un crucero te tienen cautivo.

“A menos que las personas crean que pueden producir los efectos deseados con sus acciones, tienen pocos incentivos para actuar. La creencia de eficacia, por tanto, es una de las principales bases de la acción. Las personas guían sus vidas por sus creencias de eficacia personal”

Albert Bandura

Hace casi 250 años, el economista y filósofo Adam Smith escribió «La riqueza de las naciones», donde describió el nacimiento de una nueva forma de actividad humana: el capitalismo industrial. El valor estaba en el capital. El emprender se pagaba. Hoy en día se está dando un trasvase del accionista al bonista.

“Siempre que pensemos que el problema está allí fuera, este pensamiento es el problema”

Stephen Covey

“It is great wealth to a soul to live frugally with a contented mind”

Lucretius

Con la revolución industrial y el nacimiento del capitalismo éste conduciría a la acumulación de riqueza más allá de lo que él y sus contemporáneos podrían haber imaginado. Ahora el crecimiento es el del futuro adelantado. Es un crecimiento basado en la deuda. Con déficits estructurales en economías creciendo. Una aberración.

«El déficit es el síntoma, pero el gasto es la enfermedad»

Jeb Hensarling

“The person attempting to travel two roads at once will get nowhere”

Xun Kuang

El capitalismo impulsó las revoluciones industrial, tecnológica y verde, remodeló el mundo natural y transformó el papel del Estado en relación con la sociedad.

Sacó a innumerables personas de la pobreza durante los últimos dos siglos, aumentó significativamente el nivel de vida y llevó al desarrollo de innovaciones que mejoraron radicalmente el bienestar humano. Este contrato social se ha roto primero en China que era una economía dirigida, pero en las desarrolladas también pues no se puede asegurar que continue la mejora del nivel de vida.

La deflación de rentas está afectando a los modelos de negocio. El poder de fijación de precios es menor y exige mucha inversión.

Desde Welcome hemos dado un paso a la subordinación porque en rentabilidad riesgo el “ratio sharpe” es mucho más atractivo. Ahora no vale comprar productos sino pensamiento: analizar regulación, solvencia, sectores, temas estructurales etc.

Hoy en día para mantener la imagen de marca hay que invertir mucho en ella y eso hace que los márgenes se resientan. Ejemplo: Nike vende casi lo mismo que Inditex, pero gasta mucho menos. Inditex no hace rebajas, no paga publicidad, no paga a modelos. Eso es poder de fijación de precios

La historia nos enseña que las revoluciones industriales vienen a menudo acompañadas de un periodo de “destrucción creadora”, en la que puestos de trabajo se crean y se destruyen, empresas existentes son adelantadas por nuevos actores y surgen nuevas soluciones para viejos problemas.

El impacto a corto plazo de esta disrupción puede ser profundo, para los inversores y para el conjunto de la sociedad. En el sector tecnológico ya hemos visto que el poder y la riqueza pueden concentrarse con gran rapidez en un puñado de líderes, y esta tendencia podría repetirse en el caso de otras innovaciones y tecnologías en el futuro.

El capitalismo de Estado, o en un sentido más amplio el intervencionismo de los gobiernos en la actividad económica está en ascenso en el mundo, y ello plantea nuevas exigencias para la internacionalización de la economía y las empresas. Por eso las empresas familiares se comportan mucho mejor que el mercado. No hay conflictos de interés ni problemas de agencia.

En el sector de infraestructuras volverá a haber una colaboración publico privada.

El crecimiento del intervencionismo gubernamental en la economía es un fenómeno que afecta a muchos países. La OCDE ha publicado recientemente un estudio sobre el papel de las empresas estatales. Según este estudio, el 22% de las 100 mayores empresas del mundo están sometidas a control estatal. Se trata del porcentaje más alto en varias décadas. En los últimos diez años ha habido un fuerte aumento de la actividad de fusiones y adquisiciones protagonizadas por empresas estatales. Estas tendencias, señala el estudio, se mantendrán previsiblemente en el futuro.

Los fondos soberanos, por su parte, están adquiriendo también una creciente importancia en la economía mundial.

Las consecuencias del Estado del Bienestar son brutales. La diferencia entre Europa y USA se acentúa. Desplegar las nuevas reglas fiscales que ha adoptado la UE va a requerir ajustes fiscales “significativos en muchos Estados miembros”. El Fondo Monetario Internacional (FMI) va directo al grano en sus conclusiones sobre la zona euro, publicadas este jueves: advierte de la intensidad del esfuerzo presupuestario que habrá que hacer y subraya que será desigual, porque recaerá más en los países con volúmenes de deuda muy alta, España entre ellos, que en los que tienen un carga menor. Estos últimos, recuerda, “tendrán más margen”. Y esto no será fácil de desarrollar, de ahí que el organismo que dirige la búlgara Kristalina Georgieva enfatice la necesidad de un “apoyo político sostenido”, un respaldo tanto dentro de cada Estado como por parte de los Gobiernos en las instituciones de la Unión que más papel tienen en su aplicación: la Comisión Europea y el Consejo de la UE.

El ascenso del capitalismo de Estado plantea cuestiones a distintos niveles. Por ejemplo, a nivel de la gobernanza internacional exige actuaciones para favorecer un campo de actuación igualitario para las empresas, para evitar que existan discriminaciones o favoritismos según la naturaleza pública o privada de aquéllas.

Cuando uno piensa en “capitalismo de estado” le vienen a la cabeza planes quinquenales soviéticos de Stalin o el gran salto adelante de Mao. Eso ya es historia.

El concepto de «nuevo capitalismo de estado» se refiere a un sistema económico en el cual el gobierno tiene un papel activo y directo en la economía, ya sea a través de la propiedad de empresas, la regulación estricta, o la provisión de incentivos específicos para el desarrollo de ciertos sectores. Este modelo puede ser observado en varias economías emergentes y desarrolladas, donde el estado interviene para orientar el desarrollo económico.

Invertir en economías con fuerte intervención estatal conlleva ciertos riesgos, como:

Riesgo Político: Cambios en la política gubernamental pueden afectar negativamente a las inversiones.

Riesgo de Regulación: Regulaciones estrictas y cambios regulatorios pueden impactar en las empresas y sectores.

Transparencia y Gobernanza: Las empresas estatales pueden tener menor transparencia y problemas de gobernanza.

Antes del Covid se estaban produciendo ciertos cambios que se han acelerado tras la salida del mismo. El problema es que en general somos resultadistas y rompemos la disciplina.

Por otro lado, la tecnología disruptiva está cambiando fundamentalmente los sistemas industriales “antiguos”, al dar entrada a nuevos actores en el mercado y dejar fuera de juego a empresas consolidadas.

Esta innovación va más allá de la industria tecnológica propiamente dicha, afectando a casi todos los sectores y dando pie a excitantes oportunidades de crecimiento para los inversores. Al mismo tiempo, la escala y el ritmo de esta disrupción están cambiando no solo los negocios, sino también el funcionamiento de las economías y las sociedades, con lo que requieren una gestión cuidadosa.

Entrenar y mantener en funcionamiento los modelos de lenguaje de gran tamaño en los que se basa la IA generativa ha disparado la demanda de unidades de procesamiento gráfico (GPU), un componente innovador de ingeniería de semiconductores. A largo plazo, la demanda de chips también podría verse respaldada por otros mercados finales, como la automoción (donde el contenido electrónico aumenta y las existencias siguen siendo bajas) y los centros de datos (que respaldan las iniciativas de computación en la nube y de IA).

Al mismo tiempo, las aplicaciones de internet de las cosas (IdC) abarcan la seguridad y la automatización del hogar, la monitorización de la salud y de la condición física, la automatización de fábricas, el seguimiento de activos, el transporte público, las ciudades inteligentes y la medición del consumo de agua, gas y electricidad.

“Great companies have secrets: specific reasons for success that other people don’t see”

Peter Thiel

Aunque la IA está obligando a los inversores a redefinir nuestra visión de la tecnología, no todos los segmentos tecnológicos florecen por igual. En general, el gasto en comercio electrónico todavía se está normalizando tras la enorme subida de la demanda durante la pandemia, y el gasto en ordenadores personales y smartphones de gama baja ha sido relativamente moderado respecto a las tendencias históricas.

Es un problema de demanda con falta de oferta que se está ajustando.

La demanda muestra la cantidad de personas que están dispuestas a adquirir bienes y servicios a diferentes precios en un periodo determinado. Por otro lado, la oferta se refiere a la cantidad de empresas (y con ello de bienes) que encuentran rentable producir y vender a diferentes precios en ese mismo periodo. La interacción entre la demanda y la oferta determina el precio y la cantidad de equilibrio en el mercado, es decir, el punto donde la cantidad demandada iguala a la cantidad ofrecida. Cualquier otro par no es equilibrio y el mercado tiene incentivos a moverse al mismo sin necesidad de ninguna intervención consciente (parte de la mecánica de la mano invisible).

La demanda y la oferta no solo interactúan, sino que se influyen mutuamente. Un aumento en la demanda de un producto dada una producción eleva los precios, incitando a nuevos oferentes a participar, o a los ya existentes a producir más. De igual manera, una disminución en la oferta puede llevar a un aumento en los precios si la demanda se mantiene constante, lo que puede a su vez afectar la cantidad demandada.

“Extrapolation is the opiate of the people”Russel Napier

Esto que se comenta responde a una ley universal que corresponde a dos principios básicos del comportamiento humano y a las limitaciones que la tecnología impone. La ley de la oferta y la demanda es lo primero que debemos aprender si queremos entender una economía. Estas leyes conforman los mercados, y estos no existen sin ellas. Sin embargo, es frecuente encontrar propuestas explicativas de la economía que asumen implícitamente que una de las dos no existe, o que las ignoran por completo.

Llegados a este punto Vd se preguntarán. Y entonces ¿dónde invierto?

A modo de conclusión y porque la regulación ha generado una oportunidad en favor del inversor frente a las instituciones financieras invertiríamos en deuda subordinada financiera, también en corporativa (híbridos) por el lado de renta fija. EN renta variable en redes de transporte y distribución, en compañías con poder de fijación de precios que se detecta en ROCEs elevados por márgenes altos, en empresas familiares, en tecnología disruptiva ( semiconductores, Cloud, IA), en lujo pero de calidad, en emergentes asiáticos ( Taiwan y Korea) y dentro de gestión alternativa en private equity de secundarios, en deuda privada y en activos seguros. Gestionaríamos el riesgo con diversificación con activos des correlacionados( fondos catástrofe) y con coberturas ahora que está muy barata la volatilidad.

Uno de los principales errores que cometemos al montar a caballo es mirar al cuello del animal, en vez de mirar al horizonte entre sus orejas. Para ello, según los académicos, deberíamos mantener el cuerpo recto y erguido, lo que nunca deberá confundirse con tenso o rígido.

Éste es uno de los principales problemas de los que atravesamos en las sociedades occidentales. Estamos más pendientes de las luchas intestinas tácticas, que de levantar la cabeza y otear el horizonte, Y esto ocurre en un momento crítico para las sociedades occidentales democráticas desarrolladas. En un momento en que sería fundamental tener gobiernos centrados en los problemas que nos aquejan, soportados por sociedades cohesionadas y compactas. Esta falta de cohesión interna, impulsada por el populismo, deriva sin duda de las consecuencias económicas y sociales de la crisis de 2008, y de las de la revolución digital y tecnológica.

Siendo siempre grave esta falta de cohesión, lo es mucho más en una situación de cambio histórico como la actual. Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la incorporación de China a la Organización Mundial del Comercio en 2001 hemos vivido unas décadas de globalización, desarrollo y cooperación a nivel mundial. Todo ello empezó a truncarse a mediados de la década pasada y se ha hecho especialmente patente tras la pandemia. Para enfrentar este nuevo mundo, las sociedades occidentales deberíamos estar unidas, y la realidad es que ni en el mundo anglosajón, ni en la Europa continental está sucediendo.

Especialmente preocupante es la situación en Europa con dos problemas acuciantes: tenemos que ver cual queremos que sea nuestra posición ante el reto de la fragmentación de la globalización, y tenemos que responder al reto de la inmigración (una de las principales causas de la falta de cohesión política interna) ante la bomba demográfica africana.

Esta falta de cohesión en Europa se manifiesta en dos niveles: en primer lugar, entre estados, al querer afrontar los problemas de diferente forma entre los distintos gobiernos de los estados miembros de la Unión. Y, en segundo lugar, dentro de los distintos países, con sociedades cada vez más polarizadas y enfrentadas. De hecho, ha tenido su reflejo en los resultados de las elecciones europeas, que a su vez se está proyectando en los mercados financieros. Así podemos ver como fruto de la inestabilidad política en Francia, la deuda francesa y periférica está ampliando sus diferenciales al mismo tiempo que el Euro es castigado y ceden los activos de riesgo.

En el gráfico de arriba, en la parte superior, se puede ver la rentabilidad del bono a 10 años alemán y el francés. Y en la parte inferior el diferencial entre ambos. Podemos observar como la prima francesa (0.76% pagan más que los alemanes por financiarse) prácticamente ha igualado sus máximos de 2017, cuando Marine Le Pen compitió con el actual presidente, Emmanuel Macron, por la presidencia de la República Francesa. Desde la creación del Euro, sólo durante la crisis periférica está prima había sido superior.

En lo referente al riesgo geopolítico, con la guerra de Ucrania a las puertas, y el conflicto de Oriente Medio en el Mediterráneo Oriental, está claro que Europa va tarde en el desarrollo de su autonomía estratégica. De hecho, en la guerra ucraniana los europeos somos claramente los perdedores, al hacernos mucho más dependientes de los EE.UU. Ya no sólo militarmente, si no también energéticamente. Esto ocurre en un momento de conflicto geopolítico entre China y EE.UU. en los que Europa debería tener más autonomía para defender sus intereses. Y todo ello, con la posible llegada de Donald Trump al poder y su falta de interés por el escenario europeo.

Para afirmar esa autonomía estratégica Europa debería impulsar una industria de defensa común que surtiera de equipos y armamento homogéneo a los distintos ejércitos de los distintos estados. Compartiendo gastos de investigación y desarrollo, además de tener asegurados grandes pedidos para los diferentes ejércitos, podríamos competir con las industrias de otras naciones, tanto en el campo de defensa como en el aeroespacial. Todo ello se podría realizar incluso con el gasto actual, pero aquí chocamos una vez más con los distintos intereses nacionales, lo que hace que este gasto sea mucho más ineficiente. En ese sentido se han dado algunos pasos, pero es evidente que hace falta una política ambiciosa de defensa común para desarrollar esa industria común.

En lo que respecta a la inmigración y a la bomba demográfica africana la realidad es que sólo hay un debate populista y de avestruz, y hay poco debate sobre la bomba demográfica que tenemos en el sur.

Poco o nada se habla del plan de la excanciller Angela Merkel para realizar un plan Marshall en el norte de África. Probablemente una de las soluciones más practica para el problema de la inmigración no deseada. Es evidente que con la pirámide poblacional europea la inmigración es necesaria y lo que habría que combatir es la inmigración no deseada. Siendo Europa una Unión defensora de los derechos humanos y de los valores occidentales no parece mala solución invertir en desarrollo en esos países. Además, de la influencia política que ganaríamos, y los posibles retornos económicos para nuestras empresas. Evidentemente, todas esas inversiones deberían ir destinadas a proyectos concretos y supervisados, para que ese dinero no se perdiera por las cañerías del sistema y acabaran en cuentas opacas de autócratas y allegados. Según afirmaba en 2017 Gerd Muller, entonces ministro alemán de cooperación económica y desarrollo, atender a un ciudadano africano en Europa es 130 veces más caro que atenderlo en su propio país.

Solo hacer una mención a quien fue George Marshall. No era economista, sino un militar que tuvo que sacrificar a muchos de los suyos para garantizar la victoria aliada en Europa. Trabajó con el demócrata Truman y apoyó al republicano Eisenhower, y acabó pasando a la historia por organizar la mayor intervención económica pública que había existido hasta la fecha. Fue un militar que aplicó políticas keynesianas, que garantizó la paz social en Europa y cortó cualquier opción de expansión del totalitarismo. Por todo ello, acabó recibiendo el premio Nobel en 1953.

Y para ilustrar la bomba demográfica que tenemos al sur, valen unas pocas cifras y gráficos.

La población de África, que se estimaba en 140 millones de habitantes en 1900, representaba en ese momento el 9% de la población mundial, pero desde entonces la proporción se ha duplicado. Impulsada por una disminución de la mortalidad y algunas de las mayores tasas de natalidad en el mundo, la población total de África se ha multiplicado por diez y ahora supera los 1.400 millones de habitantes. Según proyecciones de las Naciones Unidas, para 2050 la población de África rondará los 2.500 millones, lo que supondría que más del 25% de la población mundial será africana. El crecimiento demográfico se desacelerará de ahí en adelante, pero África seguirá siendo por lejos la mayor fuente de crecimiento en el mundo; para finales de siglo, su proporción de la población mundial se aproximará al 40%. Naciones Unidas prevé que solo ocho países contribuyan a más de la mitad del aumento de la población mundial en los próximos tres decenios, y cinco de esos países están en África. La población en edad de trabajar en estos países africanos, y en muchos otros del continente, crecerá más velozmente que cualquier otra franja etaria.

En este sentido no sólo hay que mirar el crecimiento de esa población, si no la edad de ésta, lo que impulsará sus ganas de emprender el viaje en busca de un futuro soñado ante el presente de hambre y pobreza.

A este coctel en España nos debería interesar especialmente el crecimiento de población en el África subsahariano, con todos los problemas de terrorismo integrista actuales:

Ante todo ello, en nuestra opinión, se hace cada vez más necesario un debate amplío, honrado, y sin populismos, para la adopción una política industrial de defensa europea común, y el desarrollo de un plan Marshall europeo en el norte de África.

Si has estado en Madrid o sus alrededores a lo largo de la semana, serás consciente de la persona que ha estado en boca de todos, Taylor Swift. Si tuviste la oportunidad de presenciar algunos de los dos conciertos de esta artista, estarás de acuerdo conmigo que es un Show único en el que una artista con multitud de talentos da los máximos de si misma. Podrá no gustarte su estilo de música, pero sus habilidades son palpables. A lo largo de 3 horas y media de concierto, sin descanso, se aprecia su gran voz, grandes capacidades de baile y grandes capacidades de cambio de vestuario en segundos (16 cambios). A todo lo anterior añadimos el gran talento de haber publicado 11 álbumes en toda su carrera profesional, con todas las canciones compuestas exclusivamente por ella y haber batido el record de número de álbumes premiamos por los premios Grammys, los más relevantes de la industria de la música.

La gira musical que está actualmente llevando a cabo la artista, The Eras Tour, se compone de 153 conciertos en más de 100 países. Esta gira comenzó a principios de 2023 y termina a finales de este año, 2024. A lo largo del 2023, la artista tocó delante de 4,35 millones de personas y recaudó cerca de 1.000 millones de USD en venta de tickets. Además, del beneficio que se genera por la venta de entrada se considera que está artista tiene una gran repercusión en las ciudades donde actúa con: ventas de merchandising, aumento de precios en los hoteles, aumento de reservas de restaurantes y aumento ventas de prendas para ir vestido adecuadamente al concierto (sombreros, prendas de lentejuelas, complementos rosas…). La repercusión de sus conciertos han llegado a llamarla “Swiftonomics”. Se han llegado a hacer numerosos estudios en los diferentes países en los que actúa y como a lo largo de los días de su estancia se produce un aumento de la inflación temporal.

Es sorprendente como una estrella del Pop puede llegar a tener una influencia tan relevante allá donde vaya. Además, de todos los efectos económicos que provoca su gira, también podemos apreciar la gran repercusión política que tiene la artista. Hasta 2018 Taylor Swift no se había pronunciado en cuanto a su opinión política. Se esperaba que una chica como ella de procedencia de Tennessee y cantante de música Country apoyará al partido Republicano. No obstante, tras un Tweet en 2018, dejo claro su apoyo al partido Demócrata posicionándose en contra de la candidata al senado republicana, Marsha Blackburn, quien más tarde venció. Más tarde Taylor también jugo un papel importante en las elecciones presidenciales de 2020, apoyando a Biden y animando a todos sus fans a darse de alta para votar en las elecciones. Biden ganó un 57% de los votos de mujeres en las elecciones y dos tercios de los votos de mujeres entre 18 y 29 años. Se espera que el papel de Taylor en las elecciones presidenciales de 2024 sea relevante y podría cambiar el voto y animar a votar a gran parte de la enorme masa que compone sus fans.

Finalmente, analizamos la influencia geopolítica de esta artista. Como hemos comentado anteriormente Taylor actuará en más de 100 país tras dos años de gira. La selección de los países en los que toca no es al azar. En el Sur Este asiático el único país en el que actúa es Singapur con 6 conciertos. Políticos de países como Tailandia y Filipinas han criticado este movimiento y afirman que se ha hecho así por el pago de 3 millones de USD por concierto a la artista. Lo que está claro es que en países donde están en contra de los movimientos LGTBI no verán a la artista actuando.

Esta claro que la influencia de Taylor Swift es enorme y hay grandes economistas no subestiman su capacidad cambiar la economía, ¿podría el efecto de su gira ser relevante a la hora de subir o bajar tipos de interés? ¿Qué dice la Ley de Taylor al respecto?

….. swift de la Ley de Taylor

Cuando se trata de política monetaria, los bancos centrales de todo el mundo tienen varias herramientas a su disposición para estabilizar la economía y controlar la inflación. Una de las reglas más conocidas y discutidas es la Regla de Taylor, desarrollada por el economista John B. Taylor. Sin embargo, es importante comprender que la regla de Taylor no es la única regla de política monetaria disponible.

La regla de Taylor es un indicador que sirve para determinar el tipo de interés necesario para estabilizar una economía en el corto plazo, pero manteniendo el crecimiento a largo plazo. Fue introducida por John Taylor en 1992. John B. Taylor, economista y profesor de la Universidad de Stanford, propuso la Regla de Taylor como respuesta a los desafíos planteados por la Gran Inflación. Su gobierno tenía como objetivo proporcionar un marco sistemático para fijar las tasas de interés en función de las condiciones económicas prevalecientes. Al incorporar variables tanto de inflación como de producción, la regla de Taylor buscaba lograr un equilibrio entre la estabilidad de precios y la promoción del crecimiento económico.

Cuando la inflación es muy alta los bancos centrales suelen aumentar los tipos de interés de corto plazo para contenerla, mientras que si el crecimiento económico es muy bajo o hay recesión, los bancos centrales reducen el tipo de interés para impulsar el crédito y el consumo. Taylor asume esa actuación por parte de los bancos centrales, y aunque no sea una norma escrita, la experiencia nos dice que sí se cumple.

Es una regla sencilla que describe bien la relación entre la economía y los tipos de interés en los años 80, pero la simplicidad tiene un coste.

Es difícil capturar en una ecuación todas las variables que influyen en las decisiones de política monetaria, máxime si tenemos en cuenta los cambios acaecidos desde los 80 en el modelo productivo.

Desde su creación, la regla de Taylor no solo ha servido como guía a los bancos centrales para calibrar los tipos de interés, sino también como guía de la oferta de dinero, dado que los tipos de interés y la oferta de dinero están ampliamente relacionados.

La regla de Taylor se basa en tres factores para calcular el nivel óptimo de tipo de interés. Estos tres factores son la diferencia entre la inflación esperada y objetivo, el PIB esperado y la tendencia a largo plazo y por último un tipo de interés neutral a corto plazo, consistente con el pleno empleo. Taylor recomienda utilizar la inflación de un año. La fórmula de la regla de Taylor es:

r = r* + [ 0.5 · (PIBe – PIBt) + 0.5 · (ie – it) ]

Donde:

r = tipo de interés objetivo

r* =  tipo de interés neutral (normalmente 2%)

PIBe = PIB esperado

PIBt = Tendencia del PIB a largo plazo

ie = tasa de inflación esperada

it = tasa de inflación neutral (normalmente 2%)

Muchas veces se utiliza además la inflación de los últimos cuatro cuatrimestres para calcular la regla de Taylor, estableciendo el tipo de interés neutral en el 2%. Siendo la fórmula:

r = 2 + p + [ 0.5 · (PIBe – PIBt) + 0.5 · (ie – it) ]

Donde p es la inflación de los últimos cuatro cuatrimestres.

Ejemplo:

Supongamos que estamos ante una situación de crecimiento económico bajo comparado con lo esperado (1%), y a su vez la inflación está cercana a cero (0,5%). Donde:

r* =  tipo de interés neutral = 2%

PIBe = PIB esperado = 1%

PIBt = Tendencia del PIB a largo plazo = 3%

ie = tasa de inflación esperada = 0,5%

it = tasa de inflación neutral = 2%

r = 2% + [0.5 · (1% – 3%) + 0.5 · (0.5% – 2%)] = 0,25%

r = 2% + [-1% + (-0.75%)] = 0,25%

En el ejemplo podemos ver que, si solo tuviéramos en cuenta el crecimiento económico, deberíamos bajar el tipo de interés para así impulsar la economía. Es decir, bajar el tipo de interés al 0,25%.

Los críticos argumentan que la regla de Taylor simplifica demasiado la naturaleza compleja de la economía al depender únicamente de dos variables: la inflación y la producción. Sostienen que también deben considerarse otros factores, como las condiciones del mercado financiero, los tipos de cambio y las tendencias económicas globales, al determinar las tasas de interés.

Algunos economistas proponen marcos alternativos a la regla de Taylor. Por ejemplo, centrarse en el crecimiento del PIB nominal en lugar de en la inflación y las desviaciones del producto podría proporcionar una medida más integral del desempeño económico. Otros abogan por un enfoque más discrecional, que permita a los bancos centrales ajustar las tasas de interés en función de una gama más amplia de indicadores y condiciones económicas.

Al utilizar la regla de Taylor como punto de partida e incorporar información y análisis adicionales, los bancos centrales pueden tomar decisiones más informadas que logren un equilibrio adecuado entre estabilidad y crecimiento. El debate en curso y la exploración de marcos alternativos demuestran la naturaleza dinámica de la política monetaria y la necesidad de una evaluación y adaptación continuas.

La regla de Taylor se desarrolló sobre la base de datos históricos y marcos de política monetaria convencionales. Como resultado, es posible que no esté bien equipado para manejar medidas políticas no convencionales, como la flexibilización cuantitativa o la orientación prospectiva, que se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años. Estas políticas no convencionales tienen como objetivo estimular la economía en tiempos de crisis, pero pueden no alinearse con las prescripciones de la regla de Taylor. Los críticos argumentan que la norma debe adaptarse o complementarse para dar cabida a estas herramientas políticas no convencionales.

La regla es intuitiva y sencilla aplicar (eso es bueno), pero:

1- Lleva demasiados años alejada de la realidad. Los tipos teóricos aplicando la regla de Taylor, se alejan de manera significativa de los tipos de mercado desde los años 90.

2- La fórmula no captura aspectos decisivos para la política monetaria como la liquidez, la estabilidad financiera (reservas/capital de la banca comercial) y la gestión del balance de los bancos centrales (QE/Quantitative Easing/expansión monetaria y/o QT/Quantitative Tightening/endurecimiento monetario).

3- La globalización (eficiencia en la asignación de recursos), la tecnología (productividad) y el envejecimiento poblacional (potencial de crecimiento bajo) conllevan una alteración en las hipótesis originales de la regla de Taylor (tipo de interés de equilibrio/neutral rate, perspectivas de Inflación & potencial de crecimiento a largo plazo).

Otras reglas de política monetaria:

A) Regla de McCallum: propuesta por el economista Bennett McCallum, esta regla sugiere que el banco central debería responder a las desviaciones del nivel de precios respecto de una trayectoria objetivo, en lugar de centrarse únicamente en la inflación. Su objetivo es estabilizar el nivel de precios a largo plazo, teniendo en cuenta tanto los riesgos de inflación como de deflación.

B) Regla de Friedman: Esta regla, que lleva el nombre del economista Milton Friedman, sugiere que el banco central debe aspirar a una tasa de crecimiento constante de la oferta monetaria. Según Friedman, una tasa de crecimiento estable y predecible de la oferta monetaria ayudaría a estabilizar la economía y evitaría una inflación o deflación excesiva.

C) Objetivos de inflación: este enfoque implica establecer un objetivo específico de inflación y ajustar la política monetaria para alcanzar ese objetivo. Proporciona un objetivo claro y mensurable para los bancos centrales, mejorando la transparencia y la rendición de cuentas. Sin embargo, no considera explícitamente la brecha del producto ni otras variables económicas.

En nuestra opinión, la Reserva Federal no bajará los tipos hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre, y mientras, va a seguir centrado en la moderación de la reducción de balance.

Estas dos herramientas, aunque evidentemente están interrelacionadas, las va a utilizar para dos objetivos distintos. Mientras que la espera en la bajada de tipos la utiliza para continuar en su lucha contra la inflación (que avanza en la dirección correcta, pero no ha alcanzado su meta), la moderación en la reducción de balance la emplea para la estabilidad del sistema financiero. Y, de hecho, podríamos afirmar que ahora mismo tiene puesta su mirada en esta última herramienta.

En lo referente a los tipos de interés, ya afirmábamos hace tiempo que iban a estar en una prolongada meseta. Ahora mismo habría cuatro razones que impulsarían a la FED a retrasar esa bajada hasta después de las elecciones. Todo ello, aunque ya existan datos que podrían indicar un final de ciclo: ISMs malos la semana pasada (tanto el manufacturero como el de servicios), el único crédito que crece es él de las tarjetas, con tipos de interés superiores al 20%…

La primera y principal razón que apoyaría esa relativa tranquilidad de la FED es el empleo. Es cierto, que los datos del último mes fueron un poco más flojos, pero seguimos hablando de pleno empleo, 3,5%, y sobre todo, los puestos de trabajo sin cubrir siguen estando alrededor de 8,5 millones (muy lejos de los 5 ó 6 millones habituales). Principalmente son empleos de bajo valor añadido: camareros, conductores…pero genera una tensión salarial en esos sectores que, aun habiendo hecho pico, persiste. La única forma de cubrir estos puestos sería abrir la mano con la inmigración procedente del sur, medida que parece complicada en este momento del debate político.

En segundo lugar, nos encontramos con una situación geopolítica complicada, especialmente en lo referido a oriente medio. En el caso de que se produjera un enfrentamiento directo entre Israel e Irán (no es nuestro escenario base) el crudo podría dispararse con sus correspondientes efectos inflacionistas.

Como tercer motivo estarían las elecciones de noviembre. En un escenario en él que ganase Donald Trump las corrientes proteccionistas actuales se acelerarían, con su correspondiente efecto inflacionista. Además de lo que podría suponer una bajada de impuestos para un mayor consumo.

Como cuarto y último motivo podríamos señalar el poso histórico de la Reserva Federal. No podemos olvidar que llevan décadas siendo criticados por su actuación durante los años 70. Tras subir los tipos del 5% al 12.5%, se asustaron y volvieron a bajarlos al 5%. Tras ello, vino el chute de inflación y tuvieron que subir los tipos al 20%, dejando la economía en barbecho durante más de una década. Por tanto, no sería de extrañar que quisieran asegurar el control de la inflación antes de bajar los tipos. Sobre todo, porque no tienen una necesidad imperiosa al haber pleno empleo.

Además de todo ello, de manera estructural, parece claro que hemos entrado en un nuevo régimen de inflación   distinto al de las dos primeras décadas de siglo que iría desde la incorporación de China en la Organización Mundial del Comercio hasta la pandemia. Todo ello generará en los bancos centrales incertidumbre y debates sobre que fuerzas tendrán más peso, las deflacionistas (deuda, demografía y digitalización) o las inflacionistas (fragmentación de la globalización, descarbonización y conflictos geopolíticos).

En lo referente a la moderación de la reducción del balance, la FED ha dado ya sus primeros pasos (en la última reunión anunció que la reducción pasaría de -$95.000 mm al mes a -$60.000 mm al mes), y no nos extrañaría que continuara hasta dejar estable el balance. Todo ello para asegurar la estabilidad del sector financiero.

Hasta ahora, la reducción del balance de la FED no había tenido efecto ni en los mercados ni en la economía porque había un exceso de liquidez que guardaban los bancos USA en la propia FED mediante un repo inverso. A medida que reducía balance la FED, se ha ido reduciendo ese repo inverso desde los $2,5trn hasta los $400.000 mm, como podéis ver en el gráfico de abajo.

El riesgo para la estabilidad del sistema financiero radica en que la crisis de los bancos regionales USA se controló de manera muy efectiva el año pasado, pero el problema en sus balances continua. Durante la pandemia les entró más de $5trn en depósitos y compraron más de $2,3 trn en bonos USA. Es decir, con financiación en el corto (depósitos) compraron activos a largo plazo (bonos USA), que tras las subidas de tipos han caído mucho en el precio. De tal manera, que si tuvieran mucha salida de depósitos tendrán que vender bonos con pérdidas, convirtiendo un problema de liquidez en un problema de solvencia.

Como inciso, habría que señalar que este problema no puede suceder en Europa porque la regulación es mucho más estricta. Por un lado, no puede haber esa diferencia de duración entre el pasivo y el activo, y por otro lado, la base de depósitos tiene que estar mucho más diversificada (en el caso de SVB estaba muy concentrada regional y sectorialmente).

Por todo ello, lo último que quiere la Reserva Federal es que se tensione el mercado monetario. Y para ello, prefiere que exista ese exceso de liquidez mientras van venciendo (con el paso de los años) esos bonos comprados a muy mal precio. Para que exista ese exceso de liquidez, lo normal es que llegue a parar la reducción de balance, con su consiguiente efecto inflacionista.

Estas son las razones y motivos por los que pensamos que la FED está mucho más centrada en la moderación de la reducción del balance que en la bajada de tipos.

Hoy vamos a escribir algo entretenido para el puente. La gente que piensa, escribe, lee y no ha tenido una enfermedad letal suele ser muy longeva. El máximo de creatividad suele darse a los 20 y 30 años, pero si a esa edad has entado las bases de un pensamiento desarrollarlo y perfeccionarlo suele ser una tarea continua. Kahneman nació en marzo. Estadísticamente los que nacen en el primer trimestre tienen cierta ventaja educativa.

Cuantas veces en un comité de inversión hemos dicho, no dejes que la realidad estropee una bonita historia. Como dice Kahneman “Las personas estamos diseñadas para contar la mejor historia posible”. En el Comité solo escuchamos al que está de acuerdo con nosotros y en la vida tenemos empatía con quien piensa como nosotros: “Todos, incluso los científicos, vamos por la vida buscando argumentos para confirmar lo que ya creemos: preferimos ratificar que explorar”. Cuando nos gusta algo de una persona, de una idea o de una institución, todo lo demás, que desconocemos, también nos gusta; y viceversa. Reducimos lo que existe a lo que conocemos. A falta de respuestas a preguntas difíciles nos inventamos preguntas fáciles y las resolvemos; así nos deshacemos de la duda y de la dificultad.

«Después de los 60 somos más felices. No te ilusiones tanto por lo bueno, pero ves lo que es malo con más distancia y así consigues un equilibrio emocional más gratificante» DK

Mejor pensar que reflexionar. Esta semana era necesario escribir y recopilar sobre esto. No por su fallecimiento sino por su aportación brutal.  Antes de Kahneman, y de su trabajo con su antiguo colaborador Amos Tversky, la teoría económica se basaba en la idea de que las personas eran «actores racionales» capaces de evaluar las opciones con claridad.

Daniel Kahneman: “La gente vota sobre cosas de las que no tiene ni idea”

Pero Kahneman demostró que el instinto interviene a menudo en la toma de decisiones.

Todos somos resultadistas. Lo importante es el proceso, la metodología, la forma de trabajar. Cuando los mercados financieros, especialmente los de renta variable, obtienen rendimientos positivos, las ganancias generadas se suelen identificar con una adecuada toma de decisiones. Y cuando cae, las pérdidas provocan cierto sentimiento de derrota. Hay resistencia a perder y, por tanto, a aceptar un resultado negativo. Hay que establecer un proceso. Y lo primero que hay que hacer es proteger la esencia. Es decir, hay que proteger a las personas que no están de acuerdo y a los pesimistas, porque a menudo el grupo se entusiasma. Especialmente si el líder apoya una idea. Por lo general hay una persona que está a cargo de la decisión. Pero es extremadamente importante proteger a esas personas cuando se les echa la culpa o cuando las decisiones se estropean.

Porque hay que reconocer que la decisión es una apuesta, que no hay garantía de éxito, que la mejor decisión posible puede llevar al fracaso y puede ser muy costosa. Y se vuelve extremadamente importante proteger a las personas. De lo contrario, la gente va a ser demasiado conservadora, demasiado reacia al riesgo. Así que calibrar la organización para que asuma la cantidad correcta de riesgo requiere realmente ese tipo de protección de las personas frente a sus errores.

“Creemos que castigar es más efectivo que premiar, pero casi siempre es lo contrario”DK

Además, su trabajo arroja dudas sobre la teoría de los mercados financieros eficientes, sugiriendo que los movimientos del mercado no siempre reflejan racionalmente toda la información disponible, sino que también son producto de reacciones psicológicas colectivas. Kahneman, por lo tanto, ha abierto la puerta a un entendimiento más matizado de la economía, uno que reconoce la influencia de los factores psicológicos en nuestras decisiones económicas y financieras.

“Adaptamos la realidad a la mente, no la mente a la realidad”DK

Los dos sistemas

Hace casi 10 años, como profesor honorario de la Woodrow Wilson School de Princeton, Kahneman habló en el Foro Económico Mundial de los dos sistemas de pensamiento y de cómo influyen en la toma de decisiones.

«Utilizo los Sistemas 1 y 2 como metáfora. Utilizo el Sistema 1 para describir el pensamiento automático. Eres casi el espectador de cómo te vienen a la mente esos pensamientos.»

«Utilizo el Sistema 2 para describir el pensamiento más deliberado. Siento que soy el autor de mis acciones y mis pensamientos cuando proceden del Sistema 2, mucho más que del Sistema 1».

«El Sistema 1 proporciona sugerencias. Cuando son respaldadas por el Sistema 2 se convierten en las creencias que tenemos, las decisiones que tomamos y las acciones que emprendemos».

La regresión a la media, la aversión a la pérdida o la ilusión del foco

El trabajo de Kahneman deja un reguero de nociones muy interesantes. Como la regresión a la media (a un resultado extraordinario le suele seguir uno normal), la aversión a la pérdida (¿por qué duele más perder 100 euros que lo que disfrutamos ganándolos?), o la ilusión de foco (nada en la vida es tan importante como crees que es cuando estás pensando en ello).

Si un gestor de fondos bate dos años seguidos la bolsa creemos que esto se debe, sin duda, a que es mejor que todos los demás. Algo que, en cambio, puede ser totalmente erróneo. También teorizó sobre la asimetría de las tomas de decisiones: los seres humanos preferimos no perder 100 dólares antes que ganar 100 dólares. «No actuamos necesariamente para conseguir la máxima utilidad», repetía. «Cuando invertimos no lo hacemos sólo porque queremos ser más ricos, pero porque también buscamos satisfacción, placer… Lo queremos todo a la vez».

«A los consumidores no les importa en absoluto si el precio de la bombona de butano sube o si la gasolina sale más cara. Lo que nos afecta son los cambios en nuestra comunidad local. Por ejemplo, si vemos a nuestro alrededor que el paro aumenta puede entonces que reduzcamos nuestros gastos». DK

Teoría de las perspectivas

¿Te operarias igual si te dicen que en lugar de un 70% de probabilidad de sobrevivir tienes un 30% de fallecer en la operación? La Teoría de las perspectivas fue otro pequeño terremoto, mostrando cómo nuestras decisiones están fuertemente influenciadas por cómo se nos presentan las opciones, incluso por encima en ocasiones del valor real de esas opciones. Esto tiene implicaciones enormes no solo en economía sino, por ejemplo, en políticas públicas, donde un diseño basado en este entendimiento de las opciones puede llevar a mejores resultados en ámbitos como salud o educación.

La percepción de la realidad cambia según el orden de las listas. Si nos dicen, por ejemplo, que alguien es inteligente, diligente, impulsivo, crítico, testarudo, envidioso, tenemos una imagen de la persona muy diferente a la que nos hacemos si nos dicen lo mismo, pero en el orden inverso.

«Un ataque terrorista no llega a tener repercusiones capaces de modificar las decisiones económicas. Por lo general, el hombre tiende a exagerar los riesgos del terrorismo. Piense en mí país, en Israel. Por muchos atentados que sufrimos, el número de víctimas no supera los muertos por carretera. Y seguimos recibiendo turistas». DK

El valor dado a la certeza

El valor dado a la certeza o a la probabilidad de conseguir un premio difiere. El ser humano prefiere el premio seguro, es decir, la ganancia cierta, aunque sea de menor cuantía, que el premio probable, aunque la recompensa o la cuantía del mismo sea más alta.

UN POCO DE SU VIDA

Daniel Kahneman (Tel Aviv, Palestina británica, 5 de marzo de 1934 – 27 de marzo de 2024)​fue un psicólogo israelí-estadounidense reconocido por su trabajo sobre la psicología del juicio y la toma de decisiones, así como sobre la economía del comportamiento. Sus hallazgos empíricos desafían el supuesto de la racionalidad humana que prevalece en la teoría económica moderna.

Considerado ampliamente como el psicólogo vivo más influyente del mundo, en sus conferencias Daniel Kahneman expone de manera sencilla y a través de ejemplos sus teorías y cómo se comporta la mente humana a la hora de tomar decisiones en diferentes situaciones, y cómo la economía y las políticas públicas desempeñan un papel fundamental en nuestra propia conciencia.

Daniel Kahneman ha sido profesor de Psicología en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en la Universidad de British Columbia y en la Universidad de California en Berkeley y catedrático en el departamento de Psicología de la Universidad de Princeton.

Kahneman ha sido miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias y de la Academia Nacional de Ciencias, de la Asociación Americana de Psicología, la Sociedad Americana de Psicología, la Sociedad de Psicólogos Experimentales y la Sociedad Econométrica.

El profesor de Princeton ayudó a demostrar que las personas usamos atajos para tomar decisiones o emitir juicios. Unos atajos imbricados en nuestra mente, que a menudo resultan útiles, pero que a veces nos llevan a lo que él llamó “errores sistémicos y severos”. Los humanos no éramos robots racionales, como asumían algunas teorías económicas clásicas, sino algo más limitado y falible. Su trabajo lanzó lo que hoy se conoce como economía del comportamiento.

Daniel Kahneman es licenciado en Psicología (con una especialización en Matemáticas) de la Universidad Hebrea de Jerusalén, posee un doctorado en Psicología de la Universidad de California, Berkeley.

En 2002, conjuntamente con Vernon Smith, fue laureado con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel por haber integrado aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que respecta al juicio humano y la toma de decisiones bajo incertidumbre. Es llamativo que Kahneman ganara este premio siendo psicólogo de profesión, por lo que erróneamente en algunas fuentes se le cita como economista. Este premio sería también compartido con Amos Tversky (Psicólogo Matemático), dado el conjunto significativo de trabajo conjuntamente desarrollado, lamentablemente falleció de melanoma metastásico (un tipo de cáncer de piel) antes de finalmente ser laureados por sus contribuciones.

Kahneman ha sido un intelectual raro en estos tiempos dominados por la rotundidad: él era cauteloso. Como cuenta Michael Lewis en su magnífico libro sobre la amistad de los dos psicólogos, Deshaciendo errores (Debate), Kahneman era un tipo brillante a ojos de cualquiera excepto él mismo. Era inseguro. Dudaba de todo. Esa actitud tiene sus ventajas: la colaboración con Tversky nació porque Kahneman detectó un problema en una teoría dominante escuchando al primero en una conferencia. No es casual que sus grandes contribuciones sean conocimiento negativo: encontró fallos en la racionalidad económica y en nuestras mentes. Pero su temperamento también tenía un precio: Kahneman dudaba de sí mismo. Por eso necesitó al valiente Tversky, como él mismo explicó: “Era gratificante sentirme como Amos, más listo que casi cualquiera. Había algo liberador en ser arrogante”.

Daniel Kahneman nació en Tel Aviv, Mandato británico de Palestina, en 1934, donde su madre estaba visitando a familiares. Pasó sus años de infancia en París, Francia, donde sus padres habían emigrado desde Lituania a principios de los años veinte. Kahneman y su familia estaban en París cuando fue ocupado por la Alemania nazi en 1940. Su padre fue detenido en la primera redada mayor de judíos franceses, pero fue puesto en libertad después de seis semanas debido a la intervención de su empleador. La familia siguió unida el resto de la guerra, y sobrevivió intacta a excepción de la muerte del padre de Kahneman, por diabetes, en 1944. Kahneman y su familia se trasladaron entonces a la Palestina británica en 1948, poco antes de la creación del Estado de Israel.

El enigma de los dos hospitales

Escribió un libro superventas, Pensar rápido, Pensar despacio (Debate). Sus historias y experimentos son una maravilla de inteligencia. Como este enigma famoso: «Un pueblo tiene dos hospitales. En el grande nacen 45 bebés al día y en el pequeño 15. En general, el 50% de nacimientos son niñas, pero los porcentajes varían cada día. ¿Qué hospital registrará más días en los que el 60% de los bebés son niñas? ¿En el grande, en el pequeño, o en los dos igual?»

La mayoría de gente responde que igual. Es lo que nos dice uno de esos atajos que Kahneman descubrió. Pero la respuesta correcta es el hospital pequeño (sus nacimientos son una muestra menor y por tanto con más varianza). En 1971, Kahneman y Tversky demostraron que hasta estadísticos profesionales contestaban mal cuando pensaban deprisa. Llamaron al fenómeno la creencia en la ley de los pequeños números, que es el título de su primer artículo, una bomba disfrazada de broma. Un pilar de la ciencia estadística es la ley de los grandes números, pero se llama así por algo: solo se cumple con muestrasgrandes. Kahneman y Tversky descubrieron que nuestro cerebro ignora eso y la aplica (mal) a números pequeños.

La higiene de la decisión

Hay quetratar de hacer que los juicios sean estadísticamente independientes unos de otros. Eso significa dividir los problemas de juicio y tratar cada subproblema de forma independiente antes de que se combinen.

Significa conseguir que, cuando un grupo tenga que tomar decisiones, los individuos intenten llegar primero a sus decisiones individuales y luego empezar a discutirlas, en lugar de desarrollar una opinión en el curso de una discusión de grupo, que tiende a ser más ruidosa. Así que hay procedimientos que, si se siguen, reducen el ruido, reducen el sesgo y mejoran las decisiones. Y a eso lo llamamos higiene de la decisión.

Kahneman y la Inteligencia Artificial

Kahneman sugiere que la IA podría tomar decisiones mejor que los seres humanos en muchos campos, desde el aterrizaje de aviones hasta la detección de enfermedades, debido a la mejora continua y la capacidad de procesar grandes volúmenes de datos de manera eficiente. Este avance plantea preguntas significativas sobre el futuro del liderazgo y la toma de decisiones en las organizaciones, especialmente cuando la IA comience a tomar decisiones (o ayude a tomarlas) que tradicionalmente han sido dominio de los líderes humanos. Plantea que la adaptación a esta nueva realidad requerirá un equilibrio entre confiar en las capacidades de la IA y proteger a aquellos que plantean dudas o tienen perspectivas diferentes, algo que Kahneman ve como esencial para una buena cultura de toma de decisiones.

En el mundo actual, la mayoría de las decisiones las toman las personas. Esto va a seguir siendo así durante un tiempo, pero el número de decisiones que se toman mejor por la inteligencia artificial aumenta cada año. Es decir, cada año, más y más juicios y decisiones que las personas solían tomar se hacen mejor por las máquinas.

Pasa en el aterrizaje de aviones, para ir al espacio, para detectar problemas en la retina o cáncer de mama. El número de decisiones reales en las que la inteligencia artificial es mejor que las personas aumenta cada año.

Va a ser muy interesante cuando la inteligencia artificial se convierta en lo suficientemente buena, algo que es una cuestión del tamaño de las bases de los datos y la calidad del análisis de esas bases datos, como para tomar las decisiones que ahora son de los líderes y sea casi tan buena como la gente.

Entonces, dentro de un tiempo corto, la inteligencia artificial será mejor que las personas. Y cómo los líderes van a hacer frente a la inteligencia artificial que tiene mejores juicios empresariales que ellos va a ser una cuestión muy interesante que va a suceder en las próximas décadas.

En este momento, parte del liderazgo consiste en confiar en su intuición y en su capacidad de ver el futuro. Exageramos nuestra confianza en los líderes y en su juicio.

Las organizaciones, que están impulsadas por los beneficios, por los accionistas y por los consejos de administración van a tratar de optimizar mucho más que los gobiernos, así que es de esperar que la introducción de la inteligencia artificial en el juicio de la toma de decisiones en la organización comercial y las empresas va a llegar más rápido que en el gobierno, donde la política va a jugar un papel importante durante mucho más tiempo.

Pero cuando exista esa competencia, cuando la inteligencia artificial pueda juzgar la calidad de las decisiones empresariales, no tengo idea de cómo van a afrontarlo los líderes y las organizaciones. Pero no va a ser fácil. Eso es bueno.

Él mismo se definió como «el abuelo de la economía del comportamiento» cuando le preguntaron cómo le gustaría que fuera su obituario en una entrevista al Times en 2016.

Pues eso…..

¿Y si todo hay una escalada en las tensiones geopolíticas? ¿Y si el escenario menos probable pasa a ser una realidad, cual sería entonces el activo ganador? Aunque este no sea ni mucho menos nuestro escenario principal, creemos interesante analizar cuáles serían los activos ganadores o aquellos en cartera que actuarían de cobertura:

  • Petróleo y Gas Natural Licuado

En primer lugar, el más sonado, el repunte del petróleo. El mayor riesgo ante una escalada de las tensiones sería el bloqueo del Estrecho de Ormuz, una franja de agua de apenas 21 millas de ancho que separa Irán de Emiratos Árabes Unidos y Omán. Por este canal pasa a diario un 30% del suministro mundial del petróleo, 20 millones de barriles al día. Irán ya ha amenazado en anteriores ocasiones con un cierre de este canal, pero creemos que el fuerte repunte que provocaría en los precios del crudo debería ser temporal, ya que vendría acompañado de una caída de actividad económica provocando un descenso de la demanda o de un aumento de la producción por parte de la OPEP.

El siguiente gran afectado, sería el Gas Natural Licuado (GNL), ya que por esta ruta de tránsito circula el 22% del GNL mundial.

Ante este escenario, qué duda cabe que estas materias primas deberían repuntar al menos inicialmente, actuando como activo refugio. Las principales características de un “safe haven” siempre debe pasar por ser líquidos, funcionales, con oferta limitada, no reemplazables y perdurables en el tiempo, y ambas MMPP cumplen estos requisitos.

Esta imagen de arriba es de diciembre de 1987 en el Estrecho de Ormuz, en medio de la guerra entre Irán e Irak. En estos años surgió la “guerra de los petroleros” entre Teherán y Washington que llevó a que los barcos petroleros tuviesen que ser escoltados, convirtiéndose en la operación naval más grande tras la II Guerra Mundial:

En nuestra opinión, el principal riesgo es que esta escalada se traslade a dicho canal y veamos situaciones similares a las ocurridas durante el mandato de Reagan en los años 80.

El problema del petróleo es que es difícilmente invertible, la manera más sencilla es a través de empresas petrolíferas pero el comportamiento de las empresas del sector es muy distinto al del crudo. Sin embargo, las probables revisiones en beneficios unidas a sus bajas valoraciones nos hacen pensar que pueda cerrarse esta gap durante los próximos meses:

Fuente: Morgan Stanley

  • Divisas refugio

El dólar estadounidense, el franco suizo o el yen son divisas de países con alta estabilidad económica y política que actúan como refugio ante situaciones de volatilidad en los mercados.

El dólar tiene un apoyo importante por su correlación con el diferencial de tipos entre Europa y Estados Unidos dándole un fuerte soporte. Por este motivo, nos mantenemos positivos en la divisa, con un nuevo rango amplio entre el 1,05 y el 1,13 y un rango estrecho en el que empezaríamos a reducir o ampliar posición entre el 1,07-1,11. En el caso de los últimos días, ha sido junto al oro el único activo refugio.

  • Bonos de gobierno a 2 años.

Si seguimos la teoría de activo refugio, deberíamos hablar del bono americano o alemán a largo plazo, pero en un caso como el actual, en el que todavía se descuentan 3 bajadas de tipos de interés en Estados Unidos, cualquier escalada sería inflacionista lo que inevitablemente lleva a pensar en retrasos de bajadas de tipos de interés. En este entorno, con el foco del inversor muy centrado en bajadas de tipos de interés parece que podría pesar más un entorno de NO bajadas de tipos de interés e incluso subidas de tipos que el refugio del bono. Ante esta situación, nos sentimos más cómodos invirtiendo en la parte corta de la curva, confiando en un aplanamiento de esta. En concreto, el bono a 2 años alemán rozando el 3%, y el 2 años americano al 5% creemos que son claras oportunidades de inversión, no solo por la TIR más alta que tienen los tramos cortos versus los largos por la inversión de la curva, sino que además es la manera de tener “la escopeta cargada” por si llegan oportunidades de inversión en el mercado de crédito mientras te vas llevando un alto carry. Si los riesgos geopolíticos se acrecentasen, para nosotros este sería el activo a tener.

Desde Welcome AM creemos que alargar duración de tipos (que no de crédito…) según vayan repuntando podría ser razonable a ciertos niveles, pero en las carteras de renta fija no nos compensa en cuanto a rentabilidad riesgo, por la inversión de la curva y porque podría llegar a ser otro riesgo a añadir a la cartera, ya que en lugar de actuar como activo refugio en caso de que se produjese una escalada entre Irán e Israel podría ceder como el resto de activos de riesgo. Aquí la gran pregunta sería, ante un entorno hostil, ¿Qué ganaría, el efecto refugio o el potencial repunte de inflación que produciría?

No debemos olvidar que, debido a la inversión de la curva, estas sacrificando 37pbs en TIR si inviertes en 10 años en lugar de 2 años en Estados Unidos y 50pbs en Europa.

En todo caso, en nuestra opinión, vamos a ver un aplanamiento de las curvas de gobierno pero por la parte corta, no vemos motivos para un rally en la parte larga. En la parte corta en momentos de aumento de la volatilidad estos bonos se deberían revalorizar en precio, por lo que te llevarías no solo el alto carry que tienen actualmente si no además el refugio que estaríamos buscando ante un riesgo de cola.

Lo que parece claro, es que el mercado sigue atento al movimiento de tipos, y estos últimos días seguimos viendo unos datos de actividad en máximos, el desempleo que pese a tímidos aumentos sigue en mínimos de décadas, altas vacantes sin cubrir y tensiones salariales tanto en Europa como en Estados Unidos. Esta semana salía el dato de ventas minoristas americanas altísimas, anticipando un fuerte Consumo Privado en el PIB del primer trimestre y arrastrando al alza los tipos.

Todo esto ha provocado que, si hasta hace poco se barajaban 7 bajadas de tipos de interés, ahora se barajan apenas dos. Desde Welcome AM, creemos que las bajadas se pueden retrasar hasta las elecciones americanas. La potencial llegada de Trump al gobierno es proteccionista, lo que hace que sea inflacionista.

A todo esto, se le suma un tema de flujos: el Banco de Japón ha abandonado al fin la política de tipos negativos y su bono a 10 años se ha movido a niveles superiores al 0,84%; si tenemos en cuenta que si el inversor japonés (principalmente aseguradoras japonesas y fondos de pensiones) compra el bono americano y cubre la divisa le sale a una TIR neta negativa parece claro que preferirá comprar antes su propio bono en positivo y estos flujos que tradicionalmente suponían cerca de un 20% irán decreciendo. Todo esto unido a que la relación con China no está en su mejor momento, creemos los flujos no van a ayudar a que el bono americano tenga un rally en duración.

Respecto a Europa, Christine Lagarde se va a adelantar y bajará 25pbs en junio principalmente por tres motivos: la situación económica en Europa es distinta a la americana, al BCE siempre se le ha echado en cara ir por detrás de la Reserva Federal y con este movimiento gana autonomía y en tercer lugar porque se precipitó al decirlo y ya es difícil dar marcha atrás. Sin embargo, en nuestra opinión esta bajada es simbólica y no creemos que el ritmo de bajadas vaya a ser rápido, el desempleo en Europa sigue en mínimos y los incrementos salariales siguen altos. La renta disponible en Europa está creciendo gracias a que los aumentos salariales son ahora superiores a la inflación, caso muy distinto al de Estados Unidos.

  • Bonos flotantes

Los bonos flotantes tienen un carry muy alto actualmente, ya que el cupón medio de los bonos flotantes Investment Grade se ha ido del 1% en 2021 al 5% actual. Las tensiones inflacionistas producirían un definitivo “Higher for Longer” de los tipos de interés que harían que el alto carry de estos bonos se mantuviera, y que el comportamiento continuase siendo positivo.

En nuestra opinión, no es momento de tomar duración de crédito, el Itraxx Main (índice que muestra cuanto les cuesta a las empresas Investment Grade europeas financiarse a 5 años ha ampliado de 53pb a 60pb estos últimos días, pero estos repuntes aun están muy lejos de los niveles de 90pbs que hemos visto en situaciones de ruptura de crédito.

  • Metales como el oro

La demanda de oro suele aumentar en periodos de incertidumbre, y en el caso de estos últimos días en efecto ha actuado como buen refugio repuntado el precio, llevando una revalorización en precio en dos meses del 20% y estando en máximos históricos, pese al repunte de la deuda de gobierno.

Los Bancos Centrales, especialmente Rusia y China, están incrementando sus reservas de oro mientras que los ETFs del metal sufren continuos reembolsos desde 2020. Sin embargo, los ETFs apenas son el 2% de las reservas totales de oro por lo que estas salidas apenas afectan y parece que el metal sigue siendo refugio, protegido además por las continuas compras de Bancos Centrales y por la demanda física en Asia. Para invertir en el activo, podríamos mirar a las mineras pero de nuevo estas se quedan atrás contra la materia prima.

El oro representa el 70% de las reservas de divisas de EEUU, en comparación con el 4% de las reservas chinas pese a su esfuerzo de compra los últimos años, por lo que el potencial de que las compras por parte del país asiático continúen es alta. Además, no debemos olvidar que el metal suele comportarse bien en periodos de inflación inesperada.

Otros odia como el cobre o el aluminio también han repuntado en precio los últimos días.

Además de los mencionados anteriormente, a la hora de protegernos de riesgos geopolíticos no debemos olvidar activos alternativos o odia de renta variable de sectores defensivos como las eléctricas o infraestructuras que descorrelacionarían la cartera en caso de que se elevase el tono del odia.

También nos gustaría destacar como hay activos que han empezado a considerarse refugio por ciertos inversores, como es el caso del Bitcoin, pero que en casos como el actual se ha demostrado que no lo son realmente por la liquidez y el alto nivel especulativo que tienen. En concreto el Bitcoin llegó a caer el sábado odia casi un 9% por ser el único odia que odia tradearse en sábado.

Una vez vistos los activos a tener en caso de que este viento de cola se convirtiese en escenario principal, podemos ver por descarte cuales en todo caso no serían activos a tener. En el caso de la renta fija:

  • Evitaríamos la duración de crédito ante un entorno de no bajadas de tipos por más tiempo derivado de tensiones inflacionistas unido a los spreads de crédito tan ajustados
  • No invertiríamos en High Yield, porque en un entorno de tipos altos por un largo plazo los riesgos en el activo que hasta ahora han sido idiosincráticos (veíamos estas últimas semanas casos señalados como el holding de Thames Water o Altice en Francia) convertirse en un riesgo de liquidez que se contagie a las empresas High Yield de manera general. Por este motivo, y pese a que el volumen se ha reducido enormemente con los muros de vencimientos, nos mantenemos cautos en el activo. En este sentido, hemos visto la divergencia de comportamiento en los bonos HY más vulnerables contra el resto del mercado, pero creemos que es algo a vigilar si tenemos en cuenta como en 2002 un movimiento similar terminó convirtiéndose en caídas generalizadas en crédito que se alargaron durante más de medio año, tal y como vemos en el gráfico de la izquierda:

Hace apenas una década los ministros de economía y finanzas estaban marcados por un entorno de “austeridad”. Los gobiernos hacían todo lo posible por recudir deficits, aun teniendo el desempleo en máximos y un crecimiento débil. Hoy en día, nos encontramos en la situación opuesta, el desempleo está mínimos históricos, el crecimiento de las grandes corporaciones todavía permanece fuerte y los gobiernos siguen gastando más de lo que recaudan. El déficit presupuestario de los 35 países más ricos fue del 2,5% del PIB en 2023 y por ejemplo, el déficit estimado para EE.UU. en 2024 se sitúa en un 7% del PIB.

Las grandes economías siguen teniendo un gasto elevado, todavía activas una parte de las ayudas recibidas a causa de la Pandemia Covid-19. Los gobiernos cada vez están más dispuestos a intervenir en momentos de incertidumbre, como pasó tras la invasión de Rusia a Ucrania, asignando las economías europeas un 4% de PIB a proteger a los particulares y empresas se subidas de precios. Juntando todos los hechos anteriores con una deuda elevada, un desempleo en mínimos históricos y un crecimiento estable, no nos sorprenden los últimos datos de inflación. Esta semana se esperaba en EE.UU. una inflación subyacente del 0,3% y salió del 0,4%, sorprendiendo al alza por tercer mes consecutivo. Puede parecer una diferencia reducida, pero si anualizamos el dato de 0,4%, la inflación año a año estaría en un 4%, 2% por encima de objetivo de la Fed.

Como hemos comentado en anteriores escritos, el mercado descontaba para 2024 hasta 7 bajadas de tipos por parte de la Fed.  A medida que la economía ha seguido creciendo y la inflación ha sorprendido al alza, estas expectativas de bajadas se han ido disipando. Actualmente el mercado descuenta 2 bajadas en el año y no antes de las elecciones presidenciales de noviembre.

Expectativas de bajadas de tipos de interés FED

31/12/2023

12/04/2024

Mientras que a finales del año pasado se esperaban mayores bajadas de tipos de interés en 2024 para EE.UU. que en Europa (5,5 bajadas), esta situación ha cambiado. El mercado ahora espera que las bajadas vendrán primero en Europa (2,5 bajadas), en parte, porque la inflación subyacente en esta región sigue una buena senda de contracción y las economías, como la alemana, empiezan a ver datos de crecimiento débiles.

Expectativas de bajadas de tipos de interés BCE

31/12/2023

12/04/2024

La Reserva Federal además de observar minuciosamente los datos de la economía que se van publicando, está muy atento a las señales de liquidez en el mercado. En concreto, mide esta liquidez a través del Reverse Repo, si la financiación overnight se estresa y ofrece tipos superiores a las reservas de su balance, es una señal de que el mercado se tensiona y la liquidez escasea. Será importante observar este dato para predecir los movimientos de la Fed.

¿Y cuáles son las consecuencias de unos tipos de interés más altos durante más tiempo?

La dificultad de financiación o elevados tipos de financiación de las personas y compañías.

¿Y quiénes son los que más sufren?

Los que están altamente endeudados y dependen de la refinanciación para subsistir. Como son algunas empresas High Yield.

Aunque el mercado de bonos HY haya tenido un muy buen comportamiento a lo largo de 2023 y en lo que llevamos de año, las expectativas de unos tipos de interés elevados más tiempo han hecho que en los últimos días hayamos visto una ligera ampliación de spreads. Los diferenciales de HY todavía siguen estrechos, si los comparamos con datos históricos. En los últimos meses estamos empezando a observar ciertas compañías como pueden ser Thames Water, Atos, Altice y Grifolls, con problemas o con grandes problemas, en sus balances o con impagos de su deuda (como el caso de Thames Water) o con dificultades de refinanciación (Altice). En el gráfico a continuación podemos observar un aumento de los defaults en Europa en lo que llevamos de año.

El mercado de HY tiende a tener un muro de vencimientos anterior a lo que es la deuda Investment Grade. Por esta razón la deuda de las empresas HY son más sensibles a los cambios en las expectativas de tipos que las IG. La deuda HY comienza a tener un muro de vencimiento relativamente importante en 2025 y la refinanciación de esta será a unos tipos muchos más altos a los que hemos visto en la última década, pudiendo debilitar a algunas de las compañías más inestables.

El mercado de compañías HY podría recordarnos actualmente a ese momento en el que estamos a punto de ponernos enfermos y empezamos a estornudar, ¿acabará en gripe o será un pequeño resfriado? No sabemos si va a producirse un tensionamiento en todo lo que son las empresas HY, pero desde Welcome, seguimos muy cautos en todas las compañías de sectores cíclicos y altamente endeudadas.

La última subida de tipos de los principales bancos centrales en este ciclo de subidas fue en septiembre de 2023. Desde entonces los mercados llevan descontando excesivas bajas de tipos. A finales del año pasado, el mercado descontaba en Estados Unidos y Europa 6 bajadas de tipos durante 2024 y a día de hoy el mercado descuenta 4 en Europa y 3 en Estados Unidos.

Desde Welcome AM, llevamos defendiendo todo este tiempo, que los tipos se mantendrían más alto de lo que el mercado descontaba, y por ahora el tiempo nos está dando la razón. Creemos que la inflación va a ser más persistente de lo que descuenta el mercado, y los bancos centrales no van a querer adelantarse, bajar los tipos de manera anticipada y arriesgarse a un nuevo shock de inflación.

Mientras la economía mundial continue con un comportamiento correcto, sin grandes crecimientos ni recesiones vemos varios motivos por los que la inflación no va a ceder tan rápido como descuenta el mercado:

Empleo en máximos y crecimiento salarial por encima de la inflación:

Estados Unidos se encuentra en una situación de pleno empleo. Europa, aunque no se encuentra en una situación de pleno empleo, tiene la tasa de desempleo más baja de la historia. Este factor da confianza a los trabajadores para que consuman más en vez de ahorrar, y les da poder de negociación en la negociación salarial. Tanto en Europa como en Estado Unidos los trabajadores están negociando salarios por encima de la inflación, y recuperando poder adquisitivo perdido durante los dos últimos años. Al tener mayor renta disponible los trabajadores pueden consumir más, y las empresas van a intentar subir los precios para no deteriorar sus márgenes por la subida de los salarios.

Salarios vs inflación en la Eurozona

Salarios vs Inflación en EEUU

Relocalización de la producción:

La relocalización de la producción en los países donde se consume o cerca de ellos en vez del sudeste asiático tiene un efecto inflacionista. Producir en mercados desarrollados es más caro, y las empresas lo repercuten en los precios de sus productos.

Materias primas:

Las empresas de materiales han destinado menos capital a nuevos proyectos, ya que los inversores no consideran que estas compañías cumplan los criterios ESG, y les han penalizado a la hora de asignarles capital. Esta falta de inversión ha provocado que la producción de materias primas sea menor y más sensible a la escasez por una mayor demanda. Aunque actualmente el desarrollo de China ya no necesita tantas materias primas, hay otras tendencias que necesitan muchas materias primas, y pueden sustituir al desarrollo de China como drivers de la demanda. Estas temáticas son: las energías limpias, el coche eléctrico, la relocalización de la producción, o el desarrollo de la India.

Las principales materias primas llevan un buen rally durante este inicio de 2024 y nada hace prever que pueda darse la vuelta.

Como dato curioso, el Cacao es la materia prima que más ha subido en lo que llevamos de año, y ha subido más que el Bitcoin o NVDIA. Así que este año, va a tocar mojar los churros en café en vez de en chocolate.

Energía:

El petróleo está un 8% más caro que hace un año. La OPEP continúa con sus recortes de producción, y tenemos tensiones geopolíticas en Rusia y en Oriente Medio, por lo que nada hace prever que el petróleo pueda caer en el corto plazo. El aumento del precio del crudo respecto al año pasado tendrá un efecto al alza en la inflación de los próximos meses.

Por estos factores creemos que la inflación se va a mantener por encima del objetivo del 2% de los bancos centrales, y les va a obligar a mantener los tipos más altos de lo que descuentan los mercados actualmente.