EL valor de la Inteligencia artificial se lo llevará el cliente, no el programador, se beneficiará el que tenga los datos y el algoritmo que lo pueda monitorizar a través de la publicidad, los anuncios, el software etc. Siempre ha sido así. El impacto de Gemini en el mercado de la IA será significativo. El modelo tiene el potencial de transformar una amplia gama de industrias, incluyendo el marketing, la atención médica, la educación y el entretenimiento. Explicaremos el acuerdo entre Google y Apple por la transcendencia de este, ya que el móvil es la principal vía de acceso a los datos y a todas las utilidades. Hablaremos con los móviles y quizá las aplicaciones se vayan perdiendo.

Ya no nos sabemos teléfonos de nadie, mandamos Whatts Ap incluso para felicitar, no somos capaces de llegar a ningún sitio sin aplicación, no hacemos cálculos mentales. Hablamos de Inteligencia artificial porque la natural la hemos perdido. No leemos, no escuchamos. La inmediatez manda. Nada nos emociona, nada nos satisface. La inteligencia de IA se diferencia de la inteligencia humana en que se basa en algoritmos y programación preestablecida, mientras que la inteligencia humana se basa en procesos cognitivos que incluyen el aprendizaje, la comprensión, la resolución de problemas, la percepción y la emoción.

Al igual que en el ajedrez la máquina gana al hombre, pero queremos ver de lo que es capaz la persona, en el deporte sabemos las estadísticas pero queremos vivir el momento porque somos personas lo mismo ocurrirá con la inteligencia artificial. Nos ayudará en la toma de decisiones pero no la tomará en la mayoría de las veces.

Los despachos de abogados tendrán muchos casos sobre derechos de autor, plagios, etc, también transformará su negcio al tener acceso a todos los casos y sentencias. El desarrollo genera sus propias necesidades. En términos de desempeño, la IA y la inteligencia humana sobresalen en diferentes áreas. Por ejemplo, la IA es mucho mejor que los humanos para realizar tareas repetitivas y analizar grandes conjuntos de datos. Sin embargo, los humanos siguen siendo mejores en tareas que requieren creatividad, intuición e inteligencia emocional, como escribir poesía o entender un chiste.

La clase media ve como su renta disponible disminuye. En una sociedad de coste marginal 0 y del conocimiento, es muy difícil generar rentas crecientes. La inteligencia artificial es el parámetro que hace que sólo esté considerándose el quality growth, pero hay mundo más allá.

El posible acuerdo que nunca se anunciará de Google y Apple

Según un informe de Bloomberg por parte de uno de los filtradores con mejor reputación de Apple, Mark Gurman, Apple estaría trabajando en una doble dirección para todo lo relativo con la Inteligencia Artificial en sus dispositivos. A nivel de sistema operativo, sería la propia compañía de Cupertino la que se estaría encargando del desarrollo de su modelo. Sin embargo, en todo lo que tiene que ver con la vertiente generativa de la Inteligencia Artificial, parece que desde Apple se ha tomado la decisión de conseguir una licencia de Gemini para poder impulsar las posibilidades de su dispositivo a partir de iOS 18 y acortar al máximo los tiempos necesarios.

Esta se utilizaría para una gran variedad de tareas, desde la creación de imágenes hasta la redacción de texto y la traducción. Todo esto con el objetivo de ofrecer una experiencia más fluida y completa a los usuarios de iOS.

Mientras que los recursos internos de la compañía se enfocarían en integrar su propio modelo de IA para poder mejorar las posibilidades que se ofrecen en iOS 18, con la posibilidad de proporcionar información de manera proactiva a medida que nuestro dispositivo vaya aprendiendo sobre nuestros patrones de uso, así como la realización de tareas en segundo plano que simplifiquen los esfuerzos de sus usuarios.

“Live as if the light is within yourself; there is no other light” ~Gautam Buddha

Quizá en el futuro próximo ya no usemos buscadores ni aplicaciones, sino que estarán todas en streamming dispuestas a activarse corriendo bajo parámetros de IA. Google dispone de los datos y está en abierto por lo que no se va a ceñir a los 2000 millones de terminales de Apple. Lo vemos más como una estrategia defensiva de Apple.

Sin embargo, este posible acuerdo entre Apple y Google genera grandes preguntas sobre la estrategia de colaboración de Apple. La compañía siempre mantuvo un enfoque más cerrado que sus competidores y esto estaría por cambiar. A diferencia de otras alianzas en la industria de la tecnología, como la reciente asociación entre Samsung y Google para integrar tecnologías de IA en los Galaxy S24, es poco probable que un acuerdo entre Google y Apple se anuncie públicamente.

Actualmente, Google paga una considerable suma a Apple para ser el motor de búsqueda predeterminado en Safari. Sin embargo, este nuevo acuerdo podría llevar la colaboración entre ambas compañías a otro nivel. Se dice que la implementación de Gemini en iOS 18 podría revolucionar por completo la industria de la inteligencia artificial.

Gemini es un modelo de lenguaje autorregresivo entrenado en un conjunto de datos masivo de texto e imágenes. Esto le permite generar texto, traducir idiomas, escribir diferentes tipos de contenido creativo y responder a preguntas de forma informativa. Además, Gemini es capaz de aprender y adaptarse a nuevas situaciones, lo que lo convierte en una herramienta versátil y poderosa.

A pesar de su potencial, Gemini también tiene algunos desafíos que superar. Uno de los principales desafíos es la fiabilidad. Gemini aún está en desarrollo, y es posible que no sea tan fiable como ChatGPT en algunos casos. Otro desafío es la diversidad. Gemini fue entrenado en un conjunto de datos de texto e imágenes que es predominantemente en inglés. Esto podría limitar su capacidad para comprender y generar texto en otros idiomas. Google está trabajando para superar estos desafíos, pero es probable que Gemini no sea perfecto cuando se lance. El modelo continuará desarrollándose con el tiempo, y es probable que mejore su fiabilidad y diversidad a medida que pase el tiempo.

Apple acaba de publicar un nuevo artículo sobre su modelo de IA multimodal más grande con 30.000 millones de parámetros, la empresa estaría lejos de la calidad alcanzada por otras empresas. Incluso trabajan en un chatbot denominado Apple GPT. Pero todo apunta a que Apple llega tarde a esta fiesta y mientras se pone al día para poder generar contenido al mismo nivel que las herramientas de Google u OpenAI, busca socios en los que apoyarse.

Por su parte, OpenAI se ha asociado con Microsoft en el primer gran acuerdo de colaboración para ofrecer las capacidades de su IA en los servicios digitales de Microsoft. Este fue el gran acuerdo que obligó al resto de agentes como Google a moverse más rápido el año pasado. El uso de Gemini por parte de Apple sería un nuevo ajuste en el esquema de este mercado en ciernes.

Los reguladores de tanto EEUU como los de la Unión Europea tendrían que dar también el visto bueno. Por un lado, las autoridades estadounidenses ya tienen una demanda contra ambas compañías debido a que las acusan operan como si fueran una misma empresa para acaparar el mercado de los navegadores en dispositivos móviles.

Desarrollar una IA que sea tan poderosa como la inteligencia humana es una tarea compleja y desafiante que involucra una variedad de consideraciones técnicas y éticas. Si bien se han logrado avances en los últimos años, aún existen varios desafíos que deben superarse para lograr este objetivo. Al trabajar juntos en todas las disciplinas y tener en cuenta las consideraciones éticas, podemos desarrollar una IA que sea capaz de mejorar la inteligencia humana y mejorar nuestro mundo.

La IA ya ha mostrado un gran potencial en varios sectores, como la atención médica, las finanzas y el transporte. A medida que la tecnología continúa desarrollándose y mejorando, es probable que la IA sea cada vez más sofisticada y capaz. Sin embargo, la cuestión de si la IA puede alguna vez replicar realmente la inteligencia humana está abierta a debate.

Asentado que el mayor reto de la IA no será la destrucción de empleo, sino la subordinación de las personas trabajadoras a las decisiones tomadas por la IA, mejores salvaguardas son necesarias. Cuestiones como las auditorías de la IA, así como dotar de recursos a organismos especializados en condiciones de trabajo e IA para que supervisen y auditen el funcionamiento de las IA con objeto de evitar que estas dañen a un ser humano quedan todavía pendientes. La regulación europea debe verse solamente como el primer paso de un largo camino para adaptar los derechos de las personas trabajadoras al mundo del S. XXI.

¿Corrección Inminente?

Nosotros extremaríamos la prudencia. Les dejo unos gráficos de Alberto Espelosín que me han perecido interesantes.

En nuestra opinión el próximo movimiento de la Reserva Federal de EE.UU. no va a estar centrado en la bajada de tipos, como están descontando los mercados, va a consistir en parar o moderar la reducción de su balance. El célebre QT o “Quantitative Tightening”.

Lo que más preocuparía a la FED, y por tanto están observando sus miembros, es que se produjera una tormenta que afectará a la estabilidad de su sistema financiero, y en consecuencia, a su economía y a los mercados financieros globales. La chispa que podría provocar esa tormenta sería el tensionamiento de los mercados monetarios en USA.

Como todos sabemos, la crisis de los bancos regionales del año pasado fue controlada de manera rápida y brillante por parte de la FED, evitando su contagio al resto del sector financiero. La controló dando, de manera ágil, financiación a estas entidades a través de ventanilla, y propiciando el reparto y compra de las que estaban en peor situación en esos momentos.

Lo cierto es que el problema está controlado, pero persiste. No es otro, que la gran diferencia de plazo entre el pasivo (depósitos) y el activo (bonos del tesoro americano). Durante la pandemia los bancos americanos recibieron más de 5 trillones de dólares en depósitos. De ellos emplearon 2,4 trillones en compras de deuda pública americana a muy bajos tipos. Con las subidas de tipos, el precio de esos bonos ha bajado. Por ello, si tuvieran que venderlos a mercado, tendrían perdidas que irían contra su capital, poniendo en riesgo la solvencia de algunos bancos.

Como inciso, hay que mencionar que en Europa este problema no puede ocurrir por motivos regulatorios. La regulación impide tener esa diferencia de duración tan grande entre el activo y el pasivo, y además obliga a que la base de depósitos sea mucho más diversificada.

Es el típico caso en el que un problema de liquidez se convierte en un problema de capital. Y la única manera de solucionar el problema es el paso del tiempo (con el vencimiento de esos bonos) o dotar a los bancos de mucho más capital.

Por ese motivo, lo último que quiere la Reserva Federal es un tensionamiento de los mercados monetarios que pudiera estresar la financiación de estas entidades. Y estos mercados podrían tensionarse si sigue procediendo con la reducción de su balance.

Si observamos el balance de la FED (línea azul claro del gráfico de la izquierda) vemos como el balance va creciendo con las distintas crisis hasta 2018. En ese momento, pensando que todo estaba controlado, lo redujeron en $500.000 mm. (primer círculo rojo), La consecuencia de ello fue la caída masiva de todos los activos financieros en el último trimestre de 2018, como se puede observar en la tabla de la derecha. Al ver las turbulencias, y ante la ausencia de inflación, decidieron parar la reducción del balance.

Con la pandemia el balance alcanzó los $9 trn, y tras ella, con la inflación que padecimos (por las políticas monetarias y fiscales derivadas de la pandemia, más la ralentización de la globalización, y el corte de las cadenas de suministros) no le quedó más remedio que proceder a la reducción de su balance de manera progresiva.

El único motivo por el que este drenaje de dinero no ha producido caídas de los activos de riesgo (bolsas y diferenciales de crédito) es porque no se ha transmitido al haber un exceso de liquidez en los bancos, que dejaban en el banco central mediante un repo inverso. Es decir, la retirada de dinero de la FED iba contra el exceso de liquidez de los bancos.

El problema es que ese repo inverso no es infinito y sólo quedan $600.000 mm vivos. Además, hay que tener en cuenta que son en todo el sistema, por lo que habrá entidades que estarán mucho más justas de liquidez.  Si la FED sigue reduciendo su balance y se sigue consumiendo ese exceso de liquidez, los mercados monetarios podrían tensionarse poniendo en riesgo distintas entidades financieras como hemos comentado anteriormente. Además, habría que tener en cuenta como afectaría a todos los activos de riesgo.

Por todo ello, creemos que la Reserva Federal va a centrar su política monetaria en su balance, y la moderación o parada en la reducción de éste. Dejando para más adelante, cuando tenga más claro que la inflación está alcanzando las cotas deseadas, las bajadas de tipos, ya que ese menor drenaje futuro de base monetaria generaría riesgo inflacionista.

La complacencia en los mercados financieros es un sentimiento de que todo va a salir bien, pese a los riesgos latentes, combinando la autosatisfacción con una falta de conciencia sobre un problema o controversia.

En nuestra opinión, hay que ser muy inconsciente, tanto como lo somos en la juventud, para no darnos cuenta de la cantidad de frentes abiertos que tenemos en la actualidad.

Seguramente esta excesiva complacencia se pueda explicar con el “Behavioural Finance”, corriente de ciencia social que trata de explicar todas aquellas anomalías que generan las variaciones en los mercados, por el proceso emocional en la toma de decisiones. Los gestores no son tan racionales como supone la teoría financiera tradicional. En el caso que nos atañe, en este exceso de confianza que genera tanta complacencia, seguramente influya que la mayor parte de los inversores jóvenes que han comenzado a invertir tras la crisis financiera nunca han conocido un mercado bajista.

En nuestra opinión, el inversor debe ser disciplinado y racional analizando todas las variables para no dejarse llevar por el sentimiento del mercado. Para empezar, tenemos a los Bancos Centrales decidiendo cómo implementar bajadas de tipos de interés sin poner en riesgo la inflación, con unos niveles de desempleo en mínimos históricos tanto en Europa como en Estados Unidos.

Europa tiene que vigilar de cerca la inflación teniendo en cuenta factores tan diversos como la fuerte presión en los costes salariales o unos costes de transporte globales al alza por el tensionamiento en el Mar Rojo, o la Guerra en Ucrania.

Además, no debemos olvidar el poso histórico de los Bancos Centrales. Qué duda cabe el peso en toma de decisión que tiene el Bundesbank sobre el Banco Central Europeo, y esta institución todavía recuerda como la hiperinflación durante la República de Weimar llevó al país al absoluto caos, llegando a producir el abandono de la moneda como unidad de cambio.

Pero no solo vemos esta memoria histórica en Europa, si ponemos los ojos en Estados Unidos recordamos como la Reserva Federal en los años 70 subió 750pbs en 18 meses, para luego bajarlos en los siguientes 9 meses, lo que provocó la debacle posterior llevándose la inflación por encima del 12% y obligándoles a realizar una fuerte subida de 1500pbs y una crisis económica que padecimos durante más de una década.

La Reserva Federal, también tiene otro momento histórico del que aprender si pone la vista en los años 90, cuando la FED subió los tipos 300pbs en 1994 para frenar la economía tras la crisis de las cajas de ahorros de finales de los 80. Tras aquella subida, Estados Unidos seguía económicamente fuerte arropado por la revolución de internet que hacía volar las bolsas y mantenía los spreads de crédito. Por este motivo, la FED se veía obligada a mantener los tipos arriba, por encima del 5%, tras unas tímidas bajadas iniciales durante más de 3 años (1995-1998), llegando incluso a realizar algunas subidas entre medias. Si comparamos entre caso con el actual, con la Inteligencia Artificial en sustitución de la revolución de Internet, vemos un caso muy similar que nos puede inclinar a pensar que las bajadas de tipos se retrasarán todavía más y que el “higher for longer” ha llegado para quedarse.

Si observamos cuales fueron las consecuencias en aquella época, vemos como unos tipos de interés altos en EEUU provocaron la apreciación del dólar y afectaron al resto de economías. Respecto a la renta fija, se dispararon las tasas de default hasta el 10% en 2002 y finalmente se produjeron unas tardías pero fuertes ampliaciones en los spreads de crédito que duraron hasta 1999.

En nuestra opinión, todas las instituciones tienen su memoria histórica y estudiarán bien acontecimientos pasados para tratar de tomar la mejor decisión basándose en este aprendizaje.

Hace poco hablando de cómo aprender de errores pasados, conocí el caso de la empresa inventora del anticorrosivo WD-40, llamado así porque se probó la fórmula hasta 40 veces hasta que lograron al fin dar con el producto idóneo para evitar la corrosión y el resultado fue espectacular, de manera que no se ha modificado ni un ápice en los últimos 70 años.

Por nuestro lado como inversores, para nosotros también es clave aprender de errores pasados para mejorar nuestra manera de invertir y la rentabilidad que podemos aportar a nuestros clientes. Tu histórico de inversiones te deja una huella de la que aprender. En la actualidad por ejemplo, un exceso de complacencia como el actual, indicando el mejor de los mundos en el que la bajada de tipos se va a producir sin mayores repercusiones y con una inflación no tan pegajosa, nos hace pecar de incrédulos y nos mantiene defensivos en todos los activos.

Cabe resaltar que las caídas en renta fija este año, que sitúan a los índices YTD en negativo entre -1,5% y -2,5% han sido por tipos y no por diferenciales. Si vemos los diferenciales de crédito están muy muy estrechos y han producido un efecto de “Búsqueda de Yield” que ha convertido a la Bestia en Príncipe o al Patito Feo en un precioso cisne.

En esta línea, hemos visto como compañías altamente apalancadas que tradicionalmente pagaban un alto spread como se ha comprimido de manera brutal, pasando de TIRes medias del 8%/9% históricas a medias del 5%.

Otro claro ejemplo es el caso del Real Estate, los bonos del sector en Europa habían sido repudiados los últimos dos años por todas las grandes gestoras, excluyéndolas incluso de los índices globales de renta fija, han recuperado la atención de los inversores en esta búsqueda de TIR, volviendo el papel al mercado y recuperando fuertemente en precio los últimos tres meses.

Ante esta situación, y tirando de nuevo de lo aprendido, creemos que nos toca ser pacientes esperando a la chispa que dispare la volatilidad, esperar con la munición lista, teniendo un elevado peso en mercados monetarios, esperando el motivo que produzca una ruptura del mercado para tomar posiciones y no asumiendo riesgos innecesarios por precipitarnos. Esta chispa no debemos olvidar que siempre ocurre, aunque puede ser por muy diversos motivos o simplemente el conjunto de varios que desborde el vaso. Este tipo de chispas ya ocurrieron en 2016, 2018, caso extremo en 2020 y muy focalizado en los AT1 el pasado año.

Tal y como vemos pintado abajo, 2024 se afronta con muy diversos riesgos que pueden ser en solitario o en conjunto los que provoquen una ruptura de mercado, aunque en nuestra humilde opinión no sepamos cuál de ellos será o si estará aquí reflejado:

Eso sí, si llega una ampliación de diferenciales y el mercado se rompe, invertiremos en bonos de alta beta a largo plazo, subordinados en los que tenemos muy mirados los emisores y los folletos, pero invirtiendo en aquellos con fecha call más lejana, de manera que nos garanticemos una buena TIR por un largo periodo. En el pasado, en momentos de volatilidad anteriores optábamos por tomar el riesgo por la parte de crédito pero con fechas de call a corto plazo por miedo a la duración, pero a partir de ahora alargaremos duraciones en casos de ruptura del mercado, tomando tanto riesgo de crédito como riesgo de tipos y garantizándonos una buena TIR por mayor tiempo.

Febrero ha destacado por ser un mes positivo para la renta variable pero negativo para la renta fija, en el cual la inversión en mercado monetario ha sido el activo estrella. El mercado de renta fija ha corregido por tipos, no por crédito (el Itraxx Main se mantiene en niveles de 56pb) y una duración muy baja en nuestras carteras nos ha permitido lograr una rentabilidad positiva versus los índices de referencia. Por otro lado, no debemos olvidar que la inversión de la curva provoca que un aumento en la duración de las carteras te lastre la TIR en torno a 80pbs.

Sin embargo, si este entorno continúa con spreads estrechos y el movimiento de los gobiernos continua al alza, a niveles del 4,75% de bono americano y del 2,75% de bono alemán, nos planteamos empezar a alargar duración de tipos de interés.

En definitiva, este año creemos que se puede lograr una buena rentabilidad en renta fija como de hecho ya estamos logrando en nuestras carteras, pero siendo disciplinado en la toma de decisiones, sin ponerse nervioso ni poniendo el ojo en el convertido Príncipe asumiendo mayores riesgos por un pequeño extra de rentabilidad y por supuesto con una gestión activa. No debemos olvidar que estar con la liquidez lista para invertir ahora tiene la ventaja de que te remunera al menos un 3,80%.