Mucho hemos leído estos días sobre la influencia del conflicto de Oriente Medio en la cotización del dólar estadounidense. En nuestra opinión, se han obviado, en estos análisis, datos macroeconómicos en EE.UU. que han ayudado claramente a ese rebote de la divisa norteamericana.

Es cierto que, en situaciones de riesgo geopolítico, el USD, el franco suizo en Europa, y el Yen japonés en Asia suelen actuar como activo refugio. Pero no nos podemos olvidar que el principal hilo conductor de su cotización en los últimos tiempos han sido los diferenciales de tipos, como se ve claramente en el gráfico inferior:

En azul claro podemos ver los diferenciales de los tipos a dos años entre la deuda USA y la alemana. En tono oscuro la cotización del dólar a la inversa. Como podemos observar hay una clara correlación entre ambos gráficos.

Por tanto, a la hora de fijar un nuevo rango de cotización del EUR/USD deberemos analizar tanto la situación geopolítica, con la posibilidad de que el actual conflicto a través de proxys (Hamas en Gaza, Hizbollah en el Libano, Huties en Yemen y la Resistencia Islámica en Irak y Siria) derive en una guerra abierta entre Israel e Irán, como la situación de diferenciales de tipos entre Europa y USA.

En nuestra opinión, Irán, una vez que parece estar perdiendo la guerra a través de proxys, aparenta estar dando pasos comedidos para no caer en una guerra abierta con Israel. En ese sentido, tanto el ataque directo a Israel del 2 de octubre, como él del pasado abril, fue claramente preanunciado y causó escasos daños ante las medidas defensivas israelíes. Estos ataques tendrían claramente dos finalidades: por un lado, amenazar con un conflicto más amplio en la región, para meter presión a EE.UU. y tratar así parar a Israel. Y por otro, un baño de imagen pública ante las poblaciones musulmanas, algo perplejas ante la inacción directa iraní. Pero lo que parece claro, es que máximo líder iraní, Ali Jamenei, es consciente de que, pese a tener un ejército de gran potencia, como el iraní, es muy inferior tecnológicamente a Israel, y además no dispone de fronteras comunes donde hacer valer su superioridad numérica. En la otra acera, no podemos olvidar que en Israel existe el gobierno más extremista desde su creación, y además su primer ministro, Benjamín Netayahu, se encuentra en problemas internos derivados de casos de corrupción. A ello se añade la posibilidad de asestar un gran golpe al programa nuclear iraní (Irán siempre ha manifestado su deseo aniquilar a Israel).

A todo esto, se suma la aparente indiferencia del resto de gobiernos de naciones musulmanas. Muchos de sus gobernantes están encantados viendo como van cayendo las fichas de Irán, uno de los aspirantes a ser la potencia regional predominante. No podemos olvidar que la guerra geopolítica se juega en distintos planos, las superpotencias en un plano: EE.UU., China y Rusia, y las potencias regionales en otro: Irán, Arabia Saudita y Turquía.

Por las distintas posiciones de los contendientes, creemos que va a ser fundamental la capacidad de influencia de EE.UU. en Israel para tratar de parar la ofensiva y llegar a una estabilización del conflicto. Siendo éste nuestro escenario base.

En lo referente a los diferenciales de tipos, asistimos, desde el dato de empleo de principios de agosto, a una interpretación por parte de los mercados de bonos (no así los mercados de riesgo: renta variable y crédito) de una debilidad extrema en la economía USA, que forzaría a la Reserva Federal a bajadas de tipos muy rápidas y profundas. Esto es lo que hizo que los diferenciales de tipos estrecharan, y como consecuencia el USD perdiera valor llegando a alcanzar el 1.12.

En nuestra opinión, aunque existe una clara ralentización de la economía de EE.UU., no se pueden interpretar los datos de manera tan agresiva y esas bajadas no van a ser tan extremas, quedando el tipo terminal alrededor del 3,- 3.25. En su momento se llegó a descontar por los mercados de renta fija un tipo terminal del 2,70. Durante la semana se han publicado datos de actividad que indican que esa perdida de tracción no es tan acusada: ISM de servicios 54,9 vs 51,7 esperado, vacantes sin cubrir recuperando por encima de los 8 millones y han culminado con el dato de empleo mensual publicado a las 14.30:

Como se puede observar, han salido fuertes datos de creación de empleo con incrementos salariales superiores a lo esperado, y caída en la tasa de desempleo.

Dado que Jerome Powell, gobernador de la Reserva Federal, anunció que iban a ir en piloto manual mirando datos de empleo e inflación, el mercado ha empezado a relajar esas expectativas de bajadas hasta niveles del 3% a estas horas:

Y esa ampliación de diferenciales ha dado un empujón al USD hasta el 1.0960

En nuestro escenario base: estabilización del conflicto en Oriente Medio sin una guerra abierta Israel-Irán, y una bajada contenida tipos de interés, creemos que el EUR/USD se moverá en un rango 1.08/1.12. Dentro de ese rango el movimiento vendrá en función de datos más o menos fuertes en cada área económica. Aprovecharíamos posiciones cercanas a 1.12 para cargar USD y descargaríamos cerca del 1,08. Además, hay que tener en cuenta que el USD sirve también como cobertura de riesgo, y una cartera bien equilibrada debería incluirlo entre sus activos.

China está compuesta por 23 provincias, 4 municipios y 2 regiones administrativas especiales. Desde la pandemia covid-19 una gran parte de las provincias experimentaron grandes descensos en la recaudación de impuestos. Los gobiernos locales respondieron con soluciones originales. En Wuzhou, sur de China, aumentaron considerablemente el número de multas de tráfico, llegando suponer un 50% de sus ingresos, frente a la media de 8% de la mayoría de las ciudades. En otras provincias el gobierno central expresó su preocupación por la falta de ingresos e incito a la “revitalización” de sus activos mobiliarios.  Por esta razón, desde 2022 hemos visto grandes concesiones o ventas de inmuebles, parques, líneas de tren y hasta templos budistas. Los éxitos de estas medidas no han acabado de materializarse, los precios de las ventas han sido muy inferiores a los esperados. Esto ha sido consecuencia del desplome del sector inmobiliario de los últimos años, también causante del descenso de la recaudación de impuestos. Además, la falta de confianza hacia el gobierno y una posible invalidación de las compras a futuro (mediante la acusación de corrupción al comprador) han provocado una demanda contenida.

Con la crisis inmobiliaria, el gobierno central ha aplicado una serie de medidas con el fin de estabilizar su economía y evitar un contagio a otros sectores. Uno de los grandes perjudicados por esta crisis ha sido la confianza del consumidor, estando desplomada desde 2022. A lo largo de la última semana hemos visto declaraciones por parte de distintas autoridades chinas anunciando grandes paquetes de estimulación. Nunca antes habíamos visto tantas medidas aplicadas simultáneamente desde diferentes organizaciones: Banco Central de China (PBOC), regulador de valores (CSRC), el regulador del mercado financiero (NFRA) y el Politburo (liderado por el presidente Xi Jinping). Las principales medidas anunciadas fueron: reducción de 50pb de los ratios de reservas requeridas a los bancos; reducción de 20 pb del repo inverso a 7 días, hasta el 1,5%; reducción de las hipotecas vivas en 50pb; nuevas formas de financiación para los mercados de renta variable con fondos para inversores con el fin de comprar acciones y financiación asequible para la recompra de acciones de las compañías; inyecciones de capital en los 6 mayores bancos de china mejorando los ratios CET1 (por un importe de 1tn RMB); finalmente y no menos importante, un paquete de estímulo fiscal considerable, aunque no publicaron cifras excatas de la cantidad. La financiación de estas medidas vendrá en gran parte por la emisión de bonos de gobiernos y por la venta de treasuries que han estado llevando a cabo más pronunciadamente los últimos años. En los últimos 3 años, la cartera de bonos del Tesoro de China ha disminuido un 30%, o 300 bln$.

No creemos que se hayan publicado todas las medidas, habrá nuevos anuncios de cara final de año con nuevos paquetes de estímulos macroeconómicos.

Tras un breve resumen de las medidas implementadas esta semana, nos hacemos dos preguntas: ¿Por qué ahora? Y ¿conseguirán su objetivo?

Respondiendo a la primera pregunta, las últimas estimaciones de crecimiento de China decepcionaron implicando que no cumplirían con su crecimiento objetivo del 5%. Además, el país se encuentra en una espiral deflacionista, con una población envejeciendo y necesitan tomar acciones para solucionarlo.  El cambio CNY USD llego a situarse en niveles de 7,35. Si China tomaba medidas, como la reducción de tipos, antes que EE.UU. provocaría un debilitamiento aun mayor de su divisa. Una vez EE.UU. ha empezado una política monetaria expansiva China se podía permitir aplicar estas medidas sin debilitar su divisa.

Respondiendo a la segunda pregunta, ¿conseguirán su objetivo? Por un lado, las inyecciones de capital en los bancos son una medida que ha sido muy efectiva en el pasado en otras economías. A raíz de la crisis financiera de 2008, los gobiernos anglosajones implementaron medidas similares ayudando enormemente a la reactivación de los préstamos bancarios rápidamente. No obstante, en Europa no se realizaron estas inyecciones, los bancos fueron materializando las perdidas en sus balances poco a poco y hasta que no llegaron los paquetes de “rescate” de Europa, años más tarde, las concesiones de créditos en Europa estaban congeladas.

Creemos que China ha implementado medidas adecuadas, pero todavía tienen un largo recorrido con el desempleo en niveles máximos de la última década, la industria limitada y la confianza del consumidor todavía por recuperarse. El mercado ha recibido todas las medidas anunciadas muy positivamente subiendo el CSI300 un 15% esta semana.

China al igual que ha implementado estas numerosas medidas, va a apoyarse en sus exportaciones para reactivar su economía. Aunque, en EE.UU., que supone un 15% de las exportaciones de China, hemos vistos anunciadas numerosas tarifas sobre productos procedentes de China y tiene una tendencia negativa en la cantidad de bienes importados de este país, con el resto de países China continua aumentando la cantidad de exportaciones.  Como observamos en el gráfico de abajo a la derecha, Alemania ha pasado a ser un importador neto de China.

Las implicaciones en Europa de una reactivación de China pueden tener consecuencias dispares. Por un lado, sería positivo para la estabilización de la inflación debido al bajo coste de los bienes importados de China. Aunque en ocasiones, como la importación de vehículos eléctricos chinos, afecte a la demanda de su productos manufacturados y provoque tensiones en las autoridades europeas. Por otro lado, un aumento de la demanda de energía de China puede provocar un aumento de los precios del petróleo y al ser Europa una economía importadora de energía, causar el efecto contrario, presiones inflacionistas. Esta claro que a raíz del informe de Draghi de hace un par de semanas se han puesto los defectos de Europa en el punto de mira. Pero Europa todavía tiene ases bajo la manga, como puede ser la extracción de tierras raras, muy útiles para la producción de chips y material tecnológicos. Anteriormente no teníamos la tecnología para tratarlos y lo exportábamos a China para su tratamiento. Europa tendría que desarrollar la tecnología necesaria para poder tratar estas tierras y poder tener una ventaja frente a otras economías en este sector.

Aunque en otros escritos hemos dicho que en este entorno de bajadas de tipos nos podríamos positivos en deuda de países emergentes, creemos que China todavía tiene un largo recorrido de reactivación de la economía y un gran trabajo en aumentar la confianza jurídica del inversor extranjero. La geopolítica y los “Trade Wars” van a estar en el punto de mira en los próximos meses y más si Trumph gana las elecciones, por lo que puede aumentar la incertidumbre.