En los próximos días, el Congreso de EEUU tiene que votar la elevación del techo de la deuda, que hasta ahora siempre se ha aprobado.

Viendo el comportamiento de los mercados, las posibilidades de no aprobar el techo de deuda que está dando el consenso son muy bajas. Estados Unidos tras el paso al liberalismo con Reagan y una disciplina presupuestaria con Clinton poco a poco ha ido desviándose al Estado del Bienestar de Europa. Esto está generando un déficit estructural que se financia con deuda cada vez a un coste mayor. Un 5,3% de déficit tras desequilibrios de casi dos dígitos es una cantidad relevante. Para tener el Estado del Bienestar Europeo hay que pagar los impuestos de Europa y el Estados Unidos los impuestos directos e indirectos son mucho menores.

Las consecuencias de un impago serían desconocidas, pero no es el escenario central más allá del intento de erosionar al partido en el poder hasta el último minuto, muy propio de los americanos como decía Churchill. Cando se llegue al acuerdo, que es nuestro escenario central habrá un efecto “crowding out” al tener que emitir deuda el Tesoro y coincidiendo con el fin del LTRO del BCE. Ese drenaje de liquidez afectará sobre todo a la renta variable.

La sangre no llegará al río por varios motivos. Por un lado por el coste reputacional de la oposición y por otro porque existen mecanismos de salvaguarda como la reducción del gasto discrecional que ya se dió en 2011.

El techo de la deuda es la cantidad máxima que el Congreso de EEUU permite al Tesoro estadounidense tomar prestado mediante la emisión de deuda pública. No supone la autorización de nuevos gastos, simplemente permite al gobierno federal endeudarse para sufragar los programas de gasto aprobados por el Congreso. Es decir, la elevación del techo de la deuda no equivale a incurrir en nuevo gasto público. Simplemente permite al gobierno federal sufragar aquello a lo que ya se ha comprometido. Se introdujo en 1917, durante la Primera Guerra Mundial, permitiendo que el Tesoro emitiera bonos (los denominados Liberty Bonds) de manera recurrente, siempre y cuando no se excediera un determinado límite, es decir, el techo de la deuda. Los inversores acostumbrados a los cisnes negros ya los ven por todas partes pero no son tan habituales. Quizá la mejor inversión actualmente para un americano sea comprar Letras del Tesoro y vender equity. El yield es mejor. La rentabilidad actual de la Bolsa es del 5% (la inversa del PER) mientras las letras se acercan al 6%.

Primera conclusión: Comprar deuda americana y comprar cobertura del S&P. Curiosamente el impago de la deuda convierte a la misma en el activo más rentable. El oro ha ido subiendo como activo refugio.

Nadie sabe a ciencia cierta cuándo llegará esa fecha clave en que se alcance el límite, pero la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido de que es muy probable que sea a principios de junio y que hay riesgo de que sea incluso el primer día del mes. El aumento del techo de deuda ha sido, en general, un mero trámite administrativo. Así, desde 1960, se ha aprobado 78 veces: 49 bajo presidentes Republicanos y 29 bajo presidentes Demócratas.

El techo de deuda es el elemento clave de la gestión de la política fiscal de EEUU que regula el límite máximo del endeudamiento público. Un impago provocaría que miles de funcionarios dejasen de cobrar, que los mayores vean suspendidas sus prestaciones de jubilación y que las personas vulnerables no puedan acceder a sus subsidios de salud, entre otros efectos.

El 19 de enero de 2023, EEUU alcanzó el techo de su deuda pública, establecido en 31,4 billones de dólares. La Administración Demócrata del presidente Biden lleva desde entonces reorganizando sus partidas de gasto y acelerando su recaudación fiscal para poder seguir haciendo frente a sus pagos y mantener abierto el gobierno federal. Asimismo, ha intentado en varias ocasiones negociar con la mayoría Republicana en el Congreso un aumento del techo de deuda. Pero el ala más radical del Partido Republicano por el momento no está dispuesta a pactar. Exige sustanciales recortes de gasto público inasumibles para el Partido Demócrata.

Segunda conclusión: Habrá recorte de gasto, subida de impuestos y un crecimiento potencial menor de la economía.

Hay pocas dudas de que un impago de la deuda tendría nefastas consecuencias económicas. Generaría un fuerte incremento de las rentabilidades de la deuda pública emitida por el Tesoro, que daría lugar a una revaluación del resto de los activos financieros, ya que los bonos del Tesoro de EEUU son el activo libre de riesgo por excelencia y se utilizan para la valoración y fijación del precio del resto de los activos. Por lo tanto, ante un impago, se producirían subidas en las rentabilidades del resto de activos de renta fija al tiempo que caerían las bolsas. Además, el caos financiero y la incertidumbre llevarían a una contracción del consumo y la inversión y una caída del crédito, lo que probablemente llevaría a EEUU a una recesión.

Tercera conclusión: Ajuste en el valor de todos los activos. Caída del efecto riqueza, freno al consumo, recesión y caída de la inflación como estabilizador automático.

Sin embargo, el escenario central es el acuerdo. Este va tomando forma. Se trataría de extender por dos años el techo de deuda a cambio de imponer límites de gasto por ese mismo plazo. Eso cubriría lo que queda de la presidencia de Joe Biden. Los límites de gasto no afectarían al gasto militar ni a los pagos a veteranos y se concentrarían en otros programas, pero no serían tan agresivos como los incluidos en la primera propuesta republicana, aprobada como propuesta de ley en la Cámara de Representantes. Sin embargo, las cifras no están decididas y las negociaciones pueden descarrilar.

El pacto recortaría 10.000 millones de dólares de un aumento presupuestario de 80.000 millones para la agencia tributaria que Biden logró incluir en su Ley de Reducción de la Inflación. Los republicanos han advertido, con frecuencia con argumentos falsos, de una oleada de inspecciones, mientras que los demócratas han dicho que el aumento del gasto permitiría cubrir vacantes y dar un mejor servicio y que se amortizaría con la lucha contra el fraude fiscal de empresas y rentas más altas, pero que no afectaría a las medias y bajas.

Cuarta conclusión: El dólar como efecto refugio en una recesión lejos de depreciarse se apreciaría lo que ayudaría a combatir la inflación doblemente al importar deflación.

Este jueves, Biden ha aprovechado un acto que no tenía nada que ver, la presentación de su propuesta para nombrar jefe del Estado mayor al general Charles Brown, para exponer su posición sobre las negociaciones. “El speaker McCarthy y yo hemos mantenido varias conversaciones productivas, y nuestros equipos siguen reuniéndose mientras hablamos, de hecho, y están haciendo progresos. Lo he dejado claro una y otra vez: El impago de nuestra deuda nacional no es una opción. El pueblo estadounidense merece saber que seguirá recibiendo sus pagos de la Seguridad Social, que los hospitales de veteranos seguirán abiertos y que seguiremos progresando económicamente. El impago pone todo eso en peligro. Los líderes del Congreso lo entienden, y están todos de acuerdo: no habrá impago. Y es hora de que el Congreso actúe ya”, ha dicho.

Biden insiste en que las negociaciones son sobre el presupuesto, no sobre el impago y sostiene que los dos partidos tienen visiones contrapuestas sobre Estados Unidos. Según el presidente, los republicanos quieren hacer recaer esa carga sobre las espaldas de los estadounidenses de clase media y trabajadora, con recortes en profesores, policías, agentes de la patrulla fronteriza y mayores tiempos de espera para las solicitudes de la Seguridad Social. Biden quiere hacer pagar a las empresas (especialmente a las petroleras y farmacéuticas) y a las rentas altas.

Conclusión final: El techo de deuda es una particularidad de la legislación estadounidense y, de hecho, en la mayoría de los países avanzados no existe nada similar. Por lo tanto, lo razonable sería eliminarlo.

El miércoles se filtraba a través de un artículo en Bloomberg el acercamiento de la EBA (Autoridad Bancaria Europea) hacia los accionistas para plantear modificar las condiciones de los Cocos de tal manera que sean más atractivos para los tenedores y vuelva a despertar el interés por el activo. Entre las fórmulas que se estarían planteando incluirían una cláusula de dividend stopper y pusher, en el que antes de dejar de pagar cupón tendrían que dejar de pagar dividendo. Otra de las fórmulas que se barajan sería hacer el cupón diferido acumulativo, de manera que sea similar a los híbridos corporativos, el cupón diferido se acumula y una vez que paguen dividendo deberían de pagar de nuevo cupón. Hasta ahora no debemos olvidar que el único incentivo a ejercitar llegada la fecha call en estos instrumentos sería el coste financiero y en el caso de gran parte de los emisores el riesgo reputacional, que unos bancos cuidan más que otros.

Medir el riesgo reputacional requiere de gran sensibilidad y conocimiento de los inversores de renta fija. Poniendo un ejemplo práctico, desde Welcome AM creemos que aquellos bancos locales bien capitalizados, pero con difícil acceso al mercado de capitales por tener una curva poco extensa de emisiones o simplemente por desconocimiento del inversor extranjero no se pueden permitir un no ejercicio de call, pese a que se pueda poner en duda el sentido financiero de la operación.

Por otro lado, al medir el riesgo reputacional hay que tener en cuenta aquellos emisores que tradicionalmente han tenido una actitud “amigable” con los tenedores de bonos como sería en España por ejemplo BBVA.

El dialogo entre la EBA y las partes interesadas surge tras la histórica decisión de Suiza de anular el 100% del valor de los 17 mil millones de dólares emitidos en deuda Additional Tier 1 de Credit Suisse, volando por los aires la prelación en la estructura de capital del banco. Según se produjo el anuncio, hubo una declaración conjunta de la Junta Única de Resolución, la EBA y el BCE incidiendo en que en el marco europeo el capital ordinario es el primero en absorber pérdidas, y solo después de su plena utilización se exigiría la amortización del AT1.

En nuestra opinión, el instrumento financiero surge para hacer frente a los problemas concretos de capital en un banco, y no una crisis bancaria generalizada. Por esto, en casos como la pandemia y o una inquietud sobre el activo en general los reguladores salen a dialogar y proteger el activo.

Desde Welcome AM seguimos positivos en el activo en general, siendo conscientes de que hay que ser cada vez más selectivo en el emisor a elegir, evitando aquellos que llevan un tiempo en el candelero siendo protagonistas de noticias negativas de manera sistemática y decepcionando en la publicación de resultados. Preferimos la banca retail a aquella más centrada en el negocio de Banca de Inversión o con elevada exposición a Real Estate, ya que creemos que los mayores perjuicios vienen generalmente de estas dos patas de negocio.

La profunda integración de la tecnología en el sector financiero y la globalización en la era actual ha provocado que la crisis en un banco concreto provoque que la pérdida de confianza y la consecuente fuga de depósitos en la entidad se produzca exponencialmente más rápida que antaño, debilitando rápidamente su balance y teniendo que provocar intervenciones como las que hemos visto en Estados Unidos. Por tanto, las crisis de confianza en los bancos son muchísimo más virulentas y por tanto más peligrosas. Esta súbita pérdida de confianza que tan bien nos explicaban en Mary Poppins con tan solo dos peniques, se produce rápidamente de manera global al poder hacer retiradas de dinero en tan solo un click.

(pinche en la imagen para ver el vídeo)

En nuestra opinión, la prioridad de los reguladores continúa siendo la protección de la deuda senior, ya que es el activo sobre el que se emiten notas y estructuras financieras que a su vez tienen otros bancos y pueden producir por tanto un “efecto mariposa”, con el contagio del problema concreto de un banco pequeño que se traduce en un problema sistémico. Este efecto arrastre produciría una crisis bancaria generalizada que es lo que cualquier regulador quiere evitar y en ningún caso es nuestro escenario. Por esto, creemos que en la deuda senior financiera el inversor está sobreprotegido por el regulador y no creemos que en ningún caso se vea afectada, ni en Estados Unidos ni en Europa con el BCE.

Esta semana, hemos visto un estrechamiento al fin en los spreads de crédito de los cocos a raíz del artículo publicado de Bloomberg sobre el dialogo para mejorar el atractivo de la deuda Additional Tier 1, pero aun así el activo continúa descontando el no ejercicio llegada la fecha call en la mayor parte de los bonos, y las tires continúan siendo en su mayoría de doble dígito (el índice de cocos tiene una TIR media a la call de 11,3%, del 8,65% a perpetuidad). Cabe destacar, como los cocos con fecha call inmediatamente posterior al evento de Credit Suisse sí que han ejercitado a cien, siendo emisores como Ibercaja, Unicredit o Lloyds, que habían sufrido enormemente en precio en los días post-Credit Suisse. En nuestra opinión, continuamos positivos en el instrumento y hemos aprovechado estos meses para tomar posiciones. Pese a que el flujo de aquel inversor que tradicionalmente no operaba en el activo creemos que se ha marchado para no volver, la base de inversores cualificados e institucionales se mantiene en el activo, y se ha demostrado con la dificultad para encontrar papel que hemos sufrido los últimos meses. Esto ha provocado un enorme gap entre la deuda corporativa y la financiera en general, que esta semana al fin comienza a revertirse.

Hace ya tiempo que se especula con cambios en las características de los instrumentos, cambiar los triggers y sobre su utilidad como colchones de capital, pero en nuestra opinión todo lo que sea dar previsibilidad a como funcionaría la absorción de pérdidas en el instrumento en el caso de un banco bajo normativa europea, es positivo para el activo.

Por último, no debemos olvidar el coste financiero como el principal motor a la hora de decidir si ejercitar o no en la fecha call. Desde Welcome AM creemos que, pese a que el riesgo reputacional pese, es importante seleccionar aquellos bonos con un spread de reseteo más alto. En el entorno actual de mayores tipos de interés, con un swap a 5 años (tradicionalmente el índice de reseteo en el caso de bancos europeos) en niveles del 3,11%, y un spread sobre mid-swap en el entorno de 600pb hace que el nuevo cupón se acerque peligrosamente al doble dígito en el caso de no call, por lo que aquellas entidades que puedan permitírselo optarán por ejercitar el bono y esperar a un mejor momento de mercado para emitir un nuevo coco. Este caso lo hemos visto recientemente en Unicredit.

A principios del siglo XIX los españoles llevaban esclavos africanos a Cuba para tener mano de obra barata. En un congreso internacional que tuvo lugar en Viena, España e Inglaterra manifestaron finalizar con el comercio de esclavos en 1820.

Para seguir teniendo mano de obra barata en Cuba, los españoles se fueron a China y prometieron casa, ropa, trabajo y comida a los que los siguieran hasta la isla caribeña. El trabajo que prometían era duro pero… ,según los contratantes, bien remunerado. Muchos chinos aceptaron las condiciones firmando un contrato que estaba en español. Tal contrato, como ya podéis adivinar, tenía unas condiciones muy distintas a las que se imaginaban los ilusos viajeros chinos. Efectivamente, tenían casa, comida y ropa, pero todo se les descontaba de su sueldo, por lo que terminaban realmente endeudados antes de comenzar a trabajar, lo que, con los intereses, hacía que tuvieran que trabajar durante décadas para pagar su deuda. Del infortunio de estos pobres trabajadores sale la expresión “cuentos chinos”.

Otras fuentes afirman que el origen de esta frase hecha está en los viajes de Marco Polo, que al volver a Italia desde China contaba historia de animales mitológicos y fábulas increíbles. Por tanto, cuando se hablaba de un embuste, de algo exagerado o de una mentira disfrazada, se comenzó a hablar de “cuentos chinos”.

Quizá hayamos subestimado los efectos de la reapertura de China pero los desequilibrios son tan importantes que quizá esta temática sea mejor considerarla desde el ángulo de empresas globales de sectores como lujo, autos, distribución etc. De hecho, pensamos que el mercado aguanta gracias al tirón de los consumidores chinos. Lo raro es que el índice de precios en China está contenido. Vamos a tratar de explicarlo. La conclusión sería que un mercado tan poco desarrollado no es no barato ni caro sino incierto, unos datos estadísticos no confiables, unos desequilibrios crecientes y una volatilidad elevada hacen que sea mejor invertir en empresas europeas y americanas con exposición a China que en este mercado directamente.

La economía de la República Popular China, es la segunda economía más grande del mundo en términos de producto interior bruto nominal​ y la mayor economía del mundo en paridad de poder adquisitivo, según el Fondo Monetario Internacional. Su PIB nominal, estimado en 18.4 billones de dólares (2021) representa alrededor del 18% de PIB mundial. El PIB en paridad por poder adquisitivo representa casi el 19% del PIB PPA global. Es el país de más rápido crecimiento económico en el mundo desde la década de 1980, con un promedio de crecimiento anual de casi el 10% en los últimos 38 años si bien esta cifra se va ralentizando muy rápido, aunque sigue siendo la economía mundial que más crece.

La renta variable china obtuvo sólidas rentabilidades en 2020, pero luego cayeron bruscamente en 2021-2022 a causa de varias decisiones políticas y otros acontecimientos que avivaron la inquietud de los inversores extranjeros. Entre ellos, unas normativas más estrictas en determinados sectores, los problemas financieros del gigante inmobiliario Evergrande y las mayores exigencias en materia de transparencia para las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos. Por no hablar de la estricta política de COVID cero de Pekín y del temor a que China invadiese Taiwán tras la invasión rusa de Ucrania.

Las valoraciones de su mercado parecen atractivas como lo son los de Corea del Sur (economía realmente desarrollada y ejemplar) pero no es así. Cuando se trata de empresas estatales, conglomerados y de un mercado poco transparente el descuento está garantizado. Demos un poco de luz aquí.

La duda actualmente es si es mejor invertir en acciones chinas o en compañías expuestas a China. El mercado bursátil chino, incluidas las acciones de clase A, H, ADR y S, suma una capitalización superior a los 19 billones de dólares, sólo superada por la de EE.UU. Las empresas chinas sólo representan alrededor del 3,6% del índice MSCI All Country World, frente al 60,4% de las estadounidenses y el 5,6% de las japonesas. Esto indica el poco “free float” y la escasa seguridad jurídica.

Algo está pasando según los últimos datos que estamos viendo. Trataremos de explicarlo. Los datos de precio siguen cayendo tras la salida del Covid desalineados con la economía global. Hay varias razones por las que la inflación en China ha sido históricamente más baja que en Estados Unidos, entre ellas:

Política monetaria: El Banco Popular de China, el banco central del país, ha mantenido una política monetaria relativamente conservadora, con tasas de interés más bajas que las de Estados Unidos. Esto ha ayudado a controlar la inflación al reducir los costos de los préstamos.

Control de precios: El gobierno chino ha controlado los precios de ciertos bienes y servicios, como los servicios públicos y los combustibles, lo que ha contribuido a mantener la inflación baja.

Producción y oferta: China es uno de los principales fabricantes del mundo, y su capacidad de producción y oferta de bienes y servicios ha mantenido los precios relativamente estables. Además, la competencia entre las empresas en China ha mantenido los precios a niveles competitivos.

Demanda interna: China ha experimentado un rápido crecimiento económico en las últimas décadas, lo que ha creado una demanda interna sólida. Sin embargo, el gobierno ha controlado esta demanda para evitar que se descontrole y genere una inflación excesiva.

Tipo de cambio estable: El yuan, la moneda de China, está vinculada al dólar estadounidense. Esto significa que las variaciones en el tipo de cambio entre estas dos monedas pueden afectar el nivel de inflación en China.

En resumen, la inflación en China es más baja que en Estados Unidos debido a una combinación de factores, que incluyen una política monetaria prudente, control de precios, producción y oferta estables, demanda interna controlada y el tipo de cambio vinculado al dólar estadounidense. No obstante debemos ser cautos con la estadística china.

IPC de abril por debajo y en mínimos desde febrero 2021 (yoy +0,1% vs +0,3% Est).

PPI de abril por debajo y sigue en deflación por 7º mes consecutivo situándose en mínimos desde mayo 2020 (yoy -3,6% vs -3,3% Est).

La unión entre sector inmobiliario y financiero es muy fuerte en todas las economías y China no es una excepción. China es una economía basada en la inversión y el peso de esta en el PIB es insostenible pues está sustentada en un endeudamiento brutal.

El gasto de los hogares representa actualmente el 54,3% del PIB de China, un porcentaje relativamente bajo en comparación con otros principales países emergentes y con los países desarrollados (82,6% en Estados Unidos, por ejemplo), lo que indica un considerable margen de mejora. No obstante la transición será dura pues es imposible soplar y sorber a la vez. A medida que la inversión pierda peso repuntará la morosidad y habrá restricción del crédito.

En los últimos años, ha habido preocupaciones sobre una posible crisis inmobiliaria en China. Algunos expertos argumentan que la construcción excesiva de viviendas, junto con un aumento en los precios de la propiedad, ha creado una burbuja inmobiliaria que podría estallar y tener efectos negativos en la economía china y en los mercados financieros internacionales.

Entre las principales preocupaciones se encuentra el alto endeudamiento de los promotores inmobiliarios y el aumento de los préstamos hipotecarios. Además, el aumento de los precios de la propiedad ha llevado a una mayor desigualdad de ingresos y a un mayor costo de vida para los ciudadanos chinos, lo que podría tener efectos negativos en el consumo y en la economía en general.

El gobierno chino ha tomado medidas para abordar estos problemas, como restringir la compra de propiedades por parte de extranjeros, limitar el número de propiedades que una persona puede comprar y aumentar los requisitos de pago inicial para las hipotecas. Además, el gobierno ha estado trabajando para promover el desarrollo de viviendas asequibles para los ciudadanos de bajos ingresos.

En cuanto a las tensiones geopolíticas con Estados Unidos, los riesgos se mantienen dado que los dos países seguirán siendo grandes rivales. En cualquier caso, las relaciones han mejorado desde la reunión que mantuvieron el presidente Biden y el presidente Xi Jinping durante la cumbre del G20 celebrada en Bali en noviembre. Otra señal alentadora es la próxima visita a China del secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, y su delegación, que indica un mayor diálogo entre ambos países.

Pensamos que la inversión en semiconductores tiene todo el sentido.

Por lo tanto, las principales apuestas serían. Compañías expuestas a China de consumo discrecional, redes de electricidad, semiconductores, farma y compañías industriales.

A principios de año la mayoría de los analistas pronosticaban un tirón del petróleo. La reapertura de China unida a una economía mundial que parecía tener un crecimiento estable auguraba un petróleo más caro.

Llegados casi la mitad del año, parece que los analistas se equivocaban. Durante las últimas semanas el petróleo ha ido retrocediendo poco a poco (-15%) hasta llegar a mínimos que no se veían desde 2021 (con gran parte del mundo cerrado). Lo curioso de esta caída del crudo se ha producido después del reciente recorte de producción anunciado por la OPEP+ de 1 millón de barriles al día y las revisiones al alza de varios analistas del precio del petróleo. Otro factor que debería haber sostenido el precio, es el de los inventarios, que lleva bajando desde febrero.

¿A qué se debe esta caída del precio?

El mercado ha dejado de valorar el precio por la oferta y demanda y ha comenzado a poner en precio una recesión causada por los problemas financieros en Estados Unidos. Se empiezan a ver los primeros síntomas de debilidad en el mercado del petróleo, unos fletes menores y un margen de refino cayendo auguran una demanda de petróleo más baja.

Frente a estas señales bajistas en el crudo tenemos a los hedge funds, que han aprovechado la caída del precio para ponerse largos en el activo justo antes del verano que es el momento de mayor consumo y tensionamiento de la demanda esperando un rebote en el corto plazo.

Aunque hay señales contrarias en el sector, y es difícil predecir el precio del petróleo, lo que ha quedado atrás es el escenario de Goldilocks del que se hablaba a principio de año y nos enfrentamos a un escenario macroeconómico más complejo y menos boyante.

Les voy a confesar que a pesar de que existen muchos indicadores hay veces que simplificar es muy útil. Por mi parte suelo seguir: la expansión del crédito, la inversión de la curva,  la M2, los resultados empresariales , la evolución de los márgenes etc, pero lo importante es tener claro que todo este análisis debe ir encaminado a tomar decisiones de inversión. En la parte de conclusiones podrán verlo.

Los indicadores más destacados y con mayor impacto en los mercados financieros son aquellos que son publicados y están accesibles con un mínimo desfase temporal. Por tanto, es importante que los indicadores no se publiquen con mucho retardo, ya que para operar en los mercados financieros y tomar decisiones de inversión, necesitamos trabajar con la información lo más actualizada posible.

Dos grandes grupos de indicadores económicos:

A ) Indicadores cuantitativos o retrasados: se trata de la medición de las principales magnitudes económicas como el PBI la inflación (IPC) o el desempleo. A través de procedimientos contables o de registro se conoce con cierto grado de exactitud la evolución de estas variables haciendo mención a períodos anteriores Estos indicadores sólo nos permiten conocer qué ha ocurrido en el pasado en cuanto a los movimientos de la economía. Desempeñan la función de confirmar las previsiones.

B ) Indicadores cualitativos o adelantados: miden el estado de confianza de los agentes económicos. A través de cuestionarios se mide la diferente opinión sobre aspectos económicos tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda.. El conocimiento de estos indicadores es cada vez más importante porque anticipan meses antes los futuros movimientos de la economía. Desempeñan la función de indicadores de tendencia.

Entre los más importantes destacamos por el lado de la demanda los índices de confianza del consumidor como el de la Universidad de Michigan o el del Conference Board (con una base más amplia) en los EE.UU. que miden las probables decisiones futuras de los individuos y su percepción acerca de la situación macroeconómica y sus perspectivas personales. Por el lado de la oferta se encuentran el ISM estadounidense el IFO alemán o europeo o bien el Tankan japonés que son encuestas realizadas a empresarios acerca de la situación actual de sus negocios y de los próximos pasos a tomar además de su percepción de la economía a corto plazo.


Es natural que los especuladores u operadores en corto busquen indicios de lo que podría suceder en el futuro, por eso, están más interesados en los indicadores adelantados. Sin embargo, para poder batir consistentemente al mercado es preciso arbitrar el largo plazo.
 
Son ejemplos de adelantados los siguientes indicadores:
 
Inversión de la curva:

Márgenes empresariales:

Suministro de viviendas (mensual): un aumento acentuado de este indicador ha funcionado de forma muy precisa como señal de recesión en los Estados Unidos. Tal aumento acentuado está relacionado con la falta de demanda por la compra de inmuebles.
 
Capitalización del mercado de capitales vs. PIB: conocido como el indicador preferido de Warren Buffett, este indicador sugiere que, cuando se encuentra por encima del 100%, los inversores tengan especial cuidado, porque podrá venir una corrección. Con el surgimiento de las FAANG y de empresas globales tan grandes este ratio en EEUU se ha desvirtuado un poco.
 
Tobin’s Q, desarrollado por el premio Nobel, James Tobin, este indicador logra predecir desaceleraciones de la economía. Un valor superior a 1, indica que el valor de mercado de las empresas es mayor que el valor de sus activos, sugiriendo que el mercado podría estar alcanzando el pico. Compensa en lugar de crecimiento inorgánico, crecimiento orgánico.
 
PER: Ratio precio-resultados, price-earnings ratio, es un indicador muy utilizado por los inversores y debe ser tenido en cuenta cuando el crecimiento empieza a disminuir. El ratio PER es distinto para cada sector.  Por ejemplo, las cíclicas se compran caras y se venden baratas.

Pedidos de subsidio de desempleo, es un indicador de la economía real, nos muestra la fuerza del trabajo en el país. Las solicitudes de subsidios, normalmente, presentan un valor controlado, cuando ese valor de repente acelera podemos estar cerca de una crisis financiera.
 
Conclusión:
En función de los distintos indicadores parece indicar que hemos entrado en una fase de contracción de márgenes lo que desembocará en menores beneficios. Los márgenes siguen muy altos, han bajado algo desde máximos, pero siguen por encima de los niveles más altos de pre covid (16.1% vs 15.2%). Los márgenes se han visto beneficiados por los problemas de suministro del covid y las subidas de precios generalizadas, la vuelta a la normalidad podría causar presión tanto en precios como en beneficios. Con la mayoría de las curvas invertidas parece que la recesión no está lejana por lo que es mejor sobreponderar renta fija frente a renta variable, defensivas frente a cíclicas, value frente a growth hasta que se confirme la caída del PIB. Eso si cada vez quedan menos empresas quality pero las grandes franquicias con poder de fijación de precios son una buena alternativa. La habilidad de la calidad para diferenciarse y destacar ha estado muy limitada en los últimos tiempos: el claro protagonista del mercado en los pasados 15 meses ha sido el múltiplo, cayendo fuerte primero y subiendo después, unido al hecho de que apenas ha habido ningún cambio en lo que a beneficios se refiere. Porque el gran atributo de la calidad es, al fin y al cabo, la capacidad de crecer compuesta y consistentemente los beneficios incluso en malos tiempos.