Conflicto en Oriente Medio

Esta madrugada Israel ha lanzado un ataque aéreo contra instalaciones nucleares en Irán, intensificando una ya tensa situación geopolítica en Oriente Medio. También ha atacado a científicos nucleares y al jefe de la guardia revolucionaria iraní. Estos ataques han generado una reacción inmediata en los mercados financieros globales, ha elevado los precios de las materias primas y ha reavivado temores de una escalada militar regional con consecuencias económicas globales.

Tras el ataque, las principales bolsas del mundo registraron caídas significativas. En Europa, el índice Euro Stoxx50 cayó un 1,48%, con la bolsa española liderando las pérdidas con un descenso del 1,32%. En Asia, el Nikkei japonés retrocedió un 0,89%, mientras que los índices de Shanghái y Shenzhen cayeron 0,75% y 1,1%, respectivamente.

El precio del crudo Brent sube un 5,5%, alcanzando los 73,2 dólares por barril, pero ha llegado a subir un 13% intradía. Mientras que el West Texas Intermediate (WTI) aumentó un 5,63%, situándose en 71,88 dólares. Este repunte es el más significativo desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, reflejando el temor a interrupciones en el suministro de petróleo desde Oriente Medio.

El precio de transporte que cobran los barcos de mercancías también se ha disparado, augurando una posible escalada del conflicto.

El oro, tradicional activo refugio, sube más de un 1,1%, alcanzando los 3.424 dólares por onza. Esta vez los bonos soberanos de países desarrollados no están actuando como refugio y están ampliando ligeramente, mientras que el dólar a diferencia de abril, sí que está actuando como refugio.

Israel e Irán han tenido una larga historia de tensiones y conflictos, especialmente en torno al programa nuclear iraní y el apoyo de Irán a grupos militantes en la región. Israel durante los últimos años ha saboteado el programa nuclear iraní, mientras que Irán continúa amenazando con destruir Israel si consigue un arma nuclear. El último fue el bombardeo mutuo llevado a cabo en abril de 2024.


Impacto Económico Global

El conflicto entre Israel e Irán puede tener graves repercusiones en la economía mundial. Irán puede intentar cerrar el estrecho de Ormúz, por donde pasa el 39% del curdo que se mueve en barco del mundo y el 19% del gas natural. Tanto la economía europea como la China dependen energéticamente de los países del golfo.

Petróleo: El epicentro de la conmoción


El ataque de Israel a Irán ha provocado un aumento inmediato del precio del petróleo. El crudo Brent llegó a subir un 13%, en las primeras horas tras el ataque. Este repunte refleja el temor a una interrupción en el suministro de petróleo desde Irán, que produce alrededor de 3 millones de barriles diarios y exporta una parte significativa a Asia.

Algunos analistas estiman que, si Israel atacara directamente las instalaciones de producción y exportación de petróleo iraníes, el precio del Brent podría escalar hasta los 100 dólares por barril. Este escenario tendría un impacto directo sobre la inflación global, especialmente en economías desarrolladas, donde podría añadir entre 0,5 y 1 punto porcentual a la inflación anual.

Además, el Estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 20% del petróleo mundial, se convierte en un punto de vulnerabilidad crítica. Cualquier intento de Irán por bloquear este paso estratégico podría disparar los precios del crudo a niveles no vistos desde la crisis de 1979.


Oriente Medio posee algunas de las mayores reservas probadas de gas natural del mundo, especialmente en países como Irán y Qatar. Aunque Estados Unidos y Rusia lideran la producción global, Oriente Medio representa aproximadamente el 17% de la producción mundial de gas natural. Irán, en particular, es uno de los mayores productores de gas natural del mundo, con una producción que ha crecido de forma sostenida en las últimas décadas.

El estrecho de Ormuz no solo es vital para el petróleo, sino también para el gas natural. Aproximadamente el 19% del comercio mundial de gas natural licuado (GNL) pasa por el Estrecho de Ormuz, principalmente desde Qatar, el mayor exportador mundial de GNL. Cualquier interrupción en esta ruta afectaría gravemente el suministro global, especialmente a Asia, que depende en gran medida del GNL de la región.


Inflación: Un nuevo obstáculo para los bancos centrales


El aumento del precio del petróleo y del gas natural tiene un efecto dominó sobre los precios de la energía, el transporte y los alimentos. Esto podría frenar los esfuerzos de los bancos centrales por controlar la inflación. La Reserva Federal de EE. UU. y el Banco Central Europeo, podrían verse obligados a mantener políticas monetarias restrictivas por más tiempo. Esto podría tener un mayor impacto en Europa si el dólar estadounidense vuelve a actuar como activo refugio, ya que tanto como el petróleo como el gas natural cotizan en USD.

Este entorno complica la recuperación económica post-pandemia y post-crisis energética de 2022-2023. Las empresas enfrentan mayores costes operativos, mientras que los consumidores ven erosionado su poder adquisitivo, lo que podría frenar el consumo y la inversión.

Comercio y logística global


El conflicto también amenaza las rutas marítimas y aéreas en la región del Golfo Pérsico. Las aseguradoras ya han comenzado a elevar las primas para los buques que transitan por el Estrecho de Ormuz, lo que encarece el transporte de mercancías. Las aerolíneas han desviado vuelos para evitar el espacio aéreo iraní, aumentando los costes operativos y los tiempos de viaje.

Además, la incertidumbre geopolítica podría afectar las cadenas de suministro globales, especialmente en sectores como la energía, la petroquímica y la tecnología, que dependen de materias primas provenientes de la región. Las navieras ya están subiendo el precio de los fletes:

Política energética

Si este conflicto se mantiene en el tiempo o escala volverá a poner encima de la mesa la importancia de una política energética que asegure el suministro de energía en los países. Esto puede pasar por aumentar la inversión en energía renovable o en energía nuclear.

Posicionamiento a futuro

Aunque Irán ha prometido responder a los ataques, en Welcome AM no esperamos que el conflicto escale mucho más. Si Irán no se sienta a negociar el futuro de su programa nuclear es posible que Israel continue bombardeándoles hasta destruir lo que les queda de su programa nuclear. El conflicto puede mantenerse durante unas semanas. De prolongarse en el tiempo las economías más perjudicadas serán las europeas y la china ya que son las más dependientes tanto del petróleo como del GNL del Golfo Pérsico.

Prevemos que Irán vuelva a negociar su programa nuclear y que Israel deje de bombardearles. Si los mercados ceden puede ser una oportunidad para coger algo de riesgo, ya que no esperamos una escalada en exceso ni que se prolongue mucho en el tiempo el conflicto.

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